Es natural de Caudete (Albacete), aunque gran parte de su vida la ha pasado en tierras alicantinas. Desde el Levante, siguiendo los pasos de Azorín, llegó a Yecla (Murcia), donde trabaja. Se dedica al estudio de la literatura y de la filosofía. La intrigan los entresijos del alma humana. Y ama, por encima de todo, la poesía.
Cursó el Máster de Poesía de la Escuela de Escritores.