Licenciada en Periodismo. Mi primer trabajo remunerado en España fue en McCann Erickson, una Agencias de Publicidad cuando la televisión la veía un público masivo y Coca-Cola rodaba spots locales. Aproveché el 11-S para pedir una excedencia y poder ir como reportera al Diario Reforma en el D.F. En 2005 comencé a prepararme para las oposiciones de Técnico de Empleo. Hasta que me llamaron para trabajar de la Comunidad de Madrid, estuve pintando los recorridos de las líneas de autobús en mapas digitales para el Consorcio de Transportes de Madrid. Después, once años en oficinas de empleo, desde Argüelles, Alcalá de Henares, Getafe, hasta Vallecas. Ahora mi profesión es escribir.
Siempre me han gustado que me contaran historias, creo que por eso estudié Periodismo, cerca de casa, en Salamanca, la Universidad Pontificia. Ahí me enseñaron a escribir, pero no en la facultad, sino en Tribuna Universitaria y las prácticas de los veranos. Aunque tenía una oferta de trabajo al terminar la licenciatura, la rechacé para hacer un Máster en la Universidad de California en Los Ángeles. Quería viajar y aprender inglés, no sabía si llegaría a cubrir una guerra, pero no quería cerrar las puertas a una corresponsalía antes de empezar. Al volver de Hollywood, la realidad se impuso y acepté el primer trabajo que me ofrecieron en Madrid y como Ejecutiva de Cuentas para Coca-Cola. La publicidad eran cuadros de imagen en blanco al diseñar un tabloide y los minutos para respirar después del boletín de noticias. Con tal de salir del pueblo, hubiera aceptado vender bragas en el Corte Inglés. Debí hacerlo bien porque estuve más de seis años con la obsesión del periodismo encarcelada entre los muros de la publicidad. Incluso mi abuelo escribió una carta a Luis María Ansón rogándole que me contratara en su periódico y me entrevistó. Pedí una excedencia y me fui al diario Reforma en México D.F. Escribir refritos de Notimex no era mi idea de periodismo y volví a la publicidad sin renunciar al deseo de escribir y contar historias. Una fusión me hizo descubrir que existían los talleres de escritura creativa. Entre convocatorias de oposiciones, exámenes y mi trabajo en Oficinas de Empleo, he sido una tallerista ejemplar, alumna de Eloy Tizón, Victor García Antón, Elvira Navarro, Isabel Cañelles, Ignacio Ferrando hasta llegar al Máster de Narrativa en la promoción del Covid. Este máster ha sido un empujón hacía una vocación que siempre he tenido miedo de explorar.
Ha publicado la novela Amniótica en la editorial Coleman.
Formé parte de la XII Promoción (2020-2022) del Máster de Narrativa.
![Amniótica](https://repositorio.escueladeescritores.com/wp-content/uploads/2024/05/pub-garcia-sanchez-amniotica-623x1000-1.jpg)
Amniótica
Novela
2024
Publicado por:
Coleman
Lo que opina Elena sobre el Máster
¿Cómo ha cambiado tu visión de la creación literaria después de haber cursado el máster?
Al principio no entendía por qué se le daba tanta importancia a saber o decidir qué tipo de escritor/escritura querías hacer. Me parecía demasiado forzado. Ahora comprendo que ese es el pilar básico, porque desde ahí es donde surge la voz y la mirada, y sobre todo la gran pregunta: para qué se escribe. Siento mucho respeto el binomio “creación literaria”, palabras que implican arte y pensamiento. Palabras mayores.
¿Crees que se puede enseñar el oficio de escritor?
En el Máster te enseñan el oficio, la técnica, se educa la mirada, la sensibilidad, la percepción, el gusto, las lecturas. Para mí, lo más valioso ha sido enfrentarme a un proyecto de novela y, ante mi inseguridad, tener a mis profesores y compañeros apostando por mí.
¿Qué es lo que más te gusta del Máster, y de la forma de trabajar de la Escuela?
Me gusta el entusiasmo y dedicación de sus profesores y de la organización, el empeño por crear un grupo de amigos entre los compañeros. El temario y las asignaturas están muy pensados, hay vocación didáctica y de pertenencia a la Escuela que no he sentido en otros centros que se dedican a la escritura creativa. En el Máster he aprendido de una forma rigurosa, profunda e intensa y sobre todo, práctica lo que cada una de las personas entiende por literatura. Me volaba la cabeza todos los días con el bombardeo de ideas en cada asignaturas. Creo que es muy completo. Una verdadera “escuela de escritores”.
¿Qué ha significado para ti el grupo de compañeros que has conocido en el máster, sigues teniendo relación con ellos?
Mi grupo es el mejor grupo del máster. Son mis amigos, todos ellos. Entre nosotros siempre ha habido muchísimo respeto, cariño, apoyo y generosidad. Eramos my conscientes que las opiniones de los compañeros ayudan a crecer. Por otro lado, sin el grupo no hubiera superado los bajones que se presentan de vez en cuando. Ellos me apoyaban y me brindaban su estímulo en todos los sentidos. Es un grupo maravilloso. El mejor. Me ha resultado muy gratificante y curioso observar que hemos vivido como grupo compacto dos años, pese al toque de queda, los grupos burbuja y las mascarillas.
Resume en tres palabras tu paso por el Máster.
Una experiencia de aprendizaje arrolladora.
¿Recomendarías el Máster?
Sí, por supuesto, no es sólo la escritura, es un despliegue de la visión del mundo desde otro lugar, pero no es para cualquier persona. Aconsejaría dejar el ego a un lado y mostrar toda la capacidad de trabajo que se posea.
![Elena García Sánchez, alumna del Máster de Narrativa -IMG570 - fotografía de Isabel Wagemann](https://repositorio.escueladeescritores.com/wp-content/uploads/2024/05/elena-garcia-sanchez-isabelwagemann-570x760-1.jpg)