Escrito por: ALEJANDRO MARCOS

No creo en la magia. Puede resultar paradójico para alguien que dedica la mayoría de su tiempo lector a historias de fantasía, pero es así. Como lector soy un enamorado de la magia y lo imposible, mientras que en la vida real, en mi parte racional, soy realista a más no poder. 

 

Publicaciones Blog Escuela de Escritores 'No creo en la magia', por Alejandro Marcos -IMG915

No siempre ha sido así, claro. Cuando era más jóven me gustaba mucho dejarme llevar por el pensamiento mágico: si consigo llegar al final del paso de peatones antes de que se ponga en rojo, el autobús vendrá pronto. Si entro a casa justo cuando da la hora en punto, habrá macarrones para comer, etc. Sí, hubo un tiempo en el que de verdad creía esas cosas. El problema viene de que el pensamiento mágico también se daba en dos direcciones: si no friegas y barres el suelo cada semana, algo malo pasará. Y eso es muy peligroso porque nos hace responsables de cosas que están completamente fuera de nuestro rango de acción. 

Estupendo, Alejandro, pero, ¿por qué nos cuentas esto en lugar de hablarlo con tu terapeuta? Confiad, que esto al final acabará relacionado con la literatura, lo prometo.

El caso es que cuando empecé a ver de una forma más realista todo lo que me rodeaba me surgió el temor de si eso afectaría también cómo percibía las historias que me gustaban y el resto de mi ocio. Porque la fantasía no solo me gusta en la lectura, sino que la disfruto también en el cine y en los videojuegos. Pero nunca fue así.

Soy de los que les encantaría recibir su carta de Hogwarts y que espera que el Profesor Oak lo llame a su laboratorio para hacerle elegir entre los pokémon iniciales. Entonces, ¿por qué no creo en la magia?

Y no hablo aquí de la magia como sinónimo de ilusionismo. Todo el que me conoce sabe que no soporto el ilusionismo porque lo considero un entretenimiento de engaños. El ilusionista me engaña fingiendo que hace magia, usando trucos, se ríe de mí. O al menos esa es la sensación que yo siempre he tenido ante un ilusionista.

Es aquí donde entra la literatura. Ser escritor tiene mucho más que ver con la magia que con el ilusionismo. Los escritores no usan trucos para que los lectores crean en sus historias, no les engañan, sino que entran juntos en el juego. Hay algunos lectores que se parecen a los ilusionistas y que se guardan información o hacen trampas al final para quedar por encima del lector y sorprenderlos de manera forzada. No considero que sean buenos escritores. 

Los buenos escritores no creen en la magia, pero les encantaría creer en ella. Eso es un poco lo que me sucede a mí. Leo y escribo fantasía (y otras formas de lo imposible) para traer un poco de magia a la realidad, que tan gris y sosa se muestra a veces. Pero para hacer eso hay que ser consciente de que la magia no existe. Y por eso hay que crearla. 

No como un ilusionista, sino, y permitidme el juego de palabras, ilusionando al lector con esa magia con la que nosotros mismos nos hemos ilusionado antes. Es decir, no creando una ilusión, sino ilusionando, que no es lo mismo.

No creo en la magia, pero, cuando escribo, soy un mago; no un ilusionista.

Suele ponerse como excusa por la gente que no aprecia estos géneros, que no son capaces de entrar, que su racionalidad o su realismo les impide entrar en esa ilusión, creerse la fantasía. Y eso es una mentira como una catedral. Además ese argumento implica que los lectores de fantasía tienen quizás un problema para diferenciar la fantasía de la realidad. De momento no me he encontrado con ninguno que tenga ese problema, todos tienen claro lo que es la ficción y lo que es la realidad. Es algo que se aprende de muy pequeños, de hecho. 

Lo que sí creo que es un problema (y una pena) es lo contrario, creer que lo que sucede en un libro realista forma parte de la realidad y lo que sucede en el terreno de la fantasía no. Lo cierto es que ambos libros forman parte de la ficción y, por lo tanto, son igual de reales y de posibles. Bilbo Bolsón es igual de real que Ana Karenina. Por lo tanto, si te crees la historia de uno y no la de otro, quizás no tenga nada que ver con el reflejo que hace el libro de la realidad, sino con otra cosa. 

Algo que, quizás, simplemente tenga que ver con los gustos personales. Igual que puede gustarte el realismo, pero no leer autobiografía, también puede gustarte el terror y no así la fantasía o la ciencia ficción. Y no pasa nada.

