Hay que tener vocación, pero no basta solo con eso. Si una persona quiere dedicarse de manera profesional a la escritura, debe formarse como escritor y aprender las técnicas necesarias que le permitan crecer en este sentido. Sí, se puede aprender a escribir y, por supuesto, se puede enseñar.

La labor de enseñanza es combinar la pasión por lo que sabes y la pasión por ayudar a otras personas a que conozcan lo que has aprendido a lo largo del camino. En mi caso, me habría gustado que me enseñaran muchas cosas sobre los audiolibros y la escritura para audio, para no tropezarme y cometer tanto errores. Ahora quiero ofrecer mis conocimientos y mi experiencia a quienes lo deseen, y así allanarles el camino.

La primera vez que impartí una clase (online) fue como invitada en la Universidad de La Sabana , (Colombia), en la clase de Guion y Cultura de la Facultad de Comunicación, donde hablé sobre Escritura para el oído: introducción al panorama actual de los audiolibros. Fue una experiencia muy enriquecedora para los alumnos y para mí. Pude aportarles las herramientas prácticas y la motivación para que continuaran desarrollando su potencial.

La escritura y la creación de universos de ficción a partir del sonido. Hago que mis alumnos piensen en cosas que suenen y que ayuden a la fluidez de la historia, de las acciones y de los personajes. Es muy importante que los alumnos entrenen el oído con ejercicios de escucha activa para que presten atención a los sonidos que les rodean.

Cuando comienza el curso les pido que no tengan miedo a equivocarse y que experimenten con todas las posibilidades que el sonido les puede ofrecer. Cuando termina el curso, deben estar capacitados para escribir una historia sonora (manejo del formato de guion, manejo del lenguaje sensorial, manejo de la ambientación sonora, etc.).

Me gusta crear un clima cómodo y distendido, que los alumnos se sientan a gusto y en confianza.

Que de una idea puede surgir un buen proyecto y que no hay nada más motivante que amar lo que uno hace. Su interés, su pasión y su curiosidad me animan a continuar.

Estar abierto a los cambios que se están produciendo en la creación de contenidos dentro del mercado. Primero hay que dominar las técnicas, para luego adecuarlas a los nuevos formatos, en mi caso, a los formatos relacionados con los contenidos sonoros.

En que el audio es un medio fascinante y que los audiolibros son otra forma de acercar la literatura a las personas de cualquier edad. El conocimiento que tengamos de la palabra hablada puede ayudarnos a cambiar la manera de escribir.

Gracias a que gestiono mi propio horario, no tengo ningún problema en compaginar la enseñanza con la creación de contenidos. Además, mucha de mi investigación y documentación que realizo para el podcast y mis artículos en mi página web, me sirven para dar clases y para continuar con mis proyectos de no ficción y de ficción.

Es difícil elegir. De fantasía, J.R.R. Tolkien fue una de mis primeras lecturas en la adolescencia y lo sigo revisando en la actualidad, porque realizó un estudio profundo acerca de temas universales como la amistad, la lealtad, el amor, el bien o el mal; su universo es rico y sus personajes, encarnan también arquetipos conocidos. Es un referente para la literatura. De no ficción, Joanna Penn, ya que sus libros ayudan a comprender cómo es el camino del escritor emprendedor y hacia dónde debe ir. En estos momentos estoy escuchando el audiolibro: Ángeles muertos, de Verónica Sjöstrand, narrado por Georgia Tancabel.