En mi opinión, esa frase hace referencia al talento. Y yo creo que, como en todas las artes, el talento es un arma de doble filo. La persona talentosa puede creer que no es necesario el trabajo duro para destacar y dejarse vencer por ese pensamiento, por la comodidad, o bien puede trabajar duro a pesar de su talento y convertirse en el mejor. Pienso que un músico con talento probablemente lo tendrá más fácil a la hora de convertirse en un buen músico, pero también creo que, con mucho trabajo y esfuerzo, un músico con menos talento puede convertirse en uno igual de bueno. Lo mismo sucede con la escritura. Si a alguien le gusta la literatura y siente la motivación de empezar a escribir, puede aprender a hacerlo si tiene auténticas ganas de trabajar y mejorar.

Mi labor como profesora es, fundamentalmente, transmitir lo que yo sé de la mejor manera posible a aquellas personas que les pueda interesar, e incentivarlas para querer aprender y mejorar. En el tiempo que llevo trabajando como escritora de novela infantil y juvenil he aprendido una serie de conocimientos que, creo, pueden ser útiles a otras personas que quieran empezar a escribir este tipo de libros.

Procuro que mis cursos sean muy cercano a los alumnos y lo más prácticos posible, de manera que todo lo que se hable sea útil de cara a la escritura.

A mis alumnos les pido que tengan ganas de aprender. Y, cuando termine el curso, valoro que sean capaces de utilizar los conceptos que hemos aprendido durante el curso y que estén lo suficientemente motivados como para seguir adelante con esa novela que hemos empezado a dar forma. Mi nivel de exigencia es medio y procuro valorar los ejercicios desde mi propia experiencia como autora.

Me gusta que el clima incite a compartir, tanto las preguntas como las propuestas que surjan. Quiero que los alumnos se sientan cómodos para hablar de lo que estamos trabajando y que si tienen sugerencias sobre algún tema, sientan la libertad de hacerlo.

Creo que un buen profesor de escritura debe estar abierto a escuchar lo que los alumnos tienen que decir, pero también debe saber intervenir cuando un tema no está claro, así como tener la capacidad de ejemplificar lo que pretende enseñar.

En la parte más práctica. Creo que como mejor se aprende a escribir es leyendo y escribiendo, y hablando sobre las tareas que se van a realizar es la manera en la que yo creo que un alumno puede entender mejor los conceptos.

Voy por épocas, últimamente me ha dado por la literatura irlandesa. De Sally Rooney me he leído las tres novelas que ha publicado del tirón. Maggie O’Farrell me gusta mucho también y cada vez que publica algo nuevo corro a la librería para comprármelo. Me gusta mucho la novela de personajes, en las que lo importante son cómo se desarrollan ellos y sus emociones, cómo viven lo que viven, y estas dos autoras, muy distinta la una de la otra, lo hace cada una con su propio estilo de manera virtuosa. Ahora mismo me estoy leyendo un libro que me habían recomendado y que me parece interesante por el formato documental con el que está escrito: Todos quieren a Daisy Jones, de Taylor Jenkins Reid.