Todas las entradas de: Blog de escritura

Escrito por: ALEJANDRO MARCOS

Si hay un elemento que diferencia la narrativa de cualquier otra expresión artística literaria es el cambio. Cuando contamos una historia, lo que contamos en realidad es una historia de cómo ha cambiado algo o alguien. Por eso es tan complicado hacer narrativa con anécdotas o con los recuerdos. Las personas cambian. Sí, pero no en un sentido narrativo.

Blog de escritura de Escuela de Escritores, con Lara Coto, Alejandro Marcos, Chiki Fabregat, Jorge Corrales y Mariana Torres

En narrativa, el cambio viene propiciado siempre por aquello que ha sucedido en la narración, es un efecto provocado por algo que ha aparecido previamente. Preferentemente, por una acción o una decisión que venga del propio protagonista. En la vida real eso no se produce así. Cambiamos por muchísimas razones que, la mayoría de las veces, no guardan una relación directa con lo que estamos viviendo (al menos en el mismo momento).

Ya hablamos de la dificultad de trabajar con la memoria y con las anécdotas, por lo que no voy a entrar de nuevo en ello. Esta semana me gustaría hablaros del cambio en narrativa.

Fijaos que en la primera frase ya se puede distinguir la narrativa del ensayo o de la estampa, pero no del teatro, o incluso de la poesía. En estos dos géneros encontramos (sobre todo en el primero) mucha narrativa. El teatro es completamente narrativo; la poesía no siempre. Como no domino ninguno de los dos géneros, todos mis comentarios sobre el cambio se van a centrar en la narrativa en prosa, especialmente en la narrativa en el relato y en la novela.

El cambio no es solo un elemento definitorio que nos ayudará a diferenciar nuestros textos de las anécdotas o las meras descripciones, también es un elemento muy importante del engranaje de un texto. El cambio nos ayuda a cerrar una historia, a dar sensación de redondez y a potenciar que lo que hemos contado importa, tiene un sentido, «sirve» para algo. Cuidado con ese servir, que no me refiero a que el cambio convierta en útil nuestro texto. La literatura no tiene que ser útil, debe ser literatura. Probablemente si es útil también deje de ser literatura y se convierta en otra cosa, quizás un panfleto.

Volviendo al tema, cuando leemos una historia en la que no se produzca algún cambio en el personaje o en el mundo en el que se ambienta la historia, es muy fácil que pensemos: ¿Y? Estas historias sin cambio son las que pueden hacernos pensar que el escritor ha decidido terminar cuando se ha cansado, no cuando el argumento se ha resuelto. A veces no es así, evidentemente, a veces ese efecto es pretendido y sirve para resaltar, precisamente, el cambio.

Cuando hablamos de cambio hay que entender que no siempre se trata de un cambio brusco (que un personaje monte una guardería cuando odiaba a los niños, por ejemplo), a veces, sobre todo si hablamos de relato, es mucho más que suficiente con un cambio sencillo. Es habitual cuando comenzamos a escribir, asociar ese cambio en la personalidad del personaje con un cambio físico en el mismo (la típica mujer que se divorcia y se corta el pelo), pero hay que tener en cuenta que ese cambio físico no nos valdrá si no va aparejado de un cambio interior. Nuestro texto se sentirá vacío.

Habrá otras ocasiones, por ejemplo, en que el personaje muera y creamos que con eso también es suficiente. Hay que tener cuidado con las muertes de los personajes para que no parezcan una salida sencilla y un cierre precipitado de la historia. La muerte tiene que tener un sentido con lo que se cuenta y con la evolución del personaje.

Podemos encontrar historias en las que los personajes no cambien y sí que lo haga su entorno, la sociedad o el mundo en el que se mueven. Es raro, pero puede ser. Lo más normal es que ese cambio en el mundo o en la sociedad venga acompañado de un cambio en el protagonista. Incluso suele coincidir con un cambio en varios personajes. Muchas historias de épica fantástica encajan dentro de este molde. No olvidemos que una de las principales características de la épica es mostrar un cambio de paradigma.

Por último, es importante recalcar que hay historias en las que no hay ningún cambio y funcionan. ¿Por qué? Precisamente porque lo que quieren contar es esa historia de un personaje que no es capaz de cambiar por muchas cosas que le sucedan. O, si hablamos de un cambio ambiental, de una imposibilidad de cambiar el sistema o el mundo en el que se ambienta la historia. En este caso, solo funcionará la historia si somos totalmente conscientes de ello y construimos la historia con esa finalidad. Si nos surge de manera espontánea, normalmente provocará un problema.

