Relatos en Cadena 23-24

XVII Edición del Concurso

XV Edición del concurso Relatos en Cadena de la Escuela de Escritores y la Cadena SER - IMG780
Bases de concurso Microrrelato

Relatos en Cadena 23-24

XVII Edición del Concurso

Temporada 2023-2024

Una historia, un personaje, un escenario y una acción en cien palabras. El desafío de escribir un microrrelato te obliga a decir más con menos. La Cadena SER y Escuela de Escritores recompensan tu ingenio y tu creatividad con un premio a la altura del reto: 6.000 euros para el mejor microcuento. Durante esta XVI temporada seguimos en La Ventana de la Cadena SER, cada lunes a las 18.30 horas Javier Sagarna, Benjamín Prado, Carles Francino, Marta del Vado, los autores de los tres relatos finalistas de cada semana y un invitado especial elegirán al ganador semanal. Los oyentes y participantes también podréis participar en la elección del ganador mensual votando a través de Internet por vuestro relato favorito. En esta página encontrarás los ganadores y finalistas de cada semana.

Instrucciones para participar

Cada lunes, a partir de las 18:30 horas en el programa La Ventana de la Cadena SER, presentaremos los tres mejores microcuentos recibidos durante la semana. Javier Sagarna, Benjamín Prado, Carles Francino, Marta del Vado, el invitado especial que cada semana acuda a la sección y los tres finalistas semanales votarán para elegir al ganador que se clasificará para la final mensual. En caso de empate, el director del programa, Carles Francino, o Marta del Vado votarán para deshacerlo.

Una vez al mes se podrá participar en la votación para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa. Los diez ganadores mensuales competirán al final de la temporada por el premio al mejor microcuento de la XVII Edición de Relatos en cadena.

La frase de inicio de los microcuentos será la última frase del texto ganador de la semana anterior. La extensión de los microrrelatos no podrá superar las cien palabras (sin incluir la frase de inicio ni el título). Para participar se debe completar el formulario que se encontrará a continuación para enviar el microcuento antes de las 12:00 del mediodía del jueves indicado en el plazo de participación. El formulario permanecerá abierto y visible en esta página mientras la convocatoria esté abierta.

Resolución

Inicio: 01/07/2024 19:00
Fin: 08/07/2024 19:00

Fallo: 08/07/2024 19:30

A continuación, el relato ganador de la XVII edición de Relatos en Cadena y los dos finalistas.

Ganador de la XVII edición: Sin esperanza, de María Jesús Villar

Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos, cuando venda lo que ha encontrado en el vertedero. El tejado seguirá con goteras, pero no es eso lo que le fastidia, sino no haber sido capaz de advertirle de lo inútil de caminar durante kilómetros para ir a la escuela, porque no podrá continuar sus estudios: los centros superiores están a días de distancia. Acabará trabajando en la basura, sabiendo que hay lugares mejores, porque ha estudiado geografía, que es posible soñar con mundos distintos, porque ha leído novelas. Y entonces, como a mí, le enrabietará andar entre cucarachas preguntándose para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros.

Segundo clasificado: Un oficio complicado, de Javier Revilla

Una calavera, pequeña, anoté en mi libreta. Continué la disección, abriendo el cráneo. Una manada de pájaros salió de allí revoloteando. Anoté lo de los pájaros. Con mi bisturí hice una profunda incisión en el abdomen. De su estómago salieron cientos de mariposas. Anoté: estómago, mariposas. Cuando llegué a su corazón, estaba ardiendo. Corazón en llamas, escribí. Luego guardé la libreta. No necesitaba más marcadores biológicos.

Me arranqué un ojo de la cara para pagar a la familia y me fui. Mientras volvía tuerto a casa para ordenar mis notas, me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta.

Tercer clasificado: Aviso, de Gabriel Urciuoli Barber

Se llama Juan, como papá, y vive adentro de él. Sólo sale cuando papá duerme: primero asoma la cabecita por la oreja -porque Juan es muy pequeñito-, y después, de un impulso, ¡zas!, ya está afuera. Entonces empieza a correr por toda la casa y mamá y yo a perseguirlo. Normalmente lo atrapamos rápido, lo volvemos a meter dentro de papá, y papá se despierta, pero esta vez ha escapado a la calle y se ha perdido. Papá lleva tres días durmiendo. Estamos desesperados. Se recompensará a quien lo devuelva sano y salvo. Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul.

Inicio: 24/06/2024 19:00
Fin: 01/07/2024 12:00

Fallo: 01/07/2024 19:00

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: Sin esperanza, de María Jesús Villar

Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos, cuando venda lo que ha encontrado en el vertedero. El tejado seguirá con goteras, pero no es eso lo que le fastidia, sino no haber sido capaz de advertirle de lo inútil de caminar durante kilómetros para ir a la escuela, porque no podrá continuar sus estudios: los centros superiores están a días de distancia. Acabará trabajando en la basura, sabiendo que hay lugares mejores, porque ha estudiado geografía, que es posible soñar con mundos distintos, porque ha leído novelas. Y entonces, como a mí, le enrabietará andar entre cucarachas preguntándose para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros.

Inicio: 17/06/2024 19:00
Fin: 20/06/2024 12:00

Fallo: 24/06/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Y mucha, muchísima mala hostia

Ganador: Pretérito imperfecto, de Ángel Toribio Sevillano

Y mucha, muchísima mala hostia gastaba don Celestino. También alardeaba el maestro de estar amparado por la divina providencia —había salido ileso tras arrollar un tren su coche— y de usar métodos de enseñanza tradicionales: capones, brazos en cruz y una vara de mimbre que empleaba cuando nos equivocábamos al conjugar. El semestre transcurría con total «normalidad» hasta que Julito erró el presente de subjuntivo del verbo asestar y recibió su primer varazo. Cuando desenredamos el totum revolutum que formaban alumno y profesor aprendimos varias lecciones: a don Celestino no lo protegía la providencia, Julito también tenía mala hostia y asestaba cuchilladas con sobresaliente maestría.

Finalista: La mala educación, de Beatriz Díaz Rodríguez

Y mucha, muchísima mala hostia tenía la Madre Superiora del internado. Acabará ocurriendo una desgracia, pensaba cuando la acompañaba en su ronda nocturna en la que encerraba bajo llave a las chicas. Sus gritos, la noche del incendio, aún resuenan en mi cabeza. La Madre Superiora no perdió la entereza después de la tragedia y en pocos meses recibíamos a las nuevas familias y sus puntuales donaciones. Las madres despedían a sus hijas envueltas en llanto, los padres mantenían la distancia, y ella les acompañaba hasta la salida con la promesa de que, tras su paso por el internado, les devolvería un ángel.