Para escribir fantasía (o fantástico o ciencia ficción) hace falta tener imaginación y la mente abierta, pero eso no significa necesariamente que nos llevemos esa magia al mundo real. Es más, considero que cuanto más conscientes seamos de los límites de nuestra realidad, mejores escritores seremos en estos géneros y mayor capacidad de disfrute tendremos cuando nos acerquemos a las producciones artísticas de otros.

¿La razón? Que hay que tomarse muy en serio la construcción de todos los elementos mágicos que introducimos en nuestra historia para traer al lector con nosotros a nuestro mundo. Y para ello hay que ser consciente de que son elementos que no podrían existir en nuestra realidad. Conozco autores que, atraídos por una supuesta facilidad de éxito, han intentado escribir novelas de épica fantástica sin ser lectores del género. 

Por supuesto, parten del mismo error que aquellos que piensan que escribir una colección de libros infantiles con un personaje carismático es fácil (como es infantil, debe ser fácil, evidentemente) y los hará ricos al instante. 

Esa gente no se toma en serio la magia como lo hago yo como descreído. No respetan al lector ni bajan a jugar con él, sino que se quedan en una esquina, separados por un cristal, mientras obligan a voces a jugar a los lectores sin conocer las reglas y sin saber lo que están haciendo. Después de todo, otro tipo de ilusionistas. 

Por eso creo que me viene bien no creer en la magia, para no convertirme en un ilusionista.

Quizás después de todo lo expuesto convenga matizar el título del artículo y decir que no creo en la magia, por eso la creo.

¿Quieres escribir?

Online

Literatura Fantástica I

Fantástico Iniciación
Más información
Inicio: 02 de Oct
Convocatoria abierta
Semipresencial | Madrid

El viaje del escritor

Técnicas de escritura Medio
Más información
Inicio: 07 de Jul
Convocatoria abierta

Acerca de los autores

Alejandro Marcos, fotografía de Isabel Wagemann- IMG2-675

Alejandro Marcos

Coordina el Itinerario Centauros más allá de Orión de literatura fantástica, ciencia ficción y terror, en el que imparte clases desde hace casi diez años. Ha publicado las novelas fantásticas El final del duelo, Vendrán del este (ambas con Orciny Press) y Cástor y Pólux (con Ediciones el Transbordador). En enero de 2024 la novela de terror La hora de las moscas con Plaza & Janés. Además ha participado en varios manuales de escritura de Páginas de Espuma y en varias antologías de relato fantástico.

Más información
Jorge Corrales, escritor - fotografía de Nines Mínguez -IMG570

Jorge Corrales

Licenciado en Filología Hispánica y diplomado en Guion por la ECAM. En los últimos años ha desarrollado su actividad como escritor en redes sociales, donde acumula decenas de miles de seguidores. Cada viernes, los relatos que publica en su perfil personal se convierten en historias virales en Twitter. Autor de las novelas Las chicas del muro (Ediciones B) y El escritor y la espía (Planeta).

Más información
Lara Coto, profesora de Escritura Creativa para Adolescentes en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Ático26

Lara Coto

Lara es la coordinadora del Departamento de Atención al Alumno. Forma parte del equipo de Escuela de Escritores desde 2017, donde se ha formado en cursos de Escritura Creativa, Relato Breve y Proyectos Narrativos. Desde 2021 imparte clases de Escritura Creativa para jóvenes y adultos. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

Más información
Lucía Emmanuel, profesora de Escuela de Escritores - IMG300 - fotografía de Ático 26

Lucía Emmanuel

Licenciada en Física y Máster en Cultura Científica e Innovación. Forma parte del equipo de Escuela de Escritores en el área de Informática. Imparte un Laboratorio de metáforas y fue alumna de la IX Promoción del Máster de Narrativa de Escuela de Escritores. En 2019 participó en el curso europeo de formación de profesorado de la EACWP. En 2021 publicó su primer poemario, Muro con buganvilla, con la editorial Amargord, reeditado en 2024 por Buenos Aires Poetry.

Más información
Chiki Fabregat, fotografía de Isabel Wagemann- IMG2-675

Chiki Fabregat

Coordina el departamento de Literatura Infantil y Juvenil de la Escuela de Escritores. Ha publicado más de una docena de libros para infancia y adolescencia, entre los que destacan El cofre de Nadie, premio Gran Angular 2021, Recuérdame por qué he muerto, premio Torre del Agua 2023 o Un hada con el ala rota. También ha publicado, con la editorial Páginas de Espuma y Escuela de Escritores el manual Escribir Infantil y Juvenil.

Más información

Más información

Error: Formulario de contacto no encontrado.

Más información curso

    Compartir en