Escritora híbrida y guionista especializada en terror y misterio. Estudió realización audiovisual en Sevilla y tiene un máster en guion por The Core School (Madrid). Ha dirigido la revista literaria Tártarus, nominada a los Premios Ignotus, desde donde ha impulsado la literatura de terror, fantasía y ciencia ficción, y el festival literario del mismo nombre. Es autora de novelas como La bruja de Biertan (autopublicada), Dibujos en las rocas (Selecta, Penguin Random House) y Quién cuidará de ti (Literup), con la que ganó el IV Premio Ripley para escritoras de terror. También ha trabajado con distintas productoras de cine como Warner Bros Spain y produce el podcast sobre terror Quién dijo miedo, donde analiza en profundidad este género. Lleva más de una década impartiendo distintos talleres y charlas sobre escritura y cine con diferentes empresas e instituciones públicas. Su última novela es El décimo círculo (Ediciones B, 2024).
Entrevistas y artículos
Entrevista a la profesora
El impulso de escribir y contar historias es innato. Sin embargo, el oficio se aprende a medida que unimos experiencia vital con práctica y adquisición de conocimientos sobre técnica narrativa. No es lo mismo juntar letras y formar con ellas palabras y frases que contar una historia que emocione. Sin duda, se aprende a escribir y, por consiguiente, se puede enseñar.
Siempre he dicho que la escritura es, además de un arte y un medio, una manera terapéutica de afrontar la vida, y esa fue la chispa que me empujó a enseñar a escribir. Mi faceta docente es una enriquecedora vía de dos sentidos en la que disfruto del proceso de creación de historias de mis alumnos y descubro nuevas posibilidades de la escritura.
Soy una defensora de que conocer las técnicas nos aporta versatilidad como escritores, pero también incido mucho en el fin último de cualquier historia: emocionar. Me gusta exprimir esta dimensión de la escritura hasta el máximo y no olvidar que, a pesar del esfuerzo, escribir debe ser un placer.
Les pido que se lancen a la piscina y ya habrá tiempo de que les lance un salvavidas, si es necesario. Que se atrevan a experimentar y no se dejen amedrentar por la página en blanco.
Me interesa mucho que los alumnos colaboren y se apoyen entre sí. La escritura es un trabajo solitario, pero no tiene por qué serlo todo el rato.
Mis alumnos me han abierto nuevos horizontes y perspectivas desde la que contar historias. Aprendemos juntos, yo simplemente soy la guía en este camino.
Dejar a un lado el ego y acompañar al alumno en su descubrimiento de la escritura. Además, por supuesto, debe ser un gran lector.
En generar emociones en el lector. Es importantísimo que no olvidemos que contamos una historia para provocar sensaciones y no solo relatar acciones.
Sigo un horario en el que utilizo las mañanas para la parte creativa y las tardes para la docencia.
Es muy complicado escoger solo un escritor. Hay muchos que me han marcado por distintas razones. Los góticos (Bram Stoker, Mary Shelley, Edgar Allan Poe) y más contemporáneos como Stephen King y Shirley Jackson; todos forman parte de quien soy como escritora, pero sin duda hay una novela que ha sido muy importante para mí y es Drácula.
Ahora mismo estoy leyendo Las raíces recuerdan tu nombre de Aitziber Saldias.