Lo más normal es que nos cueste mucho introducir cambios de manera natural en nuestras historias. Por mucho que hayamos leído, siempre es un elemento peliagudo que provoca muchos quebraderos de cabeza. Sobre todo, a los escritores primerizos. Mi consejo en este aspecto es sentarse, una vez tenemos creado el personaje, y pensar en cómo queremos que acabe nuestro personaje, quién queremos que sea al final de la historia, cuando todo haya terminado. Si queremos un cambio radical, tendremos que construir la historia de manera que aquello que viva o que le suceda sea suficiente para construir ese cambio. Cuanto más drástico sea el cambio, más tendremos que trabajar el personaje y lo que le suceda y, probablemente, más páginas tendremos que dedicarle a la evolución en la historia. No es nada recomendado para relatos, en los que el cambio suele ser mínimo o incluso sugerido. En estas ocasiones, el relato acabará y seremos nosotros, los lectores, los que tendremos que deducir cómo va a cambiar el personaje. Solo nos dejan intuir que está empezando a cambiar y que esa tendencia probablemente continúe en el tiempo. Es una técnica muy potente, pero también muy complicada de conseguir. La sutilidad en mostrar el cambio es importante porque el lector tiene que percibir que está, tener la sensación de que el personaje ha cambiado, pero tampoco ser excesivamente consciente de ello.

Cuando forzamos a nuestro personaje a cambiar es cuando se producen los problemas de coherencia y cohesión con el personaje. Cuando no nos los acabamos de creer. Pasa muchas veces con algunas series que duran muchas temporadas, en las que los personajes van dando bandazos solo para favorecer a la peripecia, sin que se tenga en cuenta el arco argumental del personaje. Eso hace que el lector, el espectador en este caso, se quede confuso y con una leve sensación de que han jugado con él.

Como veis, hay mucho sobre lo que hablar en el cambio. Es importante que, aunque no le deis mucha importancia, sí que empecéis a reflexionar sobre él de vez en cuando para ir interiorizando su necesidad mientras escribís.

Acerca de los autores

Alejandro Marcos, fotografía de Isabel Wagemann- IMG2-675

Alejandro Marcos

Coordina el Itinerario Centauros más allá de Orión de literatura fantástica, ciencia ficción y terror, en el que imparte clases desde hace casi diez años. Ha publicado las novelas fantásticas El final del duelo, Vendrán del este (ambas con Orciny Press) y Cástor y Pólux (con Ediciones el Transbordador). En enero de 2024 la novela de terror La hora de las moscas con Plaza & Janés. Además ha participado en varios manuales de escritura de Páginas de Espuma y en varias antologías de relato fantástico.

Más información
Chiki Fabregat, fotografía de Isabel Wagemann- IMG2-675

Chiki Fabregat

Coordina el departamento de Literatura Infantil y Juvenil de la Escuela de Escritores. Ha publicado más de una docena de libros para infancia y adolescencia, entre los que destacan El cofre de Nadie, premio Gran Angular 2021, Recuérdame por qué he muerto, premio Torre del Agua 2023 o Un hada con el ala rota. También ha publicado, con la editorial Páginas de Espuma y Escuela de Escritores el manual Escribir Infantil y Juvenil.

Más información
Jorge Corrales - IMG300

Jorge Corrales

Redactor de nuestro canal de Twitter. Es Licenciado en Filología Hispánica y diplomado en Guion por la ECAM. En los últimos años ha desarrollado su actividad como escritor en redes sociales, donde acumula decenas de miles de seguidores. Cada viernes, los relatos que publica en su perfil personal se convierten en historias virales en Twitter. Entre 2012 y 2022 ha sido profesor de español y Escritura Creativa en la ciudad de Berlín.

Más información
Lara Coto, profesora de Escritura Creativa para Adolescentes en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Ático26

Lara Coto

Lara es la coordinadora del Departamento de Atención al Alumno. Forma parte del equipo de Escuela de Escritores desde 2017, donde se ha formado en cursos de Escritura Creativa, Relato Breve y Proyectos Narrativos. Desde 2021 imparte clases de Escritura Creativa para jóvenes y adultos. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

Más información
Mariana Torres, profesora del Máster de Narrativa en Escuela de Escritores - IMG570 - fotografía de Gaby Jongenelen

Mariana Torres

Nació en Brasil en 1981, y reside en Madrid. Es diplomada en Guion por la ECAM y forma parte de Escuela de Escritores, donde imparte clases desde 2004. Su libro de relatos, El cuerpo secreto, fue publicado en Páginas de Espuma en 2015. Como escritora forma parte del proyecto CELA (2017-2019) y de la lista Bogotá 39 seleccionada por el Hay Festival (Bogotá39-2017).

Más información

Más información

Error: Formulario de contacto no encontrado.

Más información curso

    Compartir en