Ángel Zapata en conversación con Aude Géva, Iván de los Ríos y Fernanda Orazi.
- ¿Dónde? En el Teatro Circo Price (Rda. de Atocha, 35, Madrid)
- ¿Quiénes? En conversación: Ángel Zapata, Aude Géva, Iván de los Ríos, Fernanda Orazi. Artistas de circo: Adrià Montaña, Anna Pascual, Benet Jofre, Cèlia Marcé, Wanja Kahlert, Víctor Ortiz y (Wilbur). Presentadora: Haizea Arrizabalaga. Propuesta y dirección artística de Nonsense: Rolando San Martín. Acompañamiento y dramaturgismo: Terrorismo de Autor y Haizea Arrizabalaga. Iluminación, espacio escénico y sonoro: Després de Tot-PSiRC y Nonsense.
- ¿Cuántos? Espectáculo gratuito. Acceso mediante adquisición de entrada individual próximamente. Reserva tu plaza.
El próximo 30 de abril a las 20:00 h. Ángel Zapata, profesor de El vacío y el centro, de Relato Tutorial y del Máster de Narrativa en Escuela de Escritores, participa en el Nonsense: Cabaret de Circo y Pensamiento para reflexionar sobre nuestro presente y de las posibilidades imaginativas que nos permitan ampliar el espectro de los futuros posibles.
Acerca de Nonsense: Cabaret de Circo y Pensamiento
Nonsense. #Cabaret de circo y pensamiento continúa avivando en el centro de la pista una conversación transversal y profunda acerca de nuestro presente y de las posibilidades imaginativas que nos permitan ampliar el espectro de los futuros posibles.
Si en las anteriores ediciones hemos conversado, a través de los procesos vitales del circo, sobre los límites del cuerpo, la vulnerabilidad, el margen, las formas de vida, el salto o la experiencia de lo vivo, en esta ocasión abordaremos la figura del fracaso, con especial atención al error o al fallo que operan en la acción cómica del payaso o la payasa. Esta disciplina circense se prepara para recibir bofetadas, tropezar, caer ante los ojos y carcajadas de los demás, funcionando como espejo deformado de nuestras fragilidades y pasiones.
El público, dispuesto al aplauso y celebración del fracaso, contempla, maravillado, la destitución de la imagen, la renuncia a la tiranía de la brillantez o el acabado perfecto.
¿Será que la disposición al fallo supone abandonar el control de la situación, aceptar el miedo a lo desconocido, asumir el riesgo de lo imperfecto, lo limitado y quizás también lo inútil?