Una historia, un personaje, un escenario y una acción en cien palabras. El desafío de escribir un microrrelato te obliga a decir más con menos. La Cadena SER y Escuela de Escritores recompensan tu ingenio y tu creatividad con un premio a la altura del reto: 6.000 euros para el mejor microcuento. Durante esta XVI temporada seguimos en La Ventana de la Cadena SER, cada lunes a las 18.30 horas Javier Sagarna, Benjamín Prado, Carles Francino, Marta del Vado, los autores de los tres relatos finalistas de cada semana y un invitado especial elegirán al ganador semanal. Los oyentes y participantes también podréis participar en la elección del ganador mensual votando a través de Internet por vuestro relato favorito. En esta página encontrarás los ganadores y finalistas de cada semana.
Cada lunes, a partir de las 18:30 horas en el programa La Ventana de la Cadena SER, presentaremos los tres mejores microcuentos recibidos durante la semana. Javier Sagarna, Benjamín Prado, Carles Francino, Marta del Vado, el invitado especial que cada semana acuda a la sección y los tres finalistas semanales votarán para elegir al ganador que se clasificará para la final mensual. En caso de empate, el director del programa, Carles Francino, o Marta del Vado votarán para deshacerlo.
Una vez al mes se podrá participar en la votación para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa. Los diez ganadores mensuales competirán al final de la temporada por el premio al mejor microcuento de la XVIII Edición de Relatos en cadena.
La frase de inicio de los microcuentos será la última frase del texto ganador de la semana anterior. La extensión de los microrrelatos no podrá superar las cien palabras (sin incluir la frase de inicio ni el título). Para participar se debe completar el formulario que se encontrará a continuación para enviar el microcuento antes de las 12:00 del mediodía del jueves indicado en el plazo de participación. El formulario permanecerá abierto y visible en esta página mientras la convocatoria esté abierta.
Inicio: 16/12/2024 19:00
Fin: 19/12/2024 12:00
Fallo: 23/12/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Como desde los noventa, pienso
Inicio: 09/12/2024 19:00
Fin: 12/12/2024 12:00
Fallo: 16/12/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Te puedes hacer de oro
Ganador: Brindemos por la liquidez, de César López
Te puedes hacer de oro, afirma Julián, mi mejor amigo del instituto. Cenamos una vez al año desde los noventa. Entre bogavante y centollo me alecciona sobre fondos de inversión, acciones y pelotazos. Julián pone morritos cuando dice pelotazo, como hacía en el instituto. Pide vieiras, percebes y otro Albariño. Se sirve vino y calcula en voz alta los beneficios que seguro va a tener. De segundo prefiere chuletón y un Rivera. Brindamos con palabras como volatilidad o liquidez. Luego buñuelos rellenos de inflación. Café, whisky y criptomonedas. Pedimos la cuenta. Este año invitas tú, ¿verdad?, pregunta Julián poniendo morritos. Como desde los noventa, pienso.
Finalista: Indetectable, de Ana María Abad
«Te puedes hacer de oro vendiendo la receta de esos pastelillos», me dijo mi vecina en un susurro, «te aseguro que a algunas nos arreglaría la vida». Miré a mi alrededor y detecté varios pares de ojos fijos en aquel conciliábulo entre ambas. Ojos ansiosos y esperanzados. Asentí levemente con la cabeza y un suspiro de alivio flotó, por un breve instante, en la atmósfera cargada de la habitación. Me levanté, me acerqué al féretro y le arreglé a mi difunto esposo la solapa de la chaqueta, consciente de que pronto le acompañarían los más golosos de sus amigotes.
Finalista: MIDAS, de Jesús Andrés Pico Rebollo
Te puedes hacer de oro, dijo. Es una oportunidad única para conseguir lo que deseas. Yo le miraba incrédulo, desde luego no con estos ojos con que le miro ahora. La magia existe, decía ante mis titubeos. Yo movía la cabeza de racionalista obcecado, la misma que ahora mantengo erguida e inmóvil. Las religiones y la magia se sustentan en la ignorancia, le dije para zanjar el asunto. Esa varita es el equivalente de estatuas e iconos, de talismanes y fetiches que necesitan los ingenuos para admitir lo sobrenatural. ¿De veras lo crees?, contestó. Y el muy cabrón me tocó con la varita.
