Encuentro de escuelas de escritores en el Festival de Pordenone

Escribir, no tener prisa, y disfrutar

Javier Sagarna, director de Escuela de Escritores, ha sido invitado por el Festival Literario de Pordenone (Italia) en su 17ª edición para charlar, junto a Martino Gozzi, de la Escuela italiana Holden, y Alberto Garlini en torno la enseñanza de la Escritura Creativa en Europa. La charla ha tenido lugar en el Pallazo dela Provincia en la segunda jornada del festival.

Javier Sagarna y Martino Gozzi, después de repasar brevemente cómo surgieron y crecieron sus respectivas escuelas, explicaron en qué punto didáctico se encuentra cada una, y charlaron sobre los parecidos y diferencias de sus acercamientos pedagógicos. Ambos estaban de acuerdo que un artista-escritor debe ser sensible a todas las artes y tener una formación artística lo más completa posible. Destacaron la importancia de la lectura en la formación de un escritor: «no creo en los escritores que no leen», afirmó Javier con contundencia, y Martino añadió: «es necesario saber escuchar obras de Verdi, leer a Dostoievski y admirar un cuadro de Velázquez, por ejemplo».

También charlaron acerca del talento y el deseo. Comentaron que todos los países latinos tienen un concepto algo “romántico” del escritor y de su inspiración «divina». Y que, aunque el talento no se enseña, sí se puede hacer crecer, se puede ampliar la mirada de los alumnos. Hay que trabajar y potenciar lo que cada alumno ya «trae puesto», pero además enseñar el oficio: «un escritor sin oficio cuenta buenas historias en la barra del bar, pero no sabe escribirlas», aseguró Sagarna. Martino Gozzi habló del talento como resultado fruto de un ambiente y de la necesidad de las escuelas de ofrecer oportunidades para explotarlo en todos sus frentes.

Martino Gozzi explicó que las escuelas somos un catalizador, «hacemos avanzar a los alumnos gracias a profesores que llevan años enseñando este oficio y consiguiendo transmitir sus conocimientos a diferentes grupos. Las escuelas ofrecemos una experiencia más rica, y más rápida, en solitario podrían tardarse muchísimos años, y no sería nunca tan completa». Ambos destacaron que el escritor nunca se ha formado «solo», siempre ha tenido a sus espaldas un círculo de escritores que leían sus textos, ha tenido tertulias, correspondencia con otros, etc. «Las escuelas, ahora, cumplen ese papel, logran darle al escritor ese espacio de comunicación que tan importante es para su formación».

Alberto Garlini y Martino Gozzi coincidieron en subrayar el carácter esencialmente solitario del acto de escribir. A raíz de este último matiz, los ponentes charlaron sobre «la soledad del escritor». Javier Sagarna apuntó a esa gran contradicción que tiene el trabajo del escritor, que siendo un trabajo esencialmente solitario, es, al mismo tiempo, un acto de comunicación. «El trabajo del escritor ha de ser leído para ser algo«, aseguró. Y es esta segunda dimensión la que aportan actualmente las escuelas al escritor: el alumno está primero en su casa, escribiendo un texto; pero después acude con ese texto a clase y lo comparte con sus compañeros y con su profesor, que ejercen como primeros lectores; es el primer soporte fundamental. Cuando los textos de ese alumno son lo suficientemente sólidos, ya pasan al contexto editorial. «Todo este trabajo en conjunto es importante, a veces corremos el riesgo de tener un texto estupendo y que no se entere nadie, y eso es la muerte del texto», aseguró Sagarna.

Por último, los organizadores les pidieron tres consejos para los asistentes a la charla. Los de Javier Sagarna fueron los siguientes:

  • Escritor es el que escribe. Aunque parezca una obviedad conozco a mucha gente que se dice «escritor» pero no escribe, y eso no tiene sentido. Cuando más grande sea el hueco que le sacas a la escritura, más escritor serás.
  • No escribas cosas que no te emocionen. Escribe siempre desde la pasión, escribe aquello que te gustaría leer a ti, que te atraviesa.
  • Nunca pienses en «el después», no tengas prisa. Los escritores se cocinan a fuego lento, un escritor necesita años de escritura antes de llegar a ser escritor.

Es decir: «Escribir, no tener prisa, y disfrutar».

La «Pordenonelegge», como es conocido este gran festival del libro, se celebra cada año en distintos establecimientos y edificios emblemáticos de la ciudad, que se tiñe de amarillo y negro, los colores oficiales del evento, y convoca a más 200 autores. En la pasada edición acudieron más de seis mil personas a las distintas actividades organizadas en torno al libro. Entre el público participan escuelas e institutos que llenan las calles de jóvenes que acuden a las distintas actividades. Este año participan en el festival Javier Cercas (Premio FriulAdria) y Clara Sánchez (Premio Pulitzet Geraldine Brooks), ambos autores muy traducidos al italiano y reconocidos por el público. También participan en esta edición Irvine Welsh, Marc Levy, Slavoj Zizek, Cecilia Ahern, Laura Barnett, Pedro Chagas Freitas y Ian Manook, entre otros.

Y en la próxima semana, del 20 al 22 de septiembre, se celebrará en Turín el XII Simposio de la EACWP. Justo a continuación tendrá lugar la III Conferencia Internacional en torno a la Escritura Creativa. La Scuola Holden será la anfitriona de ambos eventos. Desde Escuela de Escritores participarán en la misma Javier Sagarna, Lorena Briedis y Mariana Torres. Más información aquí.

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