Los usos del futuro en narrativa

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Escrito por: ALEJANDRO MARCOS

El tiempo futuro es siempre uno de los menos utilizados en casi todos los idiomas, siendo aventajado, sin duda, por el uso del presente y del pasado. Es algo normal puesto que en la vida cotidiana solemos siempre hablar de lo que está sucediendo y lo que ha sucedido, siendo el futuro una incógnita para nosotros.

Blog de escritura de Escuela de Escritores, con Lara Coto, Alejandro Marcos, Chiki Fabregat, Jorge Corrales y Mariana Torres

Al ser la literatura un reflejo de la realidad, el futuro se emplea en la misma medida que se hace en el lenguaje cotidiano. Poniéndose casi por debajo del subjuntivo o el condicional.

En general hay algunas diferencias entre el uso del presente y del pasado, pero ambos tiempos se usan siempre para narrar acciones o acontecimientos. La principal diferencia es la distancia temporal que tienen esos acontecimientos con el momento en el que se cuentan. Si el narrador se encuentra en un momento posterior al tiempo en el que ocurrieron los hechos, lo más normal es que el pasado predomine como tiempo. Si, por el contrario, el narrador está contando los acontecimientos a medida que se producen, el presente será el tiempo principal.

Obviamente, hay que tener en cuenta que en casi todas las narraciones, por mucho que predomine un tiempo sobre otro, lo habitual y lo normal es que se produzca una mezcla entre ellos. De otro modo sí que apenas emplearíamos el futuro en narrativa.

Teniendo en cuenta la distancia temporal del narrador, emplearemos el futuro cuando el narrador se encuentre en una posición temporal previa a las acciones que van a suceder. Es decir, que narrará acontecimientos que aún no han sucedido en el momento en el que se cuentan.

Otra diferencia entre los tiempos es que, por norma general (sin establecer ninguna regla matemática), usamos el pasado cuando las reflexiones predominan sobre las acciones, mientras que el presente es un tiempo mucho más dinámico e inmediato, que invita más a la actuación que a la reflexión. Obviamente, con cualquiera de estos dos tiempos pueden escribirse reflexiones y acciones, pero es cierto que como lectores (y como escritores) sentimos esa tendencia. De hecho, no es extraño encontrar escritores que alternan entre un tiempo u otro en función de lo que quieren contar, saltando del pasado al presente cuando introducen la narración en una escena de acción. Esto es posible y funciona (no olvidemos el uso del presente histórico), pero yo recomiendo no utilizar esta mezcla si estamos comenzando a aprender a escribir. Es mejor dominar la coherencia narrativa en los tiempos verbales antes de establecer juegos con ellos.

En este caso, obviamente, el futuro tiene también sus peculiaridades. Normalmente usamos el futuro para hablar de premoniciones, maldiciones, amenazas o imposiciones. Generalmente, en estos casos, el futuro viene usado no en el narrador, sino en los diálogos que pronuncian los personajes. Todos estos usos lanzan la acción hacia al futuro, lo cual hará que el lector quiera saber qué va a pasar, si se van a cumplir esas profecías, esas amenazas o esas maldiciones. Es una buena manera de darle impulso a nuestras historias siempre y cuando no abusemos del recurso, obviamente.

El futuro destaca mucho en la narración y da un carácter imperativo a lo que se cuenta. Esta es una de las principales razones de que no haya apenas narraciones escritas en futuro ya que el lector puede llegar a cansarse rápidamente del uso de este tiempo debido a su intensidad. Yo solo he encontrado algún relato breve escrito usando este verbo en general y lo cierto es que su resultado no ha llegado a satisfacerme del todo, por eso he decidido no incluir ningún ejemplo dentro de este artículo y os animo a crear uno propio.

¿Esto significa que el futuro es un tiempo menor o que tenga menos importancia que el presente o el pasado? Para nada. Como ya he dicho arriba, es imprescindible tener en cuenta que lo normal en una narración es alternar distintos tiempos verbales para dar coherencia a la narración. El futuro será necesario quizás menos veces que sus otros dos hermanos temporales, pero es innegable que su función es imprescindible.

