Crónicas europeas: Primera entrada

Entrada escrita por: Lara Coto
para Proyecto CELA (Connecting European Literary Artists)
desde: deBuren & Passa Porta, Bruselas, del 23 al 27 de septiembre, 2017
 

Las brigadas literarias de Bruselas

5 de octubre, 2017

Hace una semana que volvimos de Bruselas y todavía no se ha disipado la nube de emoción que nos envuelve desde que pisamos tierras belgas. De hecho, nada se ha disipado: ni la excitación, ni las largas listas de tareas, ni el desconcierto digestivo que implica cenar a las 18:00. Pero la emoción es lo más presente. La emoción lo cubre todo.

Formamos parte de algo muy grande, y los proyectos grandes, como todo el mundo sabe, siempre vienen de la fábrica con un amasijo de sensaciones contradictorias. Así que la nube de emoción se compone principalmente de alegría, nervios, agradecimiento, estrés, ilusión e incredulidad.

Así, a grandes rasgos, como resumen.

Lo primero es lo primero: hablemos de CELA

CELA son las siglas de Connecting Emerging Literary Artists, un proyecto financiado por Creative Europe, el programa de la UE dedicado a construir ciudadanía europea fomentando el intercambio artístico y creativo.

Este proyecto nació como respuesta al desequilibrio que existe en el sector literario internacional hoy en día, y tiene el objetivo de dar a conocer a los artistas emergentes del panorama literario más allá de su país. En pocas palabras: sacar el arte de sus fronteras y moverlo por toda Europa.

Obviamente, un proyecto como ese no se podía pensar en pequeño. Así que las organizaciones y profesionales que idearon CELA concibieron el programa como un plan de dos años: el primero estará dedicado a conectar y formar a escritores, traductores y profesionales literarios de diferentes países de Europa, y el segundo, a darlos a conocer por distintos eventos y festivales a nivel internacional.

Sí. Como decía, es un proyecto muy grande.

Y Escuela de Escritores forma parte de él. De hecho, somos los especialistas en formación, porque cada una de las instituciones que forma parte del CELA tiene su propia especialización: por ejemplo, los portugueses de Booktailors son agentes literarios y especialistas en marketing, los italianos están centrados en la Feria del Libro de Pisa, y los rumanos tienen la plataforma Cinepub. Para ponernos al nivel de nuestros compañeros, en cuanto nos dieron la buena noticia de que formábamos parte del proyecto, nos pusimos en marcha para reclutar nuestra propia brigada de escritores y traductores, encabezada por un editor como profesional literario. Cuando llegamos a Bruselas todos juntos solo éramos once, pero nos sentíamos como cientos.

Paraguas, risas y brigadas literarias

Ahí estábamos, el 23 de septiembre, el Spanish Team, en Bruselas, agotados por un viaje accidentado a causa de la niebla que nos impidió aterrizar en Bruselas a la primera —habíamos tardado seis horas en hacer un recorrido de dos— y sobre todo, expectantes. Nos habíamos levantado a las 4 de la mañana para coger un avión, así que ganas y entusiasmo no nos faltaban.

El equipo de deBuren nos recibió encabezado por Willem y su paraguas de ardillas, objeto que se ha convertido en la estrella y mascota del proyecto. Usar un paraguas como bandera indicativa para guiar a grandes grupos ya tiene su magia, pero si el paraguas tiene un estampado de ardillas, la experiencia se vuelve memorable.

Willem y sus ardillas no fueron los únicos que se ganaron nuestro cariño en cuestión de horas. También estaba Frank Tazelaar, de Wintertuin. Yo no le conocía hasta este viaje, pero en Escuela de Escritores ya era toda una institución, y ahora entiendo por qué: alguien capaz de hacer que te duela la tripa de tanto reírte está destinado a triunfar allá donde vaya. Y estaba Noortje, también de Wintertuin, que tenía la mejor risa del mundo y una capacidad maravillosa para hacernos sentir arropados y organizados en medio del caos. Y el resto de la gente de Wintertuin, de deBuren y de Passa Porta, que convirtieron Bruselas en nuestra casa.