Inicio: 02/12/2024 19:00
Fin: 05/12/2024 12:00
Fallo: 09/12/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Ser útil me hace feliz
Ganador: El valor de la lectura, de Manuel González Seoane
Ser útil me hace feliz, incluso aquí dentro, y más desde que me encargaron el reparto de libros en las celdas. Me adapto a cada caso, es mi estilo de siempre. A los condenados a muerte, por ejemplo, les sugiero historias que acaban bien, y a los nuevos nunca les ofrezco novelas de amor, por si las añoranzas. Hay también títulos en inglés, pero no los presto, porque al no conocer el idioma me resulta imposible identificar el momento exacto de la narración donde debo intervenir. En este negocio, si sabes cuáles son las hojas que hay que arrancar, te puedes hacer de oro.
Finalista: La mesita, de Marta Mayol Font
«Ser útil me hace feliz», dice papá en cuanto me ve llegar con la caja de la mesita y las herramientas. Enseguida se pone manos a la obra, su silbido alegre al compás de los golpes del martillo. Un rato después, me llama. El pequeño mueble está perfectamente montado. Alabo su buen trabajo, como siempre, pero noto que ya empieza a apagarse. Cabecea, se sienta en el sofá y mira la pared con aire ausente. Aprovecho para llevarme la mesita al dormitorio. Con sigilo aflojo los pernos, saco los clavos, y coloco las piezas en su caja para que mañana pueda montarla otra vez.
Finalista: Todo sigue igual, de Ana María Abad García
Ser útil me hace feliz. Mamá lo sabe y siempre ha dejado que sea yo quien abra la puerta a los repartidores, recoja el correo de manos del cartero, o pase el cortacésped por el jardín. Pero desde hace algunos días la noto triste y cuando me mira se le empañan los ojos. Sospecho que cada vez le resulta más difícil seguir tratándome como si no hubiera pasado nada, y eso que yo me esfuerzo mucho para convencerla de que ha sido un verdadero alivio haberme librado de ese cuerpecillo frágil y enfermo que se llevaron los de la ambulancia cubierto por una sábana.
Inicio: 18/11/2024 19:00
Fin: 28/11/2024 12:00
Fallo: 02/12/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: El prohibitivo tratamiento de mi nieto
Ganador: Tu nieto te envía un abrazo, de David Durey
El prohibitivo tratamiento de mi nieto, a quien conoceré cuando salga de su aislamiento, me dicen sus padres que empieza a surtir efecto, aunque va para largo. No pienso escatimar ningún gasto si se trata de la familia, especialmente cuando no sabía que tenía una hasta hace bien poco. Qué solo me había sentido, pero mira, me convertí de golpe en padre y abuelo. Benditas nuevas tecnologías que permitieron a mi hijo encontrarme y explicarme todo. Nunca he entendido de estas cosas, pero ya le tengo a él que me ayuda y evita que se aprovechen de mí y mi fortuna. Ser útil me hace feliz.
Finalista: Compatibles, de Rosalia Guerrero Jordán
El prohibitivo tratamiento de mi nieto ha hecho que me plantee vender el Picasso de mi colección. A fin de cuentas, puedo prescindir de ciertos bienes materiales, pues lo importante es la vida de las personas que quieres.
Después buscaré el mejor especialista para que lleve a cabo la operación. No todos estén dispuestos a hacerlo, pero puedo ser muy persuasivo.
Entonces solo me faltará convencer al bueno de Sebastián, siempre tan fiel a mi familia. A fin de cuentas, nuestros nietos se han criado juntos y son como hermanos. Y el suyo goza de una salud excelente.
Finalista: Mordisco, de Marina Martínez Ruiz
El prohibitivo tratamiento de mi nieto no está dando frutos. Bolsas y bolsas de transfusión sanguínea cada día. El pobre está ya aburrido de permanecer en casa, encerrado las veinticuatro horas. Hemos tenido que quitar los espejos. Antes no nos molestaban, claro, pero no queremos que vea en lo que se está convirtiendo. Y ahora puede verlo. No imaginábamos que lo pasaríamos tan mal cuando hace dos meses le mordió un humano.
