Isabel González charlará con Adolfo Gilaberte sobre el proceso de escritura de su último libro de relatos, Nos queda lo mejor, dentro del ciclo Getafe Literaria.
- ¿Dónde? En el Espacio Mercado (Plaza de la Constitución, 6 – Getafe).
- ¿Quiénes? Isabel González y Adolfo Gilaberte.
- ¿Cuántos? Hasta completar el aforo.
El próximo jueves 2 de marzo a las 19:00 tendrá lugar una charla entre Adolfo Gilaberte, coordinador de la sede de la Escuela de Escritores en Getafe, y nuestra compañera Isabel González, invitada al ciclo de conferencias Getafe Literaria con su nuevo libro de relatos. Nos queda lo mejor ha sido publicado por Páginas de Espuma.
Acerca de la invitada
Isabel González creció en una gasolinera de un pueblo de Zaragoza (Ejea de los Caballeros). Escritora autodidacta, publicó en 2017 su novela Mil mamíferos ciegos, y en 2012 apareció su primer libro, Casi tan salvaje (Páginas de Espuma), un volumen de relatos “de ritmo trepidante, quiebros y sorpresas que anulan al lector la capacidad de reacción, […] tan elaborado como extrañamente visceral”, en palabras del escritor Manuel Hidalgo. Exploró las vías de la escritura colectiva con La Aldea de F. (2013), obra fragmentaria a ocho manos, y en Pelos (Páginas de espuma, 2016). Su vocación experimental la llevó a escribir dos libros ilustrados entre lo infantil y lo adulto, El caballo del malo (2015) y El mismo (2017). Fue incluida entre los autores más representativos del relato breve contemporáneo en Cuento español actual 1992-2012.
Acerca del libro
Nos queda lo mejor es un conjunto de relatos con un mensaje de optimismo. Aunque un tanto particular. No es un mensaje de optimismo, por ejemplo, para quienes luchan por sus sueños y los consiguen –nos va a matar esta frase–, sino para quienes luchan por sus sueños y no los consiguen. Para quien intenta hacerlo bien y le sale mal. Para quien toma una decisión y se echa atrás de inmediato. Para los payasos y las estríperes, y las payasas y los estríperes. Para quien trata de seducir a alguien con un moco pegado a la nariz. Para quien cobra la mitad. Para los viejos que se hacen los jóvenes y los jóvenes que se hacen los sabios. Para quien recoge gatos. Para quien no sabe quién es. Para quien se sacrifica y no recibe recompensa. Para quien folla sin amor. Para quien ama sin follar. Para quien guarda su vida en una caja y cuando decide abrirla, ha perdido las llaves.
Nos queda lo mejor es un canto de amor al patetismo humano, a la chapuza universal. Una puesta en escena de la pasión por lo grotesco. Porque lo grotesco corporiza lo patético y si algo somos, por encima de todas las cosas, es gente patética y enamorada.