Todas las entradas de: Blog de escritura

Escrito por: ALEJANDRO MARCOS

El otro día, en uno de mis innumerables días envuelto en el largo y tedioso proceso de corrección de la novela en la que estoy trabajando ahora, me di cuenta de que gran parte del tiempo que estaba invirtiendo en esta segunda revisión del borrador estaba dedicado a engordar el texto.

Blog de escritura de Escuela de Escritores, con Lara Coto, Alejandro Marcos, Chiki Fabregat, Jorge Corrales y Mariana Torres

Con engordar el texto no me refiero a añadirle palabras o acciones, a alargar la novela, al fin; para mí, engordar el texto no es otra cosa más que ahondarlo, densificarlo, añadirle contenido. Entendiendo ese contenido, por supuesto, por profundidad. Con el primer borrador tenía la historia básica, las acciones básicas y los personajes encargados de llevarla a cabo, digamos que había recorrido la historia de manera horizontal, mientras que en el segundo borrador me detenía en algunos puntos del camino y cavaba un poco, haciendo el episodio más hondo, dilatando, así, el ancho del argumento, engordándolo.

Esto es algo típico de la novela y que no se aplica tanto al relato (En este artículo ya vimos las principales diferencias entre los dos géneros). Con esto no quiero decir que el relato no pueda trabajar en la profundidad, qué va, sino que la profundidad de un relato, o su densidad, no viene dada por el añadir, sino por el quitar, por aquello que se sugiere o se deja caer. En el relato, el trabajo de señalar esa profundidad es del lector, mientras que en la novela suele recaer en el narrador.

Este engorde ayuda también a redondear a los personajes, dotarlos de contradicciones y reflexiones que los hagan más tridimensionales. Es recomendable que los lectores tengan la sensación de que conocen a los personajes, que saben qué cosas les motivan, les gustan y detestan. En este momento de engorde, es adecuado añadir esos pequeños detalles que harán a nuestro personaje aún más creíble.

Una novela, sobre todo una novela larga, es un lugar donde el lector quiere quedarse, donde quiere sumergirse. Por mucho que los profesores de escritura creativa recomendemos centrarse en las acciones, lo cierto es que hay momentos dentro de una novela en los que el lector querrá perderse, querrá leer reflexiones y sentir lo que el personaje está sintiendo. Esos momentos dotarán al libro de una carga de significado muy potente que hará sentir al lector que está leyendo algo profundo, que quiere decirle algo. Todo esto puede conseguirse, como ya hemos dicho, sin necesidad de sumar más palabras a nuestro texto, pero lo cierto es que el lector de novela quiere leer, quiere quedarse en el mundo ficcional que hemos creado (sin que nos refiramos con esto necesariamente a los géneros de lo imposible). Cuando un lector acepta seguirnos a la historia que hemos creado, muchas veces querrá saber más y sentir que comparte la historia con los protagonistas durante un tiempo, trasladarse a vivir, durante la lectura, al mundo de la novela. Y eso es algo que podremos conseguir en esta fase de engorde.

En mi caso concreto, me encuentro revisando un proyecto muy ambicioso (para mí) con varios protagonistas y narradores. Al llegar al final del primer borrador fue cuando me di cuenta del verdadero alcance de la peripecia y de lo que la acción del argumento significaba para los personajes. Eso me permitió, en la segunda lectura, añadir aquello necesario para dotar a mis personajes de sentido con respecto al argumento, para acabar de colocarlo y, además, darles esa tridimensionalidad de la que hablábamos antes. Es cierto que podía no haberlo hecho, dejar visible para el lector solo la parte que estrictamente influía y se veía influenciada por las acciones del texto; pero entonces hubiera sentido que mis personajes no eran reales, que estaban creados al servicio de una historia (como evidentemente sucedía).

Con este engorde, noto la historia más madura, más densa y verdadera. Es como si antes tuviera un esqueleto con un poco de carne y ahora le estuviera colocando los músculos y la piel. El esqueleto va a seguir sosteniéndolo, pero ahora está más cerca de parecer humano.

Hay que tener en cuenta que no hablo aquí de añadir palabras y palabras porque sí. Muchas veces este engorde se soluciona con un par de frases. No estoy hablando necesariamente de sumar palabras, sino de ensanchar la historia para que abarque mucho más, para que se expanda. Es más, si conseguimos hacerlo con un número limitado de palabras, demostraremos que nuestra capacidad escritora es mayor que si necesitamos miles de palabras para hacerlo.

