Por Begoña Olabarrieta

Que la comunicación ha cambiado es un hecho; no descubrimos nada nuevo. Que mucho de lo que aprendimos en las escuelas de Periodismo del siglo XX está ya casi obsoleto, tampoco es una sorpresa. Lo que es una novedad, para los que interiorizamos ciertas máximas en aquellos años, es la necesidad, casi urgente, de aprender a combinar el buen hacer de lo antiguo con lo que está por venir.

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Por Catherine Mordos

Twitter era un caso de éxito casi de libro. Una de las primeras, brillante en su concepto de interacción en tiempo real, y reflejo –un poco exagerado– de la realidad social. Incluso fue una herramienta de trabajo, utilizada por periodistas y medios de comunicación, para obtener y dar información actualizada al minuto y sin barreras.

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Por Catherine Mordos

La plataforma china TikTok es un buen ejemplo de cómo, en pocos años, pasar de ser un escaparate frívolo de adolescentes bailando y ejecutando retos absurdos –y no pocas veces peligrosos– a ser algo mucho más valioso. Hasta convertirse en uno de mercados económicos más florecientes, en el que las marcas empiezan a poner el foco como pieza clave de sus estrategias de marketing.

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Por Catherine Mordos

Son famosas. Tienen miles de seguidores, cientos de miles de «me gusta» en Instagram… Y no existen. Hablamos de inteligencia artificial. Algunas agencias, al calor de la irrupción de la IA generativa, ya han apostado por «inventar» influencers mediante inteligencia artificial. ¿Cómo está irrumpiendo la IA en las cuentas oficiales de redes sociales? ¿Y particularmente en Instagram? ¿Hacia dónde se dirige el sector? Estas y otras preguntas interesantes son las que responde Catherine Mordos en este artículo.

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Por Luis Merino

Si estas utilizando algún modelo de lenguaje del tipo ChatGPT o Gemini, estoy seguro de que en algún momento te habrás preguntado cómo demonios una máquina puede ser tan lista. A estos modelos les puedes pedir que escriban un cuento, un anuncio publicitario para un producto en Instagram o una receta de cocina y lo hacen al instante. En la mayor parte de las ocasiones, el resultado no es brillante, pero tampoco es malo e incluso puede mejorar ya que cuanto más concreta y precisa es la pregunta que se les formula, más acertada es la respuesta que ofrecen. Pero, ¿son realmente inteligentes estos modelos?

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Por Luis Merino

Si hace poco descubriste ChatGPT o un modelo de lenguaje similar (Gemini, LlaMA, etc.), y te pusiste a trastear con él para «saber de qué va eso», o te acercaste de forma profesional con la intención de innovar en tu área de negocio, lo más probable es que en ambos casos hayas pasado un tiempo experimentando por tu cuenta, entre otras cosas porque no existe una única fórmula mágica exacta para dar instrucciones al modelo y, además, la manera en la que se interactúa con cada modelo (prompting) difiere en algunos aspectos. Si al poco tiempo has obtenido buenos resultados, lo más probable es que te vengas arriba y pises a fondo sin ser consciente de si vienen curvas. La mala noticia es que las hay.

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Por María Villaraviz

Una de las claves de la comunicación es transmitir seguridad y firmeza para mejorar el impacto e influencia que tenemos en los demás. Para empezar, es importante diferenciar entre comunicación firme y comunicación rígida, que pueden parecer similares, pero tienen características marcadamente diferentes. Hay personas que tienden a confundir la rigidez con la seguridad, por eso es tan importante conocer las diferencias.

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Por Bruno Galindo

Detrás de un buen podcast suele haber un buen equipo. Y si no lo hay, existe al menos una persona que sabe todo lo que hay que hacer. ¿Y qué hay que hacer? Obviamente dependerá del tipo de podcast del que hablemos: no será lo mismo un conversacional —cuatro críticos de cine hablando de las últimas películas de la temporada— que una narrativa de ficción (un cuento de Navidad con una docena de actores), un reportaje periodístico sobre un crimen olvidado que una serie dedicada al mindfulness. Todos esos formatos —ya estén concebidos en un dormitorio o en una gran empresa, ya sean piezas únicas o serializados— tienen sus especificidades, pero también requieren una serie de destrezas comunes. Te hablaré aquí de estas últimas.

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Por Catherine Mordos

Si la red social X (la antigua Twitter) es un escaparate informal y abierto en el que casi todo está permitido, incluso los errores, LinkedIn es un terreno bastante más resbaladizo y cerrado. Un campo de maniobras profesional, en el que las formas cuentan tanto como las estrategias y donde la credibilidad puede ponerse en juego en un simple post. De ahí que, para muchos, sea una plataforma complicada y distante, en la que «hay que estar» aunque sea con la táctica del «menos es más». Es decir, publicar poco para no arriesgar mucho.

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Por Fernando de Córdoba

Uno de los superpoderes más interesantes de una estrategia de contenidos es su capacidad para ayudar a que la marca crezca y amplíe sus significados. Normalmente, una estrategia de contenidos aborda los temas que, de manera natural, la gente espera de tu marca. Y eso, queramos o no, suele estar muy relacionado con lo que fabricamos. Es decir, si te dedicas a fabricar muebles, es muy probable que la gente espere de ti, a priori, consejos, información, ideas de decoración o diseño… Es lógico: cuando la marca no está plenamente desarrollada en la mente del consumidor y aún no saben con qué rellenar ese «cajoncito mental» que queremos ocupar, nos van a juzgar por nuestro producto.

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