Guionista de radio y televisión recibida en el Instituto de Enseñanza de la Radiodifusión (I.S.E.R., Buenos Aires) y Licenciada en Gestión e Historia de las Artes por la Universidad del Salvador (USAL, Buenos Aires). Como guionista trabaja hace más de quince años creando historias en diversos géneros y formatos.

Fue parte de equipos autorales de tiras diarias y unitarios emitidos en canales de la televisión abierta argentina. Uno de estos programas fue Caín&Abel, precursor en tratar la problemática de la violencia de género en los medios por lo que recibió un reconocimiento. Entre los programas de los que fue guionista se encuentran Graduados, comedia romántica escrita para Underground Producciones, ganadora de premios y adaptada a otros países, y la telenovela infanto juvenil Soy Luna para Disney Channel. También fue guionista de series interactivas para apps como Recipe of love o Soy Luna, tu historia. En las que los jugadores podían tomar decisiones como si fueran personajes de la propia historia.

En formato podcast escribió las docu ficciones Merkel, la canciller de las crisis y ¿Por qué firmé con nombre de hombre? (disponibles en Spotify y otras plataformas).
Y dentro del formato de cortometraje, escribió Implantación que ha ganado premios en distintos Festivales de cine. Como guionista resalta la importancia de estar en formación constante. Por eso también ha realizado seminarios de dramaturgia, psicología jungiana y cuentos de hadas, estudios culturales, etc.

En su tiempo libre está inmersa en algún libro o actividad cultural y es runner amateur. Actualmente está desarrollando una serie para Disney+.

 

Creo que todos podemos aprender a escribir, siempre y cuando se tenga una curiosidad inicial y las ganas de adentrarse por ese camino. Un viaje a lo desconocido de lo que significa la escritura y, al igual que una heroína u héroe, también a lo desconocido de nosotros mismos porque al escribir nos vamos conociendo, vamos descubriendo qué cosas nos gustan como guionistas, qué géneros, qué temáticas, de qué forma nos gusta escribir, etc. La persona que enseña lo que da son herramientas para transitar ese camino, una guía. Luego cada uno recorrerá el camino a su manera y encontrará atravesándolo su voz particular.

Para mí el enseñar trae consigo un hermoso proceso de retroalimentación. Como profesora es volver a encontrarme con la técnica, los recursos que se esconden detrás de la creación de historias. Herramientas que una ya tiene internalizadas en el ejercicio de la profesión. El enseñar es como verlo todo nuevamente con ojos de principiante a través del diálogo que se da con los alumnos. Es también una oportunidad para repensar esas herramientas desde una mirada actual porque las historias y las maneras de contarlas evolucionan en el tiempo.

Empecé a enseñar a partir de las ganas de compartir con otros lo que había aprendido y lo que vengo aplicando en mi trabajo a lo largo de los años.

Creo que para mí lo más importante es que los alumnos puedan conectar con el disfrute de inventar historias y escribir guiones. El curso tiene sus fechas de entrega que hay que procurar respetar, sobre todo para ir avanzando de forma escalonada en el proceso de ir incorporando nuevas herramientas. Pero esto no tiene que convertirse en una exigencia. Algo que el guionista va a aprendiendo es que más importante que escribir es reescribir. La corrección es parte fundamental de lo que hacemos, así que habrá tiempo para volver sobre el guion y mejorarlo. Lo que les voy a pedir es siempre tener ese norte presente, conectar con el entusiasmo de inventar historias como si fuera un juego. Entrar en ese tiempo lúdico que es tan importante a la hora de crear.

El clima ideal para desarrollar la creatividad y que fluya la escritura es uno respetuoso y amable en los intercambios con los otros. Uno en el que no se juzguen las ideas – no hay mejores ni peores, a todos no nos gusta lo mismo – y en el que se trate el trabajo de todos con cordialidad. La opinión del otro es importante porque nos ayuda a ver otros matices de nuestro trabajo, nos aporta con un punto de vista diferente. Voy a fomentar como profesora que las críticas sean constructivas. Que quien recibe el comentario de un compañero lo tome como una oportunidad de hacer crecer su trabajo y que quien da ese comentario lo haga desde un lugar de sumo cuidado y cariño hacia el trabajo de alguien que, como ella o él, está dando sus primeros pasos en la escritura de guiones.

A comunicar mejor, a ser auto crítica en la manera de enseñar. Al ver lo que se entiende y lo que no, una aprende a mejorar la forma en que transmite sus conocimientos.

Ser flexible y saber escuchar a los alumnos. Ver qué contenidos resultan más difíciles de asimilar y adaptar la forma de impartirlos para que los puedan aprender y aplicar en sus historias. Estar atenta para ver cuándo es necesario cambiar algo en el método de enseñanza.

En la creación de personajes, en su psicología, su coherencia en la forma en que se mueven en la historia, su forma de hablar, de relacionarse con el mundo.

Hay muchos. Pero en el último tiempo estuve volviendo sobre las obras de un dramaturgo que me gusta mucho y, dicho sea de paso, creo que la dramaturgia es como la hermana mayor del guion. Por eso recomiendo mucho la lectura de obras de teatro. Ese autor que menciono es Tennessee Williams y sus obras son El zoo de cristal y Un tranvía llamado deseo.

Romina Ballester, profesora de Escuela de Escritores -IMG570 - fotografía de Retratos profesionales
Retratos profesionales
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