Finalista: Le suena, de Antonio Larrey Lázaro

Y mucha, muchísima mala hostia. Eso es lo que ve. Un rostro familiar y enfadado. Sí, definitivamente esa cara le suena. Las cejas pobladas. La barba canosa. Las bolsas en los ojos. Las sientes plateadas. La nariz respingona. Los ojos grises. Las pestañas perezosas. Y la mala hostia. No recuerda de qué, pero conoce a esa persona. Está convencidísimo, es un rostro demasiado familiar. Se lava la cara con abundante agua muy fría, buscando así despejarse y quizá recordar. Cuando se incorpora de nuevo, ya no recuerda qué narices estaba haciendo frente al espejo.

Inicio: 10/06/2024 19:00
Fin: 13/06/2024 12:00

Fallo: 17/06/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Y dale a enviar ya

Ganador: Todo es según el cristal con que se lee, de Alberto Moreno Sánchez-Izquierdo

Y dale a enviar ya —escribe Romeo17—, quiero ver tu foto desnuda.
No —responde Julieta15—, prefiero que nos conozcamos en persona.
Pero… ¿y tus padres?
Tranquilo, mis padres me dejan. Dime hora y sitio.

Romeo17, como la mayoría habréis adivinado, en realidad es Eduardo, y tiene 52. Y quedarán, como muchos deseáis, en un parque solitario, oscuro, donde intentará forzarla. Sí, sí, reconoced que algunos (pocos, pero algunos) incluso anheláis que lo consiga.
Aunque sucederá lo que pocos (muy pocos) intuisteis desde el principio: que Julieta15 en realidad es Julia, de 32 años, policía, cinturón negro de kárate, y mucha, muchísima mala hostia.

Finalista: Daltónico a los mandos, de Emilio Mahugo Serrano

—¡Y dale a enviar ya!
Obedeció la orden con la profesionalidad que le habían inculcado durante los años de entrenamiento. Nada más apretar el botón una sacudida azotó la nave. Por un instante esta gritó como si le desgarraran el alma. Después un silencio infinito se apoderó del ambiente. De nuevo el zumbido de los motores se adueñó de la situación. El superior se abalanzó sobre él.
—Idiota, ¿qué botón has apretado?
—El rojo, señor.
—Era el azul, el azul. Nos has enviado a nosotros, no a la mercancía.
—¿Dónde?
—Al crematorio, imbécil, al crematorio.

Finalista: El algoritmo definitivo, de José Ignacio Domingo Regidor

Y dale a enviar ya, algo te responderá, nos decíamos al principio. Entonces era como un juego. Ahora no hay tiempo para un comienzo romántico, encariñarse, discutir y una dulce reconciliación; cada dos días el algoritmo te encuentra otra pareja ideal y te organiza la mudanza. Ellas no parecen muy afectadas, cuando me marcho me observan muy serenas desde su sofá, como si entraran en un extraño modo de letargo para sobrellevar mejor el mal trago. A pesar de todo, los periódicos dicen que la natalidad va como un tiro, y yo que había llegado a pensar que sería el último humano sobre la Tierra.

Inicio: 03/06/2024 19:00
Fin: 06/06/2024 12:00

Fallo: 10/06/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros

Ganador: Destino descartado, de Gustavo Romero de la Fuente

Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros. Tú simplemente escribe: «Planeta poblado por bichos similares a los escarabajos, entre tres y cuatro metros de altura. Se mueven en pelotones compuestos por una docena de individuos. Voracidad insaciable, parece que prefieren la carne al metal. Mandíbulas poderosas, la nave duró menos de diez minutos. Velocidad, unos ocho kilómetros por hora. Sospechamos que nos detectan de alguna manera porque, aunque no estemos en su campo de visión, es imposible esconderse de ellos. Son inteligentes y conocen bien la orografía: han logrado acorralarnos en un desfiladero sin salida. Destino descartado». Subraya la última frase. Y dale a enviar ya.

Finalista: Extraña pasión, de Laura García Redondo

Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros o de qué se alimentan. Dime tú la utilidad. Pero allí estaba, como ya empezaba a ser habitual, rodeado de su colección de libros de entomología. Le pregunté si veíamos una película, el silencio fue la única respuesta. ¡Qué mal le había sentado el despido! Aburrida, me fui a recoger la cocina y puse la radio como compañía. «Han hallado el cadáver del empresario desaparecido, devorado por una extraña especie de escarabajos carroñeros, muy poco frecuente en la región». La apagué de inmediato. ¡Qué manía le había dado a todo el mundo con lo mismo!

Finalista: Un día más en el jardín, de Alberto Moreno

¿Para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros?, me pregunta Sandrita. Yo no contesto. Solo sigo comiendo moras, y viendo cómo los escarabajos y los ratones corretean entre las costillas de papá. La zarzamora ha avanzado, le tapa ya medio cuerpo, y sirve de refugio para los bichos. A veces dos ratones aparecen por sus cuencas, y nosotros nos carcajeamos. Nos sale sin querer. Es como cuando papá intentó colgarse del nogal, y cayó de bruces contra la cruz de piedra de mamá. Nos carcajeamos, solo eso. Y comemos moras. 

Y a veces a Sandrita le cae un churretón, y yo se lo lamo. Sabe muy dulce, Sandrita.

Inicio: 20/05/2024 19:00
Fin: 30/05/2024 12:00

Fallo: 03/06/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos

Ganador: Sin esperanza, de María Jesús Villar

Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos, cuando venda lo que ha encontrado en el vertedero. El tejado seguirá con goteras, pero no es eso lo que le fastidia, sino no haber sido capaz de advertirle de lo inútil de caminar durante kilómetros para ir a la escuela, porque no podrá continuar sus estudios: los centros superiores están a días de distancia. Acabará trabajando en la basura, sabiendo que hay lugares mejores, porque ha estudiado geografía, que es posible soñar con mundos distintos, porque ha leído novelas. Y entonces, como a mí, le enrabietará andar entre cucarachas preguntándose para qué demonios sirve saber que se llaman coleópteros.

