Escrito por: ALEJANDRO MARCOS

Como nos encontramos en el mes espeluznante, nos gustaría proponeros una lectura acorde:  El exorcismo de mi mejor amiga. Se trata de una novela escrita por Grady Hendrix y publicada por Minotauro en España en 2022.

La traducción la ha realizado Joan Josep Mussarra Roca. El autor es también conocido por Grupo de ayuda para final girls o Guía del club de lectura para matar vampiros. Además, se ha rodado una película sobre el libro que aún no se ha estrenado y a la que estaremos muy atentos.

¿Por qué os recomendamos este libro? Tal y como recrea la portada de la novela, El exorcismo de mi mejor amiga es una historia tan disfrutable como cualquier película que se alquilaba en los vidoclubs. Tiene ese aire a historia ochentera de terror y aventura que tan bien han sabido recrear otros fenómenos recientes como Stranger Things.

La novela nos cuenta la historia de dos amigas que viven en una pequeña ciudad de Estados Unidos durante los años ochenta. Una noche, una de ellas se pierde desnuda en el bosque y regresa siendo otra persona diferente. Esas diferencias harán que las amigas se separen y que comiencen a suceder cosas extrañas (y desagradables) alrededor de la protagonista. Esta nunca cejará en su empeño de recuperar a su amiga y, finalmente, contactará con un exorcista que la ayude a lograrlo. Como podéis imaginar, nada sale como se lo espera la protagonista.

El libro se lee de forma rápida, es entretenido y muy ligero. Lo que uno espera encontrar en un buen producto de entretenimiento. Además, tiene la virtud de estar bien escrito y muy bien traducido. Sin duda, una gran lectura para este otoño, ya que el ambiente frío, de noches largas y árboles sin hojas, va a venir de lujo para introducirnos de lleno en la lectura.

Por supuesto, la novela tiene algunos aspectos que no nos han acabado de gustar, pero la verdad es que no desmerecen el conjunto de la obra. De todos modos, vamos a detenernos en ellos para que dispongáis de toda la información antes de acercaros al libro.

El principal problema que presenta el libro es su ritmo. La tensión dramática no crece de forma exponencial, sino que tiene un gran comienzo y después se desinfla hasta que los acontecimientos consiguen interesarnos otra vez. Toda la evolución de la amiga poseída es demasiado lenta, se repiten sin cesar las escenas en las que la protagonista intenta acercarse a ella y es rechazada. En una novela es necesario que haya momentos valle que nos hagan «vivir» dentro de la historia (como os contamos aquí), pero cuando esos valles están descompensados, el lector siente que la trama y el argumento no avanzan.

Al hilo de esto, uno tiene la sensación en algún momento de que la novela ha sido inflada con referencias ochenteras a música y cine solo para apelar a la nostalgia del lector. Todos sabemos que este es un apartado muy atractivo de estas obras y que es parte de la razón de su éxito. Aun así, la nostalgia no puede convertirse en el único atractivo para la historia. En ningún caso. Sucede lo mismo cuando leemos una novela de fantasía en la que el autor se entretenga más de la cuenta en la construcción de mundo o una de ciencia ficción en la que se abuse de la explicación científica.

Este ritmo decaído, consigue, además, que el terror se diluya. Hay escenas muy buenas y el autor consigue pintar imágenes perturbadoras y poderosas, pero estas imágenes están demasiado separadas en la novela. En un ochenta por ciento, la novela es una novela costumbrista sobre un instituto en los ochenta. Todo aquel que tenga predilección por el género de terror puede verse decepcionado. Da la impresión de que el autor se ha contenido en ese aspecto y que muchas cosas que se anuncian y que podrían haber pasado, no llegan a pasar. Un montón de cosas terroríficas se convierten en un montón de cosas molestas que llegan a ser casi terroríficas, pero que no se atreven a cruzar la línea. Ni siquiera cuando, como decía Stephen King, el autor podría habernos asustado usando el asco.

Por otro lado, la parte final del libro sobra un poco. Como lector, no nos interesa mucho lo que sucede después del exorcismo y, de interesarnos, en ningún caso lo hace para justificar un final tan largo. La novela continúa después del desenlace, con la tensión narrativa por los suelos y sin dejar nada a la imaginación del lector. Esto contrasta con el comienzo, en el que se anticipan algunas cosas que no llegan a resolverse (o no del todo).

En general, mi impresión es que hubiera sido mejor novela corta que novela y que alguien, sea autor o editor, se ha dejado seducir por las novelas largas. Es un claro ejemplo de cómo se puede poner en peligro una buena historia por dejarse llevar demasiado por la ambientación o por querer contarlo todo de los personajes.

Aun así, El exorcismo de mi mejor amiga es una gran novela de cambio. Una forma entretenida de contar el típico paso de la infancia a la edad adulta y una metáfora de lo extraña que puede ser la adolescencia. Tanto, que incluso puede dar la impresión de que nuestros amigos (o nosotros mismos) han sido poseídos por algún demonio. En ese nivel, la novela funciona a la perfección y, a pesar de los problemas de ritmo, el hecho de que esté bien escrita hace que nunca se haga pesada de leer. Se agradece que haya autores intentando hacer cosas nuevas con cierta calidad literaria.

Una novela más que recomendable para un fin de semana lluvioso en casa. Si puede ser una casa grande con muchos ruidos desconocidos, mejor que mejor. Y si conseguís una chimenea, ya alcanzáis otros diez puntos.

Dejadnos en los comentarios vuestra impresión del libro si lo leéis. Nosotros, por nuestra parte, estamos esperando la película como agua de mayo.