Otro uso del futuro aparte de los ya mencionados lo podemos encontrar en las anticipaciones hechas por el narrador. Estas anticipaciones aumentan la tensión dramática y sirven para mantener enganchado al lector. Algo parecido a los resúmenes del capítulo siguiente que emiten después de algunas series para asegurarse que el espectador estará allí en la próxima emisión. Este uso es verdaderamente útil, pero hay que tener en cuenta que su mal uso puede provocar que perdamos la confianza del lector ya que le hemos prometido algo que deberemos cumplir o al menos que deberá cubrir las expectativas que el lector se haya creado.

Por ejemplo: un narrador puede decir en determinado momento que al personaje le han detectado una enfermedad y que en dos semanas estará muerto o que en dos semanas tendrá una operación. Si nuestro personaje debe realizar algo antes de esa fecha, la tensión dramática aumenta mucho porque como lectores querremos saber si llegará a conseguirlo o no. Si pasado ese plazo, al lector no le damos aquello que le hemos prometido, es probable que rompamos el pacto con el lector y, por tanto, que perdamos su confianza, quizás para siempre.

Por último, un uso que ya apenas encontramos en la escritura actual es el uso omnisciente del narrador omnisciente (valga la redundancia). En este uso, que es parecido a las anticipaciones, pero de una forma más exagerada, el narrador hace alarde de su conocimiento ilimitado sobre los personajes y nos destripa cosas que sucederán en el futuro más alejado. Por ejemplo: «Juan nunca llegará a saber que aquella desconocida podría haber sido la mujer de sus sueños». Esto es algo que no debemos hacer a la hora de escribir. Estamos hablando de un futuro posible que nunca va a darse, pero que el narrador ya conoce y hace alarde de ello. En este caso, como podéis comprobar, es mejor no usar el futuro.

Espero haberos dado un poco de curiosidad por este tiempo y que os atreváis a jugar con él para escribir por fin una historia en futuro que funcione en condiciones. Desde aquí os animo a intentarlo y a jugar.

Acerca de los autores

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Alejandro Marcos

Coordina el Itinerario Centauros más allá de Orión de literatura fantástica, ciencia ficción y terror, en el que imparte clases desde hace casi diez años. Ha publicado las novelas fantásticas El final del duelo, Vendrán del este (ambas con Orciny Press) y Cástor y Pólux (con Ediciones el Transbordador). En enero de 2024 la novela de terror La hora de las moscas con Plaza & Janés. Además ha participado en varios manuales de escritura de Páginas de Espuma y en varias antologías de relato fantástico.

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Chiki Fabregat

Coordina el departamento de Literatura Infantil y Juvenil de la Escuela de Escritores. Ha publicado más de una docena de libros para infancia y adolescencia, entre los que destacan El cofre de Nadie, premio Gran Angular 2021, Recuérdame por qué he muerto, premio Torre del Agua 2023 o Un hada con el ala rota. También ha publicado, con la editorial Páginas de Espuma y Escuela de Escritores el manual Escribir Infantil y Juvenil.

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Jorge Corrales

Redactor de nuestro canal de Twitter. Es Licenciado en Filología Hispánica y diplomado en Guion por la ECAM. En los últimos años ha desarrollado su actividad como escritor en redes sociales, donde acumula decenas de miles de seguidores. Cada viernes, los relatos que publica en su perfil personal se convierten en historias virales en Twitter. Entre 2012 y 2022 ha sido profesor de español y Escritura Creativa en la ciudad de Berlín.

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Lara Coto, profesora de Escritura Creativa para Adolescentes en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Ático26

Lara Coto

Lara es la coordinadora del Departamento de Atención al Alumno. Forma parte del equipo de Escuela de Escritores desde 2017, donde se ha formado en cursos de Escritura Creativa, Relato Breve y Proyectos Narrativos. Desde 2021 imparte clases de Escritura Creativa para jóvenes y adultos. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

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Mariana Torres, profesora del Máster de Narrativa en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Gaby Jongenelen

Mariana Torres

Nació en Brasil en 1981, y reside en Madrid. Es diplomada en Guion por la ECAM y forma parte de Escuela de Escritores, donde imparte clases desde 2004. Su libro de relatos, El cuerpo secreto, fue publicado en Páginas de Espuma en 2015. Como escritora forma parte del proyecto CELA (2017-2019) y de la lista Bogotá 39 seleccionada por el Hay Festival (Bogotá39-2017).

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