Pablo Herrán de Viu nació en Palma de Mallorca en 1986. Recién licenciado en Comunicación Audiovisual, se trasladó a Nueva York para estudiar Realización de Cine. Allí vivió ocho años ejerciendo como guionista, director y editor, y fundó el Screen Loud Film Festival, un festival de cine centrado en la temática de la inmigración.
Ya de regreso a España, publicó su primera novela en 2017, Manuel Bergman (Editorial Dos Bigotes), y un año más tarde fue seleccionado por la AECID entre los diez autores más representativos de la nueva literatura española, en el programa 10 de 30 de 2019. Participó en la antología Asalto a Oz (Editorial Dos Bigotes) con el relato Asunto vacío. Mientras pudimos (Altamarea Ediciones) es su segunda novela, que se ha traducido al italiano y sus derechos han sido adquiridos por Icónica Films y Blur Films para llevar la historia al cine. El guion adaptado ha sido desarrollado por el propio autor.
Después de impartir una serie de talleres sobre Autoficción y Escritura Visual en diferentes ciudades de Emiratos Árabes y Latinoamérica, decidió dedicarse a la enseñanza de la escritura creativa. En 2022 obtuvo el diploma de Especialista en Enseñanza de la Escritura Creativa de la Universidad Alcalá de Henares y la Escuela de Escritores de Madrid.
Actualmente reside en Barcelona, desde donde trabaja como guionista, colaborador en revistas literarias y profesor de escritura creativa mientras continúa escribiendo sus propios proyectos literarios.
Entrevista al profesor
Lo que nace son las ganas de escribir y compartirlo, de ser escritor. En cuanto a la técnica, al oficio, es algo que se tiene que entrenar a base de práctica.
Me apunté al primer taller de escritura con dieciséis años y no lo dejé hasta ocho años después. Recuerdo que esa primera experiencia como alumno fue de lo más gratificante, me encantaba escribir relatos semanalmente y luego compartirlos con un grupo de lectores, aprender de sus comentarios. Como profesor, mi mayor empeño es conseguir transmitir a mis alumnos la misma exaltación de mis inicios.
Me esfuerzo, sobre todo, para que en el clima reine el respeto. Que nadie confunda una crítica con un ataque. En eso insisto muchísimo desde el primer día, y no me canso de repetir que el aprendizaje está en la crítica y no en el halago. Precisamente por eso tenemos que aprender a recibir todo tipo de comentarios con una actitud positiva.
Mis alumnos me enseñan lo mismo que yo intento enseñarles a ellos: a mejorar como escritor.
He sido alumno de diferentes talleres y algunos profesores se empeñan en presentar el oficio de la escritura como si fuera una ciencia complicadísima, algo que me parece un gran error. Como profesor, siempre trato de acercar la escritura al alumno, que se impliquen sin miedos. El miedo es el mayor enemigo de la creatividad.
Debido a mi formación como cineasta, me apasionan la creación de personajes y los diálogos.
Soy un gran admirador de John Fante y de Isaac Bashevis Singer por la ironía con la que tratan hasta los mayores dramas. Actualmente estoy leyendo Estado de malestar, de Nina Lykke, editado por Gatopardo ediciones.