Todas las entradas de: Blog de empresas
Escrito por: BEGOÑA OLABARRIETA
Que la comunicación ha cambiado es un hecho; no descubrimos nada nuevo. Que mucho de lo que aprendimos en las escuelas de Periodismo del siglo XX está ya casi obsoleto, tampoco es una sorpresa. Lo que es una novedad, para los que interiorizamos ciertas máximas en aquellos años, es la necesidad, casi urgente, de aprender a combinar el buen hacer de lo antiguo con lo que está por venir.
En aquellos entonces debíamos evitar las repeticiones de palabras, organizar la información siguiendo las reglas de la llamada “pirámide invertida o informativa”, explicar conceptos mediante el uso de frases subordinadas…
Hoy, al enfrentarnos a una pantalla en blanco ‒el papel también se quedó en el siglo pasado‒ las reglas han cambiado si escribimos para soportes online:
¿A dónde nos lleva todo esto?
A revisar nuestras antiguas reglas de oro intentando no renunciar a los textos bien escritos, razonados y de valor, pero aportando ahora la frescura de la inmediatez que se demanda de nosotros.
Repetición de palabras, el desafío
¿Cómo gustar a los buscadores? Quizá este es el mayor “problema”. Cuando imparto clases sobre escritura online, o sobre redacción hiperbreve, mi lucha interna es siempre la misma: hacer un texto coherente sin repetir hasta la saciedad la misma palabra, pero, al mismo tiempo, conseguir que los buscadores me quieran. ¡Complicado!
La palabra clave es aquella que define lo que queremos trasmitir, la idea fuerza. Es esa por la que queremos ser encontrados cuando nuestros potenciales lectores acceden a un buscador.
Puede ser definida de muchas maneras y existen herramientas que nos darán la mayor o menor fortaleza para la misma, pero lo imprescindible, al crear un texto, es definirla y, lo más difícil, saber cómo repetirla constantemente.
La palabra clave, según marcan los cánones, debe aparecer varias veces al inicio de texto, si puede ser a la izquierda, y no necesariamente debe ser el sujeto de la frase.
Es un elemento (concepto) que debemos pensar bien antes de empezar a redactar. Directo, conciso, fuerte.
Utilizar la misma palabra en titular, entradilla –si la tuviéramos– y primer párrafo puede parecer un “sacrilegio”, porque rompe todas aquellas lecciones aprendidas, pero, después de mucho conflicto interno, creo que ha llegado el momento de contemplarlo.
Introducirla en la entradilla, después de titular, puede ser complicado, así que busquemos formas de que esté, pero que no sea el inicio de la frase, sino que al menos tengamos un poco de “aire” entre repeticiones.
Intentemos no copiar el titular tal cual en el inicio de la primera frase de la entradilla (algo que tendemos a hacer por comodidad). Y, entrando en el primer párrafo, busquemos algo más elaborado, pero conciso.
¿Complicado? Quizá, pero poco a poco iremos entrando en el mundo de la repetición “algo correcta”.
Begoña Olabarrieta es Máster en periodismo por El País Semanal – Universidad Autónoma de Madrid, Licenciada en Antropología Americana por la Universidad Complutense de Madrid. Es profesora de Escuela de Escritores y formadora en Comunicación y Marketing desde el año 2000 en organismos como Universidad de Málaga, Comunidad de Madrid, Facultad de Periodismo de Universidad de Navarra, FUNDESCO y III Seminario de Inmigración y Medios de Comunicación (UCA). Lleva más de 20 años trabajando como responsable de Comunicación y Prensa en múltiples organizaciones.
Error: Formulario de contacto no encontrado.