Rosa Berbel ha publicado Las niñas siempre dicen la verdad (Hiperión, 2018) y Los planetas fantasma (Tusquets, 2022). Ha obtenido, entre otros, el XXI Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal, el Premio de la Crítica de Andalucía a la mejor Ópera Prima y el Premio Ojo Crítico de Poesía 2019 de Radio Nacional de España.

También ha publicado una selección de sus poemas bajo el título Brillantes y caóticas (Sonámbulos, 2021) y ha aparecido en numerosas antologías poéticas nacionales e internacionales. Sus poemas han sido traducidos al inglés, polaco, alemán o neerlandés. En la actualidad trabaja en el Departamento de Literatura Española de la Universidad de Granada.  

 Coordinó junto a Pablo Romero la antología digital de poesía hispano-argentina Orillas y ha colaborado en la selección de la muestra de poesía joven Piel fina (Maremágnum, 2019). Ha prologado la reedición de Poeta en Nueva York de Federico García Lorca (Austral, 2020).

Los planetas fantasma

Poesía
2022

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Tusquets

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Las niñas siempre dicen la verdad

Poesía
2018

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Hiperión

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Brillantes y caóticas

Poesía
2021

Publicado por:
Sonámbulos

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Entrevista a la profesora

Casi todo se hace, también en el caso de la creación. Hay herramientas, recursos, salidas, técnicas que tienen que aprenderse en algún momento; a veces, de forma autodidacta, pero también es posible y hasta deseable hacerlo en una clase de escritura creativa. Las posibilidades que abre un curso o un taller, como espacios de discusión y de creación de comunidades que son, me parecen ilimitadas.

Pienso que la docencia es un acto de amor y para mí involucra una serie de elementos que son puramente afectivos: generosidad, atención, cuidado, responsabilidad, etc. En este acto de entregarse al otro, por motivos a menudo bien desinteresados, encuentro que la docencia es un momento muy iluminador de mi actividad creativa y profesional. Comencé a impartir clase al entrar como contratada en la Universidad de Granada y, derivado de mi escritura poética, he podido también coordinar algunos talleres de pensamiento literario y de escritura creativa.

Intento mantener el equilibrio entre teoría y práctica. A menudo los cursos de escritura creativa son algo resistentes a lo teórico, como si la teoría fuese siempre una cuestión tediosa o poco interesante. En realidad, tener unas nociones teóricas, aunque sean básicas, contribuye a que pensemos y escribamos mejor y a que seamos conscientes de que lo que hacemos lleva siglos evolucionando, desarrollándose y desdiciéndose. Trato, por ello, de acompañar los ejercicios de escritura con diversas lecturas de calado más filosófico o teórico.

Intento no partir de un nivel abstracto de exigencia, sino hacer, en la medida de lo posible, el esfuerzo de conocer al alumnado y regular las expectativas a partir de ahí. Mi única exigencia quizá sea que hagan las clases lo más dinámicas y dialógicas posible y que se involucren al máximo en las sesiones.

Trato de que el clima sea favorable a que las clases sean horizontales y todos nos sintamos reconfortados cuando compartamos algo. A veces esto puede resultar difícil, especialmente en las clases online, pero mi aspiración es que a pesar de la pantalla podamos crear una comunidad de afectos.

Lo que cualquier interacción interpersonal tan intensa como esta, capaz de movilizar tantas cosas: nuevos modos de leer y de escribir, genealogías desconocidas y todavía no rastreadas, ideas estimulantes, herramientas emocionales, etc.

Además de las que ya se presuponen a un profesor de cualquier otro ámbito, diría que es importante que un profesor de escritura sea respetuoso con los imaginarios creativos del alumnado. Que no trate de moldear las poéticas del resto en función de la suya propia, que ayude a cada uno a encontrar su propia voz sin ejercer violencia en esta búsqueda.

Disfruto mucho de profundizar en las partes teóricas o filosóficas de la escritura, que considero fundamentales incluso a un nivel básico.

Trato de ir compartiendo con el alumnado preguntas, inquietudes y problemáticas que me van surgiendo a la hora de escribir, porque entiendo que no son en ningún caso individuales sino que participan de preguntas, inquietudes y problemáticas comunes, compartidas por quienes nos dedicamos a esto o estamos reflexionando en el presente. También es interesante poner en común lecturas e ideas sobre temas específicos. Creo que en la comunidad que se genera en las clases pueden producirse retroalimentaciones interesantes y fructíferas tanto para las creaciones del alumnado como para las mías propias.

Estoy leyendo Notas para una ficción suprema de Wallace Stevens y espero poder compartir algunas de mis impresiones sobre el libro en las clases. Admiro a los escritores que son capaces de producir arquitecturas poéticas sólidas, en las que el poema es menos relevante que el conjunto en el que se integra. No tengo claro cuál es mi escritor favorito, pero probablemente sea uno que trabaje en este sentido más global.

Rosa Berbel
© Alba Berbel

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