Finalista: Hora de dormir, de Dayza del Moral

Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos, eso es lo que quiere decirle Daniel a su hijo, pero la rabia, mezclada con alcohol, le corta las palabras sin que lleguen a ser pronunciadas; el chico es un malcriado, eso está claro, y es culpa de la madre, qué duda hay. Pero esta noche es mejor no decir nada más, porque ya hubo muchos gritos y no quiere que vuelva la policía. Así que se tumba en el suelo de la cocina, entre su mujer y su hijo y se duerme enseguida, sin notar apenas la sangre que le empapa el pelo.

Finalista: ¿Realidad o ficción?, de Marian Vilalta

Mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos. Aunque como madre piensa que mejor sería parar esto de una vez por todas. Hace meses que no sale de su cuarto. Se pasa el día entero escribiendo su novela. Apenas come y duerme poco, muy poco. Los amigos ya se han cansado de intentar que salga un rato con ellos por las tardes. Está obcecado en su idea de salvarle la vida al protagonista de la historia, un chico obsesionado con un libro que está escribiendo y que debe terminar antes de acabar suicidándose.

Inicio: 20/05/2024 19:00
Fin: 27/05/2024 12:00

Fallo: 27/05/2024 19:00

Ganador: Ding dong, de Sara Sánchez

De allí nadie volvía por propia iniciativa. Quienes contrataban el viaje a la infancia se comprometían por escrito a salir voluntariamente de la experiencia virtual cuando sonara la campana, para evitar daños cerebrales irreparables. Pero después de merendar el bocata de nocilla, jugar al parchís con el abuelo, galopar en la bici sin frenos y, cómo no, disfrutar de los calentitos abrazos de mamá, todos querían quedarse. Entonces se activaba el mecanismo de expulsión urgente, consistente en la repentina aparición del coco. El susto funcionaba. Por fin se quitaban las gafas y, embriagados de nostalgia, volvían a casa con una piruleta como único consuelo.

Inicio: 13/05/2024 19:00
Fin: 16/05/2024 12:00

Fallo: 20/05/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Con una piruleta como único consuelo

Ganador: Culpa, de Alberto Moreno Sánchez-Izquierdo

Con una piruleta como único consuelo, Emmanuel espera a su hermana luchando contra la oscuridad del parque. Es raro, aunque no imposible, encontrar de madrugada a un niño solitario. Emmanuel a veces cierra los ojos para esquivar la terrorífica mirada de la luna. O imagina que ya ha amanecido, y está en el colegio.

No es imposible hallar a un niño de madrugada, asustado, aguardando a su hermana mayor. A que vuelva ya de ese coche aparcado al que subió. Lo raro (y descorazonador) es que ella, al regresar, en lugar de abrazarlo, solo le diga, con voz seca, que mañana podrá comprarle sus malditos cuadernos.

Finalista: Obreros irradiados, de Abel Melero Brey

Con una piruleta como único consuelo. Así me mandaron a la superficie después de inyectarme una aguja en el cuello del tamaño de un dedo. Con sólo diez años me obligaron a unirme al equipo de reconstrucción. Supuestamente, la sustancia nos protegería de la radiación durante una década. Mi esperanza de vida era de veinte años. Y todo para que cuando la radiación alcanzara niveles inocuos, las familias escogidas, aparentemente al azar, pudieran repoblar el planeta con las mayores comodidades.

Lo que ignoran ahí abajo es que la radiación nos ha transformado. Somos más fuertes y longevos. Ahora, la superficie pertenece a una nueva raza superior.

Finalista: Je t'aime, de Jesús Montoro Louvier

Con una piruleta como único consuelo, volví a casa. Al menos tenía forma de corazón. Quizá aquello fuera una sutil indirecta de mi querida Sophie. La había conocido meses atrás, y desde entonces, desde la primera vez que pronunció mi nombre con ese acento suyo tan peculiar, me tenía en un permanente sinvivir. Debía aprovechar cualquier oportunidad para declararme. Así que, cuando nos fue nombrando para darnos las notas del primer trimestre de francés, no pude evitar decirle en alto: «¡Je t´aime, ma chère Sophie!». A lo que ella respondió, entre las risas de mis compañeros, con un diez en pronunciación y un corazón de caramelo.

Inicio: 06/05/2024 19:00
Fin: 09/05/2024 12:00

Fallo: 13/05/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: De allí nadie volvía

Ganador: Ding dong, de Sara Sánchez

De allí nadie volvía por propia iniciativa. Quienes contrataban el viaje a la infancia se comprometían por escrito a salir voluntariamente de la experiencia virtual cuando sonara la campana, para evitar daños cerebrales irreparables. Pero después de merendar el bocata de nocilla, jugar al parchís con el abuelo, galopar en la bici sin frenos y, cómo no, disfrutar de los calentitos abrazos de mamá, todos querían quedarse. Entonces se activaba el mecanismo de expulsión urgente, consistente en la repentina aparición del coco. El susto funcionaba. Por fin se quitaban las gafas y, embriagados de nostalgia, volvían a casa con una piruleta como único consuelo.

Finalista: Gracia, de Raúl Garcés

De allí nadie volvía, solía decir mi abuela. Y si lo hacía, malo, añadía persignándose. Por eso cuando veía aparecer al abuelo por el camino que conduce al camposanto se apresuraba a cerrar puertas y ventanas. El abuelo, que trabajaba como sepulturero, aceptaba la broma de buen grado pese a repetirse cada tarde. Y lo sigue haciendo aún hoy cuando hará más de un año que lo enterramos.

Finalista: Al otro lado, de Ana María Abad

De allí nadie volvía. Los transeúntes que se apresuraban por la calle bajo sus paraguas procuraban esquivarlo, aunque no siempre lo conseguían. A veces, un niño se soltaba de la mano de sus padres y se acercaba, curioso y osado, desapareciendo en el acto. Algún perro juguetón se vio atraído también por su halo de misterio e incluso moscas, mariquitas y hormigas traspusieron sus profundidades para no regresar. Y allí siguen todos, al otro lado, aguardando impacientes a que cesen las lluvias para que se seque el charco, sin sospechar que se evaporarán con él, dejando tan solo su recuerdo difuso en los adoquines.