Inicio: 18/11/2024 19:00
Fin: 25/11/2024 12:00
Fallo: 25/11/2024 19:00
Ganador: La suplente, de Asier Susaeta
Un eco lejano de clarines y trompetas llega al camerino. Cinco minutos para entrar en escena. El director se acerca, preocupado. Sólo ha sido un mareo tonto, explico. Al escucharlo, veo cómo la ilusión se apaga en el rostro de la suplente. Detrás de mi reflejo, se quita el mismo vestido que llevo puesto, los mismos zapatos. Desaparezco prenda a prenda. Y ahora sí; ahora podría advertirle sobre él y decirle que no cometa los mismos errores, que soy tan poco celosa como buena actriz o que, si dejase de recordarme que soy reemplazable, quizá mañana no fingiría unas decimillas de fiebre al entrar al camerino.
Inicio: 11/11/2024 19:00
Fin: 14/11/2024 12:00
Fallo: 18/11/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Unas decimillas de fiebre al entrar al camerino
Ganador: Abuela coraje, de Sara Sánchez Hernández
Unas decimillas de fiebre al entrar al camerino no van a impedirme hacer mi trabajo. Si la diva encuentra una simple mota de polvo, me despiden fijo. No puedo permitírmelo. Menos mal que hoy no está y me libro de aguantarla. Debo estar ya en treinta y ocho. Me tumbo en el diván y apago la luz, solo un ratito. Alguien entra sin llamar. Por su inconfundible voz sé que es el director. Que no le interrumpa, dice. Que tenemos que dejarlo, que le aterra el escándalo si esto sale a la luz. Yo sonrío, porque ya sé quién va a costear el prohibitivo tratamiento de mi nieto.
Finalista: Magia, de Mauricio Antón Rodríguez
Unas decimillas de fiebre al entrar al camerino no iba a ser suficiente excusa. Tenía que inventarse algo más alarmante. Una hemorragia, la parálisis de una mano o un desprendimiento de retina. No tenía ánimos para pisar el escenario. El público le iba a pedir lo de siempre: pañuelos que cambian de color, naipes con mensajes secretos y desapariciones espectaculares. Sobre todo, desapariciones. Pero lo peor es que nadie se iba a dar cuenta de que, por primera vez en su carrera, iba a actuar solo. Y ésa era una desaparición para la que todavía no había inventado el truco que la hiciese volver.
Finalista: La diva del teatro, de Javier Revilla Cuesta
Unas decimillas de fiebre al entrar al camerino son normales. Presagian lo que te espera. Frente al espejo, te quitas lánguidamente el impecable maquillaje, las joyas y el vestido de gala. Sales a escena en delantal y zapatillas. Estás en la cocina de tu casa. A veces entra uno de tus hijos. Coméis juntos. Después, cada cual se va a sus cosas, mientras tú recoges todo. En el segundo acto, la escena se repite con la cena. Cuando terminas de fregar, vuelves al camerino. Te maquillas con delicadeza, te sueltas el pelo y te vistes de diva del teatro. Luego llamas a tu chófer. La fiebre ha desaparecido.
Inicio: 04/11/2024 19:00
Fin: 07/11/2024 12:00
Fallo: 11/11/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Un eco lejano de clarines y trompetas
Ganador: La suplente, de Asier Susaeta
Un eco lejano de clarines y trompetas llega al camerino. Cinco minutos para entrar en escena. El director se acerca, preocupado. Sólo ha sido un mareo tonto, explico. Al escucharlo, veo cómo la ilusión se apaga en el rostro de la suplente. Detrás de mi reflejo, se quita el mismo vestido que llevo puesto, los mismos zapatos. Desaparezco prenda a prenda. Y ahora sí; ahora podría advertirle sobre él y decirle que no cometa los mismos errores, que soy tan poco celosa como buena actriz o que, si dejase de recordarme que soy reemplazable, quizá mañana no fingiría unas decimillas de fiebre al entrar al camerino.
Finalista: El juego definitivo, de Ángeles Fumega
Un eco lejano de clarines y trompetas llena su mente cada vez que acaba con uno de sus enemigos. Como en sus juegos favoritos, pueden presentarse con cualquier aspecto. La puntuación es diferente, pero él lleva la cuenta de memoria, igual que siempre. Se acuclilla tras una mesa para recargar y tomar aliento antes de subir al piso superior para despejar el edificio y finalizar el nivel. Solo por un segundo, echa de menos estar sentado con comodidad frente a su ordenador. Allí las armas no pesan y tampoco habría destrozado las zapatillas nuevas. Que la sangre nunca se va del todo, dice siempre su madre.