Pero el momento culminante del viaje, y cuando creo que la nube de emoción llegó a su máximo apogeo, fue cuando todas las brigadas de escritores, traductores y profesionales literarios de las siete instituciones que componen el proyecto se reunieron por fin bajo el mismo techo. Entonces sí fuimos todos conscientes de que no estábamos solo ante un viaje de preparación del proyecto o ante una experiencia nueva. Estábamos ante una enorme oportunidad. La oportunidad de conocer a personas con nuestras mismas inquietudes, pero de países muy distintos; la oportunidad de compartir nuestra montaña rusa emocional con los que serían nuestros compañeros en una hermosa y aterradora travesía de dos años; y la oportunidad de crecer como escritores, como lectores, como profesionales y como traductores. De crecer mucho, en muchas direcciones y en muy poco tiempo.

Lo que queda por contar

Podría contar muchas más cosas de este viaje: que cogíamos un tren cada día desde Amberes hasta Bruselas cuyo trayecto de 50 minutos daba para muchas risas y mucho amor; que la cerveza belga se convirtió en el plato favorito del menú para los españoles —somos muy remilgados para eso de salir de la dieta mediterránea, ¡pero es que es una gran dieta!—; que protagonizamos algunas citas exprés en mesas de cuatro personas, llenas de reflexiones y confesiones literarias.

Y que nuestro acento español nos jugó una mala pasada muy divertida cuando intentamos decir “caos” (chaos) y acabamos diciendo “vacas” (cows). Media hora estuvimos hablando con nuestros compañeros holandeses sin saber que en realidad no hablábamos de lo mismo. Lost in translation.

Pues sí, podría pasarme horas hablando del viaje, pero la verdad es que esto es solo el principio. Lo que nos espera son dos años tan largos y tan grandes como el proyecto. Nuestra brigada de escritores, traductores y profesionales se separará para visitar otros países, formarse, escribir y traducir. Nosotros mismos tendremos la oportunidad de recibir en Escuela de Escritores a profesionales, traductores y escritores de otros países. Y es que la esencia de CELA es el intercambio. En definitiva, pasaremos dos años enteros conectando y creciendo, porque de eso va la cosa: de conectar y de crecer.

Y por supuesto, queremos que vosotros también forméis parte de ello.

Por eso hemos creado este blog: para que los escritores, traductores y profesionales de nuestra brigada puedan compartir sus viajes y sus experiencias con todas las personas que componen Escuela de Escritores, que somos nosotros, pero también sois vosotros.

Y así, ¿por qué no?, conectaremos y creceremos a todos los niveles.

Yo soy Lara Coto, y me encargo de la gestión logística del proyecto junto a Germán Solís. Aquí tenéis al Spanish Team al completo, frente a la puerta de deBuren, el penúltimo día del encuentro:

La próxima entrada la escribirá Roberto Osa que, ahora mismo y hasta el 15 de octubre, está en Wintertuin, disfrutando de las primeras semanas de residencias para escritores. ¡Hasta entonces!

El equipo de Escuela de Escritores para #CELA

Director: Javier Sagarna
Producción y logística: Germán Solís y Lara Coto

Profesional literario

  • Pablo Mazo (Madrid)

Escritores

  • Matías Candeira (Madrid)
  • Roberto Osa (Madrid)
  • Mariana Torres (Madrid)

Traductores

  • Del italiano: Paula Caballero (Málaga)
  • Del nerlandés: Guillermo Briz (Utrech) e Irene de la Torre (Madrid)
  • Del portugués: Lara Carrión (Murcia)
  • Del rumano: Corina Oproae (Barcelona)

 

#CELA
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Este proyecto es posible y está siendo financiado por el programa Europa Creativa de la Unión Europa. Queremos agradecer a la EACWP la gran oportunidad que nos brinda de cara al intercambio con otras escuelas europeas. En especial a Ana Guerberov, por su inestimable ayuda a la hora de seleccionar los traductores de nuestro equipo.

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