Inicio: 22/04/2024 19:00
Fin: 02/05/2024 12:00

Fallo: 06/05/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Pagaba al asesino por el trabajo realizado

Ganador: Víctimas y verdugos, de Miguel Ángel Granados 

Pagaba al asesino por el trabajo realizado con polvo blanco y dejándole jugar al fútbol con los que habían sido tan valientes como él. Simplemente por el hecho de volver a ser niños durante unas horas, aquellos eran los mejores momentos en el campamento. Al final del día, cada uno debía volver a la tienda de su jefe dispuesto a hacer todo lo que le pidiera. Después, pasaban la noche al aire libre, sobre el suelo, rezando para volver a ser los elegidos para la matanza del día siguiente. Cualquier cosa menos pasar por un cobarde y que te mandaran a excavar diamantes. De allí nadie volvía.

Finalista: Desafortunada en el amor, de Ángel Toribio

Pagaba al asesino por el trabajo realizado, falseaba los libros de cuentas y hasta le zurcía los calcetines. Cuando quiso darse cuenta de que era el mafioso menos atento, más cutre y tacaño sobre la faz de la tierra ya estaban casados. Ni cena con velitas para dos, ni bailes de salón… normal que se buscase amantes, muchos, aunque todos le daban plantón en la segunda cita. Su fatalidad con los hombres parecía cosa del destino, o eso creía hasta que, buscando la grapadora en el escritorio de su marido encontró una libreta con un montón de nombres anotados, y el último era su cita del jueves.

Finalista: Doble o nada, de Irene Aguado

Pagaba al asesino por el trabajo realizado. No tengo dudas. Era mi marido el que le tendía un sobre al mismo hombre que ahora me mostraba la fotografía que yo miraba atónita. Seguramente fuera mi propio dinero. Pero ¿por qué? ¿Por mi aventura? ¿Por las suyas? ¿Por lo ácido de mis comentarios? ¿Por haberle cortado el grifo?

No parece que tenga ganas de mancharse las manos cuando, a cambio de una suma a mi juicio demasiado módica, me propone salvar la vida. El divorcio no me hubiera sorprendido pero un sicario de medio pelo me decepciona. Le ofrezco el doble por acabar con él.

Inicio: 22/04/2024 19:15
Fin: 29/04/2024 12:00

Fallo: 29/04/2024 18:00

Ganador: Un oficio complicado, de Javier Revilla

Una calavera, pequeña, anoté en mi libreta. Continué la disección, abriendo el cráneo. Una manada de pájaros salió de allí revoloteando. Anoté lo de los pájaros. Con mi bisturí hice una profunda incisión en el abdomen. De su estómago salieron cientos de mariposas. Anoté: estómago, mariposas. Cuando llegué a su corazón, estaba ardiendo. Corazón en llamas, escribí. Luego guardé la libreta. No necesitaba más marcadores biológicos.

Me arranqué un ojo de la cara para pagar a la familia y me fui. Mientras volvía tuerto a casa para ordenar mis notas, me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta.

Inicio: 15/04/2024 19:00
Fin: 18/04/2024 12:00

Fallo: 22/04/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Dejó la calle llena de líricos cadáveres

Ganador: El encargo, de Fina Morata

Dejó la calle llena de líricos cadáveres y la policía llegó tarde como siempre. El asesino se ocultó en la oscuridad de la noche y escapó impunemente. Los cuerpos los trasladaron al anatómico forense y unas compungidas viudas tuvieron que reconocerlos. La gente los convirtió en mártires, pues habían muerto a manos de un psicópata que odiaba la poesía, y algunos de ellos, desconocidos totalmente para los lectores, pasaron a cuadriplicar sus ventas. Los poetas amigos hicieron varias entrevistas elogiando su talento. Entretanto, a unas horas intempestivas de la noche, un editor sacaba un fajo de billetes y pagaba al asesino por el trabajo realizado.

Finalista: Saudade, de Juan Antonio Morán

Dejó la calle llena de líricos cadáveres musicales: Yolanda, Suzanne, Lucía, Amanda… Los transeúntes se detenían cuando reconocían los estribillos y se agrupaban en un enorme círculo, absortos, hasta que con el último acorde de guitarra regresaban al silencio. Entonces el corro se dispersaba sin aplausos ni comentarios, sin el mínimo intento de gratificar al cantante por haberles evocado, con cierta nostalgia, aquellos tiempos en los que las canciones las escribían los hombres, en los que la existencia subsistía sin el amparo del actual programa Madre Tierra 3000, aquellos remotos tiempos en los que aún quedaban mujeres vivas.

Finalista: Cómplices, de Cristina Pereferrer

Dejó la calle llena de líricos cadáveres. Primero recorrió una acera y luego la otra. Con los dientes partía trozos de cinta adhesiva e iba enganchando aquellas pequeñas cartulinas en cada farola, en todos los portales, persianas de comercios y paradas de autobús. Siempre dejaba para el final el portal donde habían vivido su hija y sus nietos. Abría con su copia de llaves, las que tenía para alguna emergencia, y metía un obituario en cada buzón. Cada semana encargaba más y repetía el mismo ritual. No iba a dejar que sus vecinos se olvidaran de ellos.

Inicio: 08/04/2024 19:00
Fin: 11/04/2024 12:00

Fallo: 15/04/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta

Ganador: Diferencias insalvables, de Raúl García Martín

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta como para no poder caminar tranquilo por la calle sin mirar hacia atrás por miedo a ser atacado por un endecasílabo fuera de sí o insultado por una turba de rimas consonantes sin control. Solo la semana pasada la prensa informaba de tres reyertas con varios muertos y heridos. Al parecer, unos jóvenes postneolíricos borrachos se aventuraron de madrugada en el barrio de los paleorománticos y el enfrentamiento fue inevitable. A las primeras andanadas de hirientes metonimias siguió un torrente de hipérbaton absolutamente insoportable y ahí comenzó el sangriento cruce de plumas que dejó la calle llena de líricos cadáveres.

Finalista: Una columna en el diario, de Pablo Galera Pérez

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta cuando irrumpió en la redacción un tipo gordo con sombrero profiriendo insultos y amenazas al personal del diario. Su indignación radicaba en el error tipográfico con el que había sido publicado el obituario de su difunta madre en la sección de esquelas. Aquello me produjo gran satisfacción, pues confirmaba que aún existe un lugar reservado a la forma entre tanto contenido copado de politiquería y sucesos. Mi siguiente columna llevó por título “La estética en duelo del hombre gordo con sombrero”, y adoptó la forma de un soneto.