Finalista: Fiesta mayor, de María Dolores Pérez
Un eco lejano de clarines y trompetas ascendía por la avenida. Cuando el primero de los muchachos lo comentó, nadie le hizo caso. Unos segundos después fue evidente para todos: el desfile se acercaba. La música retumbaba en los pocos cristales que no estaban rotos o tapiados, el viento cambió de dirección para retirar las hojas que cubrían la avenida principal del pueblo, incluso se oía el griterío de los niños, impacientes ante la llegada de los músicos. Los jóvenes se miraron entre ellos y echaron a correr, dejando la ouija atrás.
Inicio: 21/10/2024 19:00
Fin: 31/10/2024 12:00
Fallo: 04/11/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: La larga cola de novicias que se estaba formando
Ganador: Lo que dejaron las lluvias, de Ana María Abad García
La larga cola de novicias que se estaba formando en la plaza llamaba la atención de los transeúntes, pero no tanto como verlas saltar, una a una, al charquito informe que había quedado tras las lluvias de la última madrugada, y en el que se reflejaba un cielo ahora despejado y de un límpido azul. Aunque, bien mirado, no era el salto en sí lo que provocaba una absoluta estupefacción, sino el hecho de que las muchachas fueran desapareciendo en su interior con una beatífica sonrisa en los labios y un eco lejano de clarines y trompetas.
Finalista: Incomprensión lectora, de Marta Mayol Font
La larga cola de novicias que se estaba formando frente al convento. El reloj de la iglesia detenido a las doce. La hoja de calendario flotando en un charco. El columpio vacío que chirriaba mecido por el viento. La carta con destinatario borroso olvidada junto a un buzón. El guante solitario pisoteado en la acera. La voz infantil que gritaba «¡no, no, no!» tras una persiana cerrada. El gato tuerto de iris amarillo bajo un coche. Todas las señales que no supe leer mientras caminaba hacia tu casa, decidido a darte el anillo que llevaba tanto tiempo guardando.
Finalista: Moscas cojoneras, de Javier Revilla Cuesta
La larga cola de novicias que se estaba formando frente al altar, avanzaba lentamente. Una vez allí, el sacerdote las rociaba, una a una, con agua bendita. Las novicias, entonces, desplegaban sus hábitos a modo de alas y se convertían en moscas domésticas. Revoloteaban después susurrando sus rezos y se pasaban el día vigilando a las personas corrientes. Cada vez que alguien tenía un pensamiento impuro, ellas le mordían para inocularle su antídoto de arrepentimiento. El pecador, a veces, harto de esa mosca cojonera que no dejaba de molestarle, la aplastaba. La novicia se convertía en mártir y el inconsciente culpable empezaba, en ese mismo instante, a condenarse.
Inicio: 21/10/2024 19:00
Fin: 28/10/2024 12:00
Fallo: 28/10/2024 19:00
Ganador: Devoción, de Paola Mireya Tena
A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza. Todo empezó por pura necesidad, pero con exquisita prudencia: un jirón de su hábito, trocitos de la suela de sus zapatos. Sin embargo, poco a poco fue a más: recortes de uña, una falange del dedo meñique. Llámenlo devoción, nos explica ella, cuando alguna osa cuestionarla. Y nosotras seguimos rezando. Trenzas de sus largos cabellos, los incisivos y los molares. Esta noche, mientras serrucha piadosamente el cuello de la santa, la abadesa calcula cuántas reliquias más debemos vender para concluir, por fin, las obras del convento.
Inicio: 14/10/2024 19:00
Fin: 17/10/2024 12:00
Fallo: 21/10/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Las obras del convento
Ganador: Viva la madre superiora, de Juan Luis Lorenzo González
Las obras del convento habían transformado por completo cada celda de clausura. Ante la escasez de nuevas vocaciones y el consiguiente final de la congregación, la superiora aceptó la oferta de vender el convento para transformarlo en hotel rural. Previa negociación, de seguir allí recluidas hasta que muriera la última hermana de la orden. Las ancianas monjas se adaptaron rápidamente a la nueva suite de clausura. A la amplia cama, al televisor de plasma, al baño con jacuzzi, al minibar. Pero, sobre todo, a la terraza con vistas desde la que sonrientes podían ver la larga cola de novicias que se estaba formando.
