¿Podemos aumentar nuestra persuasión cuando nos comunicamos?

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Escrito por: MARÍA VILLARAVIZ

Cuando comunicamos con persuasión, quien nos escucha confía en nosotros. Por lo tanto, podríamos decir que persuasión y confianza van de la mano en el mundo de la comunicación. Aun así, creo que es necesario aclarar este punto para evitar disgustos y es que, aunque persuasión y confianza van de la mano, esto no quiere decir que todas las personas persuasivas sean sinceras y honestas, así que cuidado con la persuasión porque a veces trae consigo mensajes poco veraces y manipulativos, aunque nos los cuenten con mucha contundencia.

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En ocasiones somos persuasivos de manera explícita, sabiendo que si utilizamos esta palabra en vez de esta otra conseguiremos nuestros objetivos de manera óptima, en otras ocasiones, ni siquiera nos damos cuenta de qué estrategias estamos utilizando y, aun así, funciona.

En la persuasión entra en juego desde lo que decimos hasta cómo lo decimos, hay elementos en los que podemos influir y otros que vienen de serie como, por ejemplo, la voz. Hay personas que tienen una voz más grave y profunda, esa voz radiofónica que podemos estar escuchando durante horas; si bien la voz se puede educar, tener la voz más o menos grave depende, en cierta medida, de la longitud de nuestras cuerdas vocales, esto no podemos manejarlo a nuestro antojo, pero sí que podemos aprender a proyectar la voz desde debajo de nuestro pecho con nuestro diafragma. La postura erguida también ayuda a la proyección de la voz y, por supuesto, la hidratación de las cuerdas vocales bebiendo abundante agua. Así que, si quiero ser una persona más persuasiva tengo que ser consciente de cómo manejo mi voz. Si bien, entrenar la voz es algo que requiere tiempo y paciencia. Otra vía a explorar para mejorar la persuasión es poner foco en la corporalidad. Nuestro cuerpo comunica mucho más de lo que pensamos, por lo tanto, una postura firme, pero no rígida, va a ayudar mucho a proyectar una imagen de seguridad y mejorar nuestra persuasión. Los gestos deben acompañar de manera clara y coherente al mensaje que queremos transmitir, así como a la voz. Si queremos transmitir tranquilidad pero no dejamos de movernos, el cerebro de nuestro receptor hallará incoherencia en el mensaje y perderemos persuasión.

Tenemos aquí el tridente de la persuasión: mensaje, voz, cuerpo. No podemos desatender a ninguno de los tres si queremos ser personas persuasivas.

Vamos a ver algunos elementos que podemos tener en cuenta para mejorar nuestra persuasión a través del mensaje que emitimos, estos elementos están inspirados en el autor Robert Cialdini:

  • La autoridad: este elemento tiene que ver con cuánto dominamos o no un tema. De hecho, cuando alguien es un referente en una materia le otorgamos mayor credibilidad a lo que dice que si no lo consideramos un referente. Por ejemplo, si tengo un amigo valenciano que hace paella todos los domingos, es más fácil que tenga en cuenta sus consejos sobre el arroz que si me da los consejos un amigo británico que está aprendiendo a hacer paellas, aunque también viva en Valencia. Seremos más persuasivos si podemos acreditar nuestra experiencia o conocimiento. A veces, la autoridad viene dada por el rol que tenemos.
  • Reciprocidad: es más persuasiva una persona cuando al pedirnos que hagamos algo nos comunica qué beneficio tendrá eso para nosotros a corto, medio o largo plazo.
  • Empatía: cuando quien habla lo hace mostrando empatía con la audiencia, adaptando el mensaje al perfil y modulando el registro, genera un clima más propicio a la escucha que si quien habla lo hace desde su perspectiva sin ningún tipo de adaptación a la audiencia.
  • Coherencia: este es un elemento básico, pero lo traigo aquí porque es necesario recordarlo, si digo una cosa pero hago lo contrario, mi nivel de persuasión cae en picado, no solo en el asunto que está encima de la mesa, sino en todos los asuntos.
  • Exclusividad: si quieres mejorar tu persuasión llama a las personas por su nombre, que sepan que lo que les estas diciendo es exclusivo y para ellas, no hay nada menos persuasivo que un mensaje estándar que se ve que es el mismo para todo el mundo, cuidado los que enviáis correos comerciales, se ve desde lejos cuando el mensaje ha salido de una churrera, que no te extrañe si luego nadie te contesta.
  • Aprobación social: si quieres ser una persona más persuasiva, otra herramienta que puedes usar es demostrar que lo que estás diciendo ya lo ha probado más gente. En general, las personas necesitamos saber que las cosas ya las han probado otros, ser sujetos experimentales es algo que tiene poco de atractivo.

Así que ya sabes, la persuasión es un entrenamiento en el que tienes que combinar correctamente tres ingredientes: voz, cuerpo y mensaje. Y sí, respondiendo a la respuesta del título, si entrenas puedes aumentar tu persuasión.

Acerca del autor

María Villarraviz, colaboradora del blog EdE Empresas -IMG570

María Villaraviz

La creatividad, la comunicación y las emociones en el entorno profesional son algunas de las áreas de trabajo de María. Licenciada en Filosofía, especialista en RRHH con más de 20 años de trayectoria como consultora de desarrollo, así como counseller y facilitadora de aprendizaje.

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