Finalista: Metamorfosis literaria, de Alfonso Carabias Antúnez

Me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta. Fue poco después de instalarme en un apartamento del centro, cuando la armonía y el estudio de los detalles que solían acompañarme se esfumaron y a cambio empecé a convivir con el ruido incesante, los atascos y las discusiones con personas que directamente hablaban por hablar. Intenté en vano adaptar mis versos al contexto actual, pero tras una discusión acalorada sobre hábitos higiénicos con un hombre y su perro, decidí darle una vuelta de tuerca a mis letras. Al día siguiente compré una pistola, espere pacientemente al tipo del perro, y me pasé a la novela negra.

Inicio: 01/04/2024 19:00
Fin: 04/04/2024 12:00

Fallo: 08/04/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Una calavera, pequeña

Ganador: Un oficio complicado, de Javier Revilla Cuesta

Una calavera, pequeña, anoté en mi libreta. Continué la disección, abriendo el cráneo. Una manada de pájaros salió de allí revoloteando. Anoté lo de los pájaros. Con mi bisturí hice una profunda incisión en el abdomen. De su estómago salieron cientos de mariposas. Anoté: estómago, mariposas. Cuando llegué a su corazón, estaba ardiendo. Corazón en llamas, escribí. Luego guardé la libreta. No necesitaba más marcadores biológicos.

Me arranqué un ojo de la cara para pagar a la familia y me fui. Mientras volvía tuerto a casa para ordenar mis notas, me preguntaba en qué momento se había complicado tanto ser poeta.

Finalista: Objeto de deseo, de Ángel Salguero Municio

Una calavera, pequeña y polvorienta, adornaba el mostrador. Junto a ella el dependiente había depositado el frasco.

—¿Funcionará? —le preguntó Luis, señalándolo.

—No devoluciones.

Leyó la etiqueta: “Esta poción le convertirá en objeto de deseo de su persona amada. Debe tomarla en su presencia”.

—Me la llevo —dijo—. ¿Acepta tarjeta?

La esperó en la esquina habitual y al verla acercarse se la bebió de golpe. El recipiente rodó por la acera porque él ya no tenía manos, sino unas alas blancas que batía frenéticamente.

—¿Pero tú de dónde sales? —dijo ella, cogiendo con delicadeza aquel hermoso pájaro exótico—. Te vienes conmigo.

Finalista: Felices sueños, de Manuel Montesinos

Una calavera, pequeña, no más grande que un puño, descansa sobre su almohada. Hay otras repartidas por toda la habitación y huesos, muchos huesos amontonados bajo la cama. Su mamá lo llama fetichista y le advierte que esas manías le traerán malas experiencias cuando sea un adulto atiborrado de pastillas. Tendrá pesadillas horribles y nunca podrá dejar al psiquiatra. No lo acusa, pero sabe que es el culpable de que hayan desaparecido tantos animales del barrio. Él piensa que sólo es un niño como los demás al que le gusta dormir con sus peluches.

Inicio: 18/03/2024 19:00
Fin: 28/03/2024 12:00

Fallo: 01/04/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Desbordado de negativos defectuosos

Ganador: El juego del escondite, de Alejandra Rusell

Desbordado de negativos defectuosos, de tickets del año de la pera, de listas de la compra, de gomas de pelo raídas, de pinzas, de cubos y palas, peluches, botas de fútbol talla 28, muchas rodilleras, guantes de portero diminutos y, al fondo, muy al fondo, bajo toda esa morralla, una calavera, pequeña.

Finalista: La fotografía, de María Sergia Martín

Desbordado de negativos defectuosos, películas veladas y con una desconocida revisando antiguos retratos. Encolerizado, pregunté qué hacía en mi estudio. Respondió que había brotado, no sabía cómo, de una de mis fotografías y que necesitaba encontrarla para regresar. Me pareció tan fascinante su belleza y la magia de aquel relato de mujeres emergiendo de fotografías que me cautivó. Durante casi cuatro décadas hemos vivido felices juntos. Primero, como pareja; luego, como padre e hija y ahora pasamos por abuelo y nieta. Ella permanece hermosa, inalterable al paso del tiempo. Con mi ocaso cercano, creo que es momento de devolverle su fotografía y dejarla marchar.

Finalista: No olvidar, de Ana Cataluña

Desbordado de negativos defectuosos. Así estaba mi escritorio después de un día entero trabajando con los carretes. Había encontrado la vieja cámara que utilizaba como corresponsal de guerra y decidí salir y hacer algunas fotos. Pero al revelarlas me encontré con una sorpresa. En las fotos que yo había hecho enfocando paisajes y rincones de la ciudad, siempre aparecía un cadáver. Un muerto que, evidentemente, no estaba allí al captar la imagen. Decidí pensar que la cámara tenía alguna avería pasado tanto tiempo sin usarla. Porque creer que tenía memoria y no iba a permitir que aquellos horrores se olvidaran, me daba mucho miedo.

Inicio: 18/03/2024 19:00
Fin: 25/03/2024 12:00

Fallo: 25/03/2024 18:30

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: Pobre infiel, de Miguel Ángel Flores

Cuánto me echaba de menos, decían. Que si está destrozado, que si casi no come, que si está más delgado, que si pobrecito… Todo el mundo venía con la misma cantinela. Al final, harta de que me abonaran la conciencia, me quitaba el delantal, salía del mostrador y me iba a buscarlo. Cuando me lo encontraba en la esquina que lo conocí, lo perdonaba, otra vez, y le dejaba volver. Luego, con la promesa de que no iría a mendigar a ningún otro sitio, que no fuera la puerta de mi charcutería, le preparaba un bocadillo de jamón. Que una es pudiente, pero no tonta.

Inicio: 11/03/2024 19:00
Fin: 14/03/2024 12:00

Fallo: 18/03/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Ninguna suya

Ganador: Revelado o revelación, de Juan Sánchez Gamino

Ninguna suya. Escruté aturdido cada uno de los negativos que acababa de revelar. Habría apostado el dedo con el que apretaba el disparador a que mi mujer se encontraba dentro del encuadre cuando hice las fotos. Que, por ejemplo, había capturado aquel rincón del cementerio porque los ramos de crisantemos hacían juego con el vestido ligero que le regalé en nuestro aniversario, y que ella me miraba a través del visor con la misma sonrisa con la que me enamoró. Pero no estaba. «Debo tener más cuidado al revelar», pensé mientras tiraba con frustración el carrete al cajón desbordado de negativos defectuosos.

Finalista: Apariencias, de Rosalía Guerrero Jordán

Ninguna suya. De eso no había duda. Las huellas encontradas en la escena del crimen eran de la talla cuarenta y cinco, y debían pertenecer a un individuo de más de cien kilos. Teniendo en cuenta que el sospechoso era un mequetrefe de apenas cincuenta kilos con pies de princesa de cuento, al inspector Suárez no le quedó más remedio que soltarlo.