Finalista: Nevaditos, de Miguel Ángel Calvo Dueñas
Las obras del convento ampliaron el obrador donde elaboraban sus afamados dulces. Aunque no eran nada baratos, las colas daban la vuelta a la manzana. Los pingües beneficios se antojaban incompatibles con el voto de pobreza. El de silencio, por el contrario, se llevaba hasta el extremo de firmar una cláusula de confidencialidad para proteger la secretísima receta. Un toque de trufa le confería el distintivo paladar, pero era aquella espolvoreada capa blanca lo que realmente vigorizaba algo más que el espíritu. En Maitines rezaban para que aquello jamás se destapase, de lo contrario ninguna se libraría de pasar una larga temporada en «clausura».
Finalista: El descanso, de Jorge Cremades Díaz
Las obras del convento le irritaban. Añoraba la paz y la tranquilidad habituales. Intentó volver a conciliar el sueño. Pese a la hora, la actividad era frenética. Martillazos, taladros, gritos…. No pudo aguantar más. Además, el ruido le había recordado que llevaba tiempo sin comer. Se incorporó lentamente y se dejó guiar por el estruendo. Minutos después regresaba satisfecho, acompañado del más absoluto silencio. Confiaba en no ser molestado en una larga temporada. Lamió goloso una última gota pegajosa en el labio. Se acomodó con una sonrisa roja en la cara y volvió a cerrar la tapa.
Inicio: 07/10/2024 19:00
Fin: 10/10/2024 12:00
Fallo: 14/10/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza
Ganador: Devoción, de Paola Mireya Tena
A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza. Todo empezó por pura necesidad, pero con exquisita prudencia: un jirón de su hábito, trocitos de la suela de sus zapatos. Sin embargo, poco a poco fue a más: recortes de uña, una falange del dedo meñique. Llámenlo devoción, nos explica ella, cuando alguna osa cuestionarla. Y nosotras seguimos rezando. Trenzas de sus largos cabellos, los incisivos y los molares. Esta noche, mientras serrucha piadosamente el cuello de la santa, la abadesa calcula cuántas reliquias más debemos vender para concluir, por fin, las obras del convento.
Finalista: El asesino, de Mar Artigas
A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza, pero no está satisfecho. ¿Y ahora qué? ¿Cortarle otra vez las orejas y la nariz con unas tijeras de podar, sacarle los ojos, despellejarla, deshacerse de cada gramo de carne hasta convertirla en una calavera seca? Si mal no recuerda, con esta van tres descuartizadas. Quizá debería haber elegido una opción menos truculenta: veneno, una caída mortal, un atropello, un disparo limpio en el corazón…, pero seguiría repitiéndose. Apaga el ordenador, frustrado. El problema, piensa, es que hace por lo menos cinco libros que mata sin imaginación.
Finalista: Forense novato, de Rosalía Guerrero
A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza, pero ha sido sin querer. El pobre, además de novato, es un poco torpe, y se le fue la mano con el bisturí cuando intentaba extirparle el tiroides. Quizás su encantadora torpeza tenga algo que ver conmigo: creo que le gusto, porque se pone nervioso cuando me acerco a él mientras trabaja. Apenas se atreve a mirarme, y cuando lo hace es para pedirme en voz baja que, por favor, vuelva a mi cajón hasta que las autopsias le salgan perfectas. No le gustaría lastimarme.
Inicio: 23/09/2024 19:00
Fin: 03/10/2024 12:00
Fallo: 07/10/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas
Ganador: Terapia, de Manuel González Seoane
Aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas. Escribe en un papel escenas que luego nos hace representar. No son muy variadas: al final suele morir un personaje que se llama Virtudes. A veces la atropella un tranvía, otras un taxi y otras un tren. Dependiendo del vehículo, a la accidentada le arranca un número de extremidades variable, y piernas y brazos quedan diseminados sobre la alfombra, para horror nuestro. Virtudes dice siempre, agonizando: “Lo siento muchísimo”. Y luego, muere. Pero algo le ha debido de pasar a ella en el trabajo, porque, para sorpresa de todas, a la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza.