Reconozco que disfruto mucho de esta fase de la revisión porque me permite mezclar la revisión con la escritura y me permite, también, ir sembrando de semillas toda la novela y observar después, con las posteriores lecturas cómo van creciendo hasta llegar al final del libro. Es decir, que engordar el texto también me sirve para dar cohesión a lo que se ha escrito y hacer que no parezca una sucesión de episodios sin más. En una novela de estructura clásica o con un solo narrador, esto puede resultar evidente o sencillo, pero cuando tu proyecto se complica un poco, a veces es muy necesario realizar este tipo de uniones y eslabones o perderemos al lector por el camino.

De momento, no he sido capaz de realizar esta fase desde el comienzo de la escritura porque al principio necesito centrarme en la trama y el argumento para saber seguro hacia dónde me estoy dirigiendo. Quizás piense que este trabajo es demasiado esfuerzo para algo que quizás no voy a terminar. Mientras a mí me funcione, estoy contento con este método. Como siempre os digo, lo importante no es hacerlo así o hacerlo asá, sino hacerlo de la manera que más eficaz resulte con vuestro modo de trabajar. Conocerse a uno mismo como escritor, es la mayor habilidad que podéis adquirir en vuestro aprendizaje como escritores.

Quizás vosotros le llaméis a esta fase de otro modo o la realicéis en otro momento. Si es así, estaré encantado de leer en los comentarios vuestra manera de engordar o de dar profundidad a los textos.

Acerca de los autores

Alejandro Marcos, fotografía de Isabel Wagemann- IMG2-675

Alejandro Marcos

Coordina el Itinerario Centauros más allá de Orión de literatura fantástica, ciencia ficción y terror, en el que imparte clases desde hace casi diez años. Ha publicado las novelas fantásticas El final del duelo, Vendrán del este (ambas con Orciny Press) y Cástor y Pólux (con Ediciones el Transbordador). En enero de 2024 la novela de terror La hora de las moscas con Plaza & Janés. Además ha participado en varios manuales de escritura de Páginas de Espuma y en varias antologías de relato fantástico.

Más información
Chiki Fabregat, fotografía de Isabel Wagemann- IMG2-675

Chiki Fabregat

Coordina el departamento de Literatura Infantil y Juvenil de la Escuela de Escritores. Ha publicado más de una docena de libros para infancia y adolescencia, entre los que destacan El cofre de Nadie, premio Gran Angular 2021, Recuérdame por qué he muerto, premio Torre del Agua 2023 o Un hada con el ala rota. También ha publicado, con la editorial Páginas de Espuma y Escuela de Escritores el manual Escribir Infantil y Juvenil.

Más información
Jorge Corrales - IMG300

Jorge Corrales

Redactor de nuestro canal de Twitter. Es Licenciado en Filología Hispánica y diplomado en Guion por la ECAM. En los últimos años ha desarrollado su actividad como escritor en redes sociales, donde acumula decenas de miles de seguidores. Cada viernes, los relatos que publica en su perfil personal se convierten en historias virales en Twitter. Entre 2012 y 2022 ha sido profesor de español y Escritura Creativa en la ciudad de Berlín.

Más información
Lara Coto, profesora de Escritura Creativa para Adolescentes en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Ático26

Lara Coto

Lara es la coordinadora del Departamento de Atención al Alumno. Forma parte del equipo de Escuela de Escritores desde 2017, donde se ha formado en cursos de Escritura Creativa, Relato Breve y Proyectos Narrativos. Desde 2021 imparte clases de Escritura Creativa para jóvenes y adultos. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

Más información
Mariana Torres, profesora del Máster de Narrativa en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Gaby Jongenelen

Mariana Torres

Nació en Brasil en 1981, y reside en Madrid. Es diplomada en Guion por la ECAM y forma parte de Escuela de Escritores, donde imparte clases desde 2004. Su libro de relatos, El cuerpo secreto, fue publicado en Páginas de Espuma en 2015. Como escritora forma parte del proyecto CELA (2017-2019) y de la lista Bogotá 39 seleccionada por el Hay Festival (Bogotá39-2017).

Más información

Más información

Error: Formulario de contacto no encontrado.

Más información curso

    Compartir en