Cuando salió de la comisaría el hombrecillo se encendió un pitillo y le dedicó una sonrisa desdentada. Cuando pasó bajo la farola el inspector pudo ver una sombra descomunal agitándose. Parecía reírse de él.

Finalista: La carta, de Javier San Román Galán

«Ninguna suya, señora. Lo lamento». Esta semana tampoco había recibido carta. Desde que su marido se enroló en un pesquero tres meses atrás no había tenido noticias suyas. El cartero quedaba conmovido al ver la entereza con la que aquella mujer encajaba el golpe cada vez. Admiraba la dignidad en su mirada. Le sorprendía encontrar aún una chispa de esperanza en su insondable tristeza antes de continuar su ruta. Por eso, cuando por fin llegó la ansiada carta, la rompió en mil pedazos.

Inicio: 04/03/2024 19:00
Fin: 07/03/2024 12:00

Fallo: 11/03/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Que una es pudiente, pero no tonta

Ganador: Costosamente, de Cristina Estrach Roig

Que una es pudiente, pero no tonta, le había advertido su madre, boca de carmín y perfume de flores. Todos quieren lo mismo, engañabobos, pelotas y arribistas. No hay príncipe azul o amiga desinteresada. Ella tonta no fue, nunca cayo en la trampa.  Mira sus manos vacías de sortijas que no pueden ya vestir sus dedos torcidos.  El plástico que cubre el sofá de terciopelo cruje cuando se levanta, costosamente, como lo ha hecho todo. El aroma de magnolia queda flotando en el salón cuando el enfermero la acompaña a su cuarto, y envuelve los marcos de plata exhibiendo familias sonrientes. Ninguna suya.

Finalista: La corbata, de Antonio Molina Bajo

¡Que una es pudiente, pero no tonta! Cuando doña Rocío gritaba, toda la chiquillería del patio aparecíamos como de la nada para ver salir al cliente de turno. Doña Rocío nos parecía una mujer muy guapa. A veces nos regalaba algún detalle que olvidaban sus visitas y que era requisado por nuestras madres con una severa amonestación: ¡no cojáis nada de esa casa! Un día, mamá me quitó una corbata que doña Rocío me anudó en la frente para que jugará a los indios. Aquella noche los gritos que se escucharon en el patio fueron los de mamá, cuando papá llegó a casa.

Finalista: La apuesta de la vergüenza, de Miguel Amador González

—…Que una es pudiente, pero no tonta —finaliza la conversación, y miente cada palabra antes de volver a apostar.

Su anillo de boda descansa sobre la mesa de juego, junto a las vergüenzas de otros jugadores. En una mano se tambalea el vaso que acaba de rellenar; en la otra, dos cartas: una pica y un corazón —mal presagio—.

Las cartas se descubren. Su anillo se marcha junto al de su difunto marido y la esclava de oro de su amado nieto.

Desesperada, rebusca en el bolso algo más que poder apostarse, pero los recuerdos no están permitidos.

Inicio: 19/02/2024 19:00
Fin: 29/02/2024 12:00

Fallo: 04/03/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Cuánto me echaba de menos

Ganador: Pobre infiel, de Miguel Ángel Flores

Cuánto me echaba de menos, decían. Que si está destrozado, que si casi no come, que si está más delgado, que si pobrecito… Todo el mundo venía con la misma cantinela. Al final, harta de que me abonaran la conciencia, me quitaba el delantal, salía del mostrador y me iba a buscarlo. Cuando me lo encontraba en la esquina que lo conocí, lo perdonaba, otra vez, y le dejaba volver. Luego, con la promesa de que no iría a mendigar a ningún otro sitio, que no fuera la puerta de mi charcutería, le preparaba un bocadillo de jamón. Que una es pudiente, pero no tonta.

Finalista: Una historia de amor, de Manuel Montesinos Moreno

Cuánto me echaba de menos. Era algo enfermizo. A los pocos minutos de mi partida tenía una necesidad imperiosa de sentir mi presencia y acariciaba todos los objetos que yo había tocado antes de salir: el cerrojo de la puerta o el interruptor, aunque, evidentemente, la luz no funcionaba. Mantenernos en la oscuridad era importante. Si pensaba en el último beso que le di en los labios, intentaba quitarse la mordaza. Le excitaba rozarse las muñecas para sentir de nuevo la fuerza de mis manos esposándola. Los días que me extrañaba mucho, gemía con fuerza cerca de la ventana para gritarle nuestro amor al mundo.

Finalista: La opción más práctica, de Andrés Rivas Santos

¿Cuánto me echaba de menos en sus continuos viajes? “Mucho, ya lo sabes”, era su irritante respuesta por defecto. Y lo decía así, a la ligera, como si no le hubiese dicho mil veces que no se puede verificar aquello que no se mide y evalúa con precisión. Naturalmente, no me quedó más remedio que cambiar de táctica en nuestra cita de hoy: en vez de cuantificar la añoranza, le pedí que me indicase el lugar exacto donde la sentía. Era la opción más práctica y me ahorrará mucho tiempo de disección.

Inicio: 19/02/2024 19:00
Fin: 22/02/2024 00:00

Fallo: 26/02/2024 19:00

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: Aviso, de Norberto Gabriel Urciuoli Barber

Se llama Juan, como papá, y vive adentro de él. Sólo sale cuando papá duerme: primero asoma la cabecita por la oreja -porque Juan es muy pequeñito-, y después, de un impulso, ¡zas!, ya está afuera. Entonces empieza a correr por toda la casa y mamá y yo a perseguirlo. Normalmente lo atrapamos rápido, lo volvemos a meter dentro de papá, y papá se despierta, pero esta vez ha escapado a la calle y se ha perdido. Papá lleva tres días durmiendo. Estamos desesperados. Se recompensará a quien lo devuelva sano y salvo. Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul.

Inicio: 12/02/2024 19:00
Fin: 15/02/2024 12:00

Fallo: 19/02/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Sin hacerme ni un poquito de caso

Ganadora: Quizás me haya marchado, de María Domínguez de Paz

Sin hacerme ni un poquito de caso, mi madre colocó la tarta de cumpleaños sobre la mesa. Justo cuando preparé la boca redonda para inflar los carrillos, ella misma sopló las velas. Le pregunté enfadada por qué había hecho eso, pero en vez de contestarme, juntó sus manos tapándose la cara y lloró, lloró mucho rato. Quise consolarla, pero parecía que yo no existiera. Luego recogió la tarta sin cortar, el plato solitario, dobló el mantelito individual y lo guardó en el cajón. Finalmente puso sobre la mesa una foto mía, le dio un beso y le dijo abrazándola cuánto me echaba de menos.