Finalista: Juegos de vigilia, de Gustavo Jiménez Martín
Aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas. Apenas cae la noche se desliza sigiloso sobre la moqueta del pasillo hasta nuestro cuarto. Al fondo del pasillo murmulla la tele y brotan, ocasionalmente, gemidos amortiguados. Él nos peina, nos susurra, nos achucha. Muchas veces llora. Durante el día es ese bruto preadolescente, que lidera una cuadrilla de desgarramantas granulentos que siembran el terror por el barrio pergeñando fechorías de poca monta. En casa todo es distinto. Desde que pasó lo de Lucía, sus padres son zombis que deambulan por el pasillo. Y nosotras, aún en duelo, esperando en el cuarto de Lucía, hieráticas y ansiosas, sus visitas nocturnas.
Finalista: Superviviente, de Carmen Alonso Núñez
Aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas. En realidad, éramos las muñecas de su hermana pequeña.
Por la noche, en el desierto hace mucho frío. Él nos acurruca contra su pecho y nos abriga con su manta. Somos su única familia. Y al amanecer, para protegernos de los bombardeos, nos mete en un hueco bajo el carromato y continuamos la marcha.
Inicio: 23/09/2024 19:00
Fin: 30/09/2024 12:00
Fallo: 30/09/2024 19:00
Ganador: Con nocturnidad, de Miguelángel Flores
Sigo dando la cena a los niños del parque, aunque sé que no está permitido. Por eso lo hago de noche, que se ve menos. Hay carteles por todas partes que lo prohíben. Que los servicios municipales ya se encargan de alimentarlos, dicen. Mentira. Yo los he visto pelear por un trozo de pan. Muchos acaban emigrando y no vuelven. O muriendo y tampoco. Algunas mañanas paso por allí y siempre quedan críos que dejan de rebuscar para mirarte. Lo hacen con esos ojos de «qué culpa tengo de que seamos tantos». Y yo solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca.
Inicio: 16/09/2024 19:00
Fin: 19/09/2024 12:00
Fallo: 23/09/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca
Ganador: Juegos reprimidos, de Macarena Fedriani
Solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca, así que lo hago: me quedo quieta sin moverme, sin gesticular siquiera, con la falda levantada, las bragas al aire y la mirada vacía, como una muerta. Se me da bien hacerlo. Soy paciente a pesar de la sed. Cuando por fin el sol se pone y todos duermen, me levanto. Me acerco con sigilo hasta ella, hasta su cama, me tumbo a su lado y le digo en un susurro que detesto que envejezca. Luego bebo de sus sueños y eso aplaca mis ansias. Es el único sitio donde aún juega, sin avergonzarse, con nosotras, sus muñecas.
Finalista: Atrapado, de Nieves Barranco
Solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca. Otro día sin fin que me obliga a estar en alerta, inquieto, perturbado escrutando el horizonte. Los osos han llegado a la deriva sobre trozos de iceberg y el deshielo ha subido el nivel de mar, pero no lo suficiente para salir de este desierto polar. La luz cegadora del sol interminable me quema las retinas y todo brilla en un paisaje sin relieve. Sigo vivo y estoy solo. Esperando una oscuridad que no me quiebre el ánimo ni aliente la esperanza de que vendrán a buscarme. La larga noche ártica será, en sí misma, la aceptación de lo inevitable.
Finalista: Menosprecio, de Sara Coca
Solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca para iluminarte. De día eres tú quien logras que yo brille. Estoy alegre sin venir a cuento, incluso canto. Demasiado tiempo solo, repiten mis supervisores por videollamada. Pero nadie se ha dado cuenta de que las luces del faro son otras, que traduzco versos a señales luminosas para comunicarme contigo. Tampoco saben que me respondes con los movimientos rítmicos de tu cola de pez, felices de saber que nos entendemos. Un mito, piensan que eres, como creen que los robots carecemos de sentimientos.
Inicio: 09/09/2024 19:00
Fin: 12/09/2024 12:00
Fallo: 16/09/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Sigo dando la cena a los niños
Ganador: Con nocturnidad, de Miguelángel Flores
Sigo dando la cena a los niños del parque, aunque sé que no está permitido. Por eso lo hago de noche, que se ve menos. Hay carteles por todas partes que lo prohíben. Que los servicios municipales ya se encargan de alimentarlos, dicen. Mentira. Yo los he visto pelear por un trozo de pan. Muchos acaban emigrando y no vuelven. O muriendo y tampoco. Algunas mañanas paso por allí y siempre quedan críos que dejan de rebuscar para mirarte. Lo hacen con esos ojos de «qué culpa tengo de que seamos tantos». Y yo solo puedo encogerme de hombros y esperar a que oscurezca.
