Nací en Zaragoza, aunque, desde niña, vivo en Madrid, ciudad en la que estudié la carrera y ejerzo como abogado penalista. Desde siempre he escrito historias y poemas que jamás vieron la luz. Tras el master, he adquirido la seguridad y la convicción para, al menos, sacar mis escritos del cajón y atreverme a leerlos en voz alta.

Formé parte de la XI Promoción (2019-2021) del Máster de Narrativa.

¿Cómo ha cambiado tu visión de la creación literaria después de haber cursado el máster?

Mi visión ha cambiado por completo; sobre todo, en cuanto a la necesidad de la constancia en la escritura y en la necesidad de perder el pudor en mostrar mis textos.

¿Crees que se puede enseñar el oficio de escritor?

No lo creo. Creo que el don para escribir es algo innato; lo tienes o no, como se tiene para la música o para los deportes. Pero, tras el master, pienso que, si tienes la suerte de nacer con una mínima base, las posibilidades de mejorar la técnica son inmensas. Es la diferencia entre lo que yo llamo “aptitud” (ser escritor) y la “actitud” que exige el oficio de escritor y que, desde luego, si requiere de un entrenamiento y unas bases mínimas que el master te ofrece y que, tras él, me resultan imprescindibles.

¿Qué es lo que más te gusta del Máster, y de la forma de trabajar de la Escuela?

Lo que más me ha gustado es poder haber tenido el criterio profesional del profesorado y de otros escritores sobre mi trabajo. Respecto de la forma de trabajar, me ha gustado que es un master eminentemente práctico, donde la parte teórica se enseña, directamente, sobre los ejercicios y proyectos de escritura en clase. También, el acompañamiento del claustro y de toda la escuela en esta apasionante aventura.

¿Qué ha significado para ti el grupo de compañeros que has conocido en el máster, sigues teniendo relación con ellos?

Mis compañeros han supuesto un apoyo imprescindible para no desfallecer en los momentos duros, que han sido muchos. En la actualidad representan el “núcleo duro” de la parte más apasionante de mi vida, la escritura que, fuera del grupo, es casi imposible compartir. Son mi equipo, la gente que me acompañará siempre en esta aventura de escribir.

Resume en tres palabras tu paso por el Máster:

Reto, pasión y disciplina.

¿Recomendarías el Máster?

Sin duda.