Finalista: Cría cuervos, Mariano, de Manuel Nevado Gómez

Sin hacerme ni un poquito de caso ha estado más de siete días, y eso que he intentado llamar su atención mediante caricias y adoptando una postura sumisa. Al principio, me desoló su distanciamiento, aunque me resigné por lealtad a nuestra convivencia. No saborear sus guisos sí me ha dolido, la verdad. Cuando hoy han aparecido sus hijos me he inquietado, pues hacía más de cinco años que no lo visitaban. Ni se han dignado a recogerlo del suelo; han esperado a otros humanos con una camilla. Mientras repartían las pertenencias de Mariano se han percatado de mi presencia. Secamente, han dicho: “al perro lo sacrificamos, ¿no?”

Finalista: Un incómodo invitado, de Víctor Valdesueiro Bernabe

Sin hacerme ni un poquito de caso cruzaba la puerta del supermercado que, solícitamente y con mi mejor sonrisa, le abría mientras le pedía una ayudita para comer. Con porte altivo y bolso de firma, actuaba como si yo fuera invisible a sus ojos.
Una tarde, dos sombras se abalanzaron sobre ella para robarle. Yo me enfrenté a los peligrosos delincuentes que iban armados con navajas. Desde ese fatídico día, aunque sigue intentando ignorarme, el miedo en sus ojos delata su imposibilidad. Me mira de reojo cuando floto por su salón o, solícitamente y con mi mejor sonrisa, le abro la puerta del baño.

Inicio: 05/02/2024 19:00
Fin: 08/02/2024 12:00

Fallo: 12/02/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul

Ganador: La decisión, de Carmen Quinteiro Moreno

“Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul. Luego saldremos a darle caza.” El abuelo me lo cuenta en voz baja mientras terminamos el desayuno. Genial; ve otra vez esos seres que andan por casa. Me pongo muy contento. También me asusto un poco, que luego me da miedo quedarme solo. Pero esta vez no se lo contaré a nadie, no vaya a ser que vuelvan a cambiarle las pastillas y se quede así, en su butaca, como atontado todo el día y sin hacerme ni un poquito de caso.

Finalista: Juego de niños, de Mª Jesús González Rodríguez

Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul. Una miniatura perfecta del vecino del cuarto. También es ideal la señora de los gatos del segundo con sus zapatillas de felpa. Nos tiene a todos bien colocados en su edificio de muñecas. El día que encontré al del quinto en la basura pensé que era una casualidad que viniese la ambulancia a buscarlo. Cuando desatasqué el váter y saqué a la chica del primero ya la relacioné con el cuerpo flotando en la piscina. No sé qué pensar ahora que anda para arriba y para abajo con un camioncito de bomberos y una morgue hecha con piezas de Lego.

Finalista: Mi protector, de Liliana Puigdefábregas Cornet

Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul, así es el nuevo pitufo expuesto en el escaparate de mi tienda preferida. Después de mil ruegos a mi madre, logro hacerla entrar y que me lo compre, a pesar de su precio escalofriante. El vendedor nos asegura que es una figura excepcional, pero se niega a decirnos el porqué. Una vez en casa, lo coloco en medio de mi elenco y me acuesto satisfecho con mi nueva adquisición. A medianoche, la figurita de gafas se acerca a mi almohada, me despierta y me pregunta con una voz dulce: “¿Dónde vive el niño que te acosa en el colegio?”.

Inicio: 22/01/2024 19:00
Fin: 01/02/2024 12:00

Fallo: 05/02/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Se llama Juan, como papá

Ganador: Aviso, de Norberto Gabriel Urciuoli Barber

Se llama Juan, como papá, y vive adentro de él. Sólo sale cuando papá duerme: primero asoma la cabecita por la oreja -porque Juan es muy pequeñito-, y después, de un impulso, ¡zas!, ya está afuera. Entonces empieza a correr por toda la casa y mamá y yo a perseguirlo. Normalmente lo atrapamos rápido, lo volvemos a meter dentro de papá, y papá se despierta, pero esta vez ha escapado a la calle y se ha perdido. Papá lleva tres días durmiendo. Estamos desesperados. Se recompensará a quien lo devuelva sano y salvo. Mide cinco centímetros, usa gafas y viste de azul.

Finalista: Bastardo, de Isabel Torralba Mena

Se llama Juan, como papá. Pero olvídate de encontrarle más parecidos. No sé con quién me lié esa noche, de verdad, no me acuerdo. Por favor, no me riñas; ya sé que me avisaste mil veces. Bueno, algo sospecho y tengo miedo… mira ese cuernecillo que empieza a salirle en la frente. Si su padre es quien imagino, va a venir a buscarlo. Ayúdame, por favor: sabes que si llega antes de que el niño eche fuego por la boca estoy perdida.

Finalista: Un doble secreto, de Amaia Uria Urraza

Se llama Juan, como papá, tiene su misma edad, su aspecto, su color de pelo… nadie los distinguiría, pero sé que no es él. Lo supe desde el miércoles cuando llegó cargado de regalos y sonriendo. Eso me pareció muy raro, pero cuando se levantó a fregar después de cenar ya no tuve dudas. Además, mamá está muy contenta y se besan mucho. Desde entonces, cada vez que intento preguntarle quién es este papá me guiña un ojo y me dice que tenemos un secreto. Así que, por mi parte no hay problema, voto que nos lo quedemos. Mañana me va a llevar al cine.

Inicio: 22/01/2024 19:00
Fin: 25/01/2024 00:00

Fallo: 29/01/2024 19:00

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: Ausencias, de Adrián Pérez Avendaño

Tan a la moda estaba que en situaciones así los niños inventaran amigos imaginarios que no le dio importancia a que su hija, en lugar de comer, le contara secretos al oído a un ser invisible. O que durmiera en el borde de la cama para dejarle hueco a su amigo. Pero el día que le tocó comprar otra silla para el coche, no fuera que tuvieran un accidente, algo cambió. Ahora, ambas pasan el tiempo hablando, riendo e incluso llorando junto a alguien que no existe. Se entienden mejor y hasta le han puesto el mismo nombre: se llama Juan, como papá.