Finalista: Fuente de inspiración, de Alberto Moreno Sánchez-Izquierdo
Sigo dando la cena a los niños, cuando, de repente, veo que fuera está cayendo esa lluvia de ideas que habían pronosticado.
—Acostaos —les digo—, papá tiene que salir.
Fabulosas metáforas, tramas adictivas, títulos geniales…, miles de brillantes ideas caen, aterrizando sobre las cabezas de todos. De todos… menos de mí.
—¡No puedo creerlo!, ¡después de tanto tiempo esperando!— le digo a mi mujer, que llega empapada, y…
¡Un momento!, ¿empapada? Sin perder un segundo la desnudo, la apretujo, escurro, lamo, chupo, bebo, saboreo, relamo… hasta dejarla seca por completo.
Entonces ella, extenuada, me susurra, casi ronroneando:
—Nunca, jamás querría vivir en un mundo sin escritores.
Finalista: Tu culpa, de Inmaculada Fajardo Navarro
Sigo dando la cena a los niños cada noche. También les leo un cuento al acostarlos mientras me abrazan. A veces me preguntan por qué nunca estás con ellos. Les visto cuando se despiertan, les preparo el desayuno y les peino con mucho mimo. A la salida del cole me apabullan con su parloteo mientras seguimos religiosamente todas las actividades que les has impuesto. Cuando llega la hora del baño comienzan a preguntar por ti. Miro el móvil recelando lo que en efecto encuentro. Ese mensaje que escribes desde hace tiempo. Tampoco hoy vendrás a por ellos y tu culpa seguirá pagando mi salario.
Inicio: 02/09/2024 19:00
Fin: 05/09/2024 12:00
Fallo: 09/09/2024 19:00
La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda: Nuestros nombres eran los meses del año
Ganador: ¿Existe algo para olvidar los días más felices tu vida?, de Francisco Javier Ramos
Nuestros nombres eran los meses del año y teníamos que cambiarlos cada cita. Esa y no volver a vernos nunca más fueron las dos únicas reglas que pusimos. Seis días en los que inventamos profesiones, estados civiles, personalidad y hasta principios. Seis días de locura, de juventud de amor y sexo que ahora, cada vez que sales por la tele, especialmente en diciembre, se me clavan como una espina de pescado en la garganta, mientras disimulo y sigo dando la cena a los niños.
Finalista: Ínsula, de Gustavo Jiménez Martín
Nuestros nombres eran los meses del año. Así lo decidió papá. Desde el accidente se transformó. Se sentía profundamente conectado con aquella isla, que se había convertido por fuerza en nuestro nuevo hogar. Al principio fue divertido. Adorábamos al sol, hablábamos con las caracolas, se nombró rey de las hormigas. Luego se le fue un poco la olla. Cuando decidió comerse el corazón de Mayo siguiendo órdenes directas de los pulpos decidimos tomar medidas. Ahora forma parte de la isla. Las hormigas corretean por las oquedades de su calavera mientras vigila desde una estaca clavada en lo alto los designios de la isla. Abril cree que sonríe.
Finalista: La nueva junio, de Óscar Soto Llorens
Nuestros nombres eran los meses del año, escritos en la pizarra que colgaba de los barrotes donde apoyábamos nuestras cabecitas. Habíamos llegado de muy niñas, y ninguna recordaba cómo se llamaba ni la cara de su mamá.
El señor nos enseñaba canciones, después de hacer sus cosas. Casi nunca nos pegaba.
Marzo solía llorar. Diciembre, que era divertida, cayó enferma y murió. El señor se la llevó, de noche. Luego trajo a otra Diciembre, que no encajaba con nosotras porque vino muy pequeñita.
Cuando forcé la cerradura y salí, no me despedí de ella, pero ahora me arrepiento.
Me pregunto si la nueva Junio será como yo.
Inicio: 23/12/2024 19:00
Fin: 02/01/2025 12:00
Fallo: 06/01/2025 19:00
Inicio: 06/01/2025 19:00
Fin: 09/01/2025 12:00
Fallo: 13/01/2025 19:00
Inicio: 13/01/2025 19:00
Fin: 16/01/2025 12:00
Fallo: 20/01/2025 19:00
Inicio: 20/01/2025 19:00
Fin: 30/01/2025 12:00
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