Inicio: 15/01/2024 19:00
Fin: 18/01/2024 12:00

Fallo: 22/01/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Tan a la moda

Ganador: Ausencias, de Adrián Pérez Avendaño

Tan a la moda estaba que en situaciones así los niños inventaran amigos imaginarios que no le dio importancia a que su hija, en lugar de comer, le contara secretos al oído a un ser invisible. O que durmiera en el borde de la cama para dejarle hueco a su amigo. Pero el día que le tocó comprar otra silla para el coche, no fuera que tuvieran un accidente, algo cambió. Ahora, ambas pasan el tiempo hablando, riendo e incluso llorando junto a alguien que no existe. Se entienden mejor y hasta le han puesto el mismo nombre: se llama Juan, como papá.

Finalista: La casa por la ventana, de Rafael Blasco López

Tan a la moda quiso ir que gastó hasta el último céntimo que tenía. Se vistió para la ocasión con el último modelo de Versace, además de lucir los pendientes y el collar de oro y diamantes con la pulsera a juego. A pesar de sus protestas, obligó a su marido a vestirse con el frac y llevar el Rolex Daytona. La vajilla estaba preparada sobre la mesa con el catering más caro de la ciudad junto a una botella de Dom Perginon. Había tirado la casa por la ventana, afuera, los misiles dejaban una estela de muerte en el cielo.

Finalista: Gusanos, de Jesús Navarro Lahera

Tan a la moda estuvo cortar árboles en mi ciudad, que pronto nos acostumbramos a salir a la calle con un hacha. Al principio era divertido liarse a golpes con los troncos. A todos nos servía para relajarnos, y además reíamos a carcajada limpia al ver huir a los pájaros y las ardillas. El día que no quedó nada por talar, nos dio por dirigir nuestros tajos a las flores y los arbustos, e incluso arrancamos el césped de los jardines a dentelladas. Fue entonces, entre los jadeos de nuestras bocas resecas, cuando a alguien se le ocurrió preguntar para qué necesitábamos las piernas.

Inicio: 08/01/2024 19:00
Fin: 11/01/2024 12:00

Fallo: 15/01/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Aquel atractivo e irresistible vendedor

Ganador: Reformas, de Celia Durán Abollo

Aquel atractivo e irresistible vendedor se lo recomendó Margó, su vecina. La radiofónica voz del joven llenó el espacio con un alicatado hasta la mitad de la pared y el resto pintado en un rosa palo, elegante y atrevido. Se mantuvo pendiente de la obra, de los operarios y de ella, que se sintió halagada y confundida. A la reforma del baño, siguió la del resto de la casa. Tiró muebles y lámparas, escogió telas y sueños. Se deshizo de cuadros y cortinones, de fotos y recuerdos, y de Andrés, su marido, olvidado tras un precioso tapiz bordado con motivos hindúes, tan a la moda.

Finalista: El sueñero, de María Sergia Martín González

Aquel atractivo e irresistible vendedor de sueños había engatusado a mis padres. Cuando llegué del instituto hablaba con mamá. Ella le contaba sus deseos de volar muy lejos. Como me aburrían sus rabietas hormonales, encendí el televisor. Luego, llegó papá con sus fantasías por volver a ser niño. Aquel embaucador anotaba todo en una libreta, como para darse importancia. Estoy muy preocupado, sobre todo por mamá. Dicen en el barrio que el lunes la vieron en el nido de cigüeñas haciendo piruetas. Pero al que no soporto es a papá. Se ha convertido en un mocoso repelente y autoritario que llena la casa de babas.

Finalista: El dependiente, de Enrique Mochón Romera

Aquel atractivo e irresistible vendedor suele andar por la sección de línea blanca —su preferida— en busca de clientes que quieran ser atendidos. Lo habitual es que cierre la venta sea cual sea la intención inicial del comprador. Nadie en la tienda conoce como él las características de cada lavadora, la relación entre calidad y precio de cada lavavajillas, la eficacia energética y las bondades de cada frigorífico. Es el primero en llegar por la mañana y también el último en irse por la noche. Después de todo, nadie le espera en casa al regresar. Tampoco sabe bien qué hacer fuera desde que está jubilado.

Inicio: 18/12/2023 19:00
Fin: 04/01/2024 12:00

Fallo: 08/01/2024 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Hasta que la quisieran como se quiere a una madre

Ganador: El viejo vendedor, de Zigor Eguia Lejardi

Hasta que la quisieran como se quiere a una madre haría lo que hiciera falta. Los agasajó con bonitos regalos y cumplió todos sus caprichos, pero no sirvió de nada. Como último recurso, acudió a la tienda del viejo y decrépito brujo en busca de una solución milagrosa. El grotesco anciano le recomendó utilizar una pócima del amor de su propia invención. La mujer, desconfiada, antes de pagar el producto, decidió probarlo. No pasó nada, así que dejó el frasquito en el mostrador, y salió de la tienda malhumorada. Mientras volvía a casa, se sintió orgullosa de sí misma por no haberse dejado engañar por aquel atractivo e irresistible vendedor.

Finalista: La niñera, de Jesús Navarro Lahera

Hasta que la quisieran como se quiere a una madre, y aunque era difícil entenderlos entre llantos, se había propuesto hacer todo lo que ellos desearan. A la niña, que no paraba de mover la cabeza, le había quitado los enredos del pelo y luego le había hecho dos coletas adornadas con lazos rojos. El niño tampoco paraba quieto; se balanceaba en la silla como tratando de levantarse. Para calmarlo le había limpiado las heridas de los brazos, y a continuación las había cubierto con vendajes nuevos. Sin embargo, y pese a esas muestras de cariño, ellos seguían sin apartar la mirada de los cuerpos sin vida de sus padres.

Finalista: Y serán gemelos, de Francisco Javier Ramos Fernández

Hasta que la quisieran como se quiere a una madre limpiaría y plancharía. Pasaría las noches en vela y las tardes en los parques. Hasta aprendería a hacer las mejores croquetas del mundo. Y, por supuesto, los protegería como una leona salvaje. Ya solo quedaba preparar la boda, aguantar un par de añitos duros y pensar luego cómo deshacerse del cuerpo de este chico tan majo que le invitaba a una copa.

Inicio: 18/12/2023 19:00
Fin: 21/12/2023 12:00

Fallo: 02/01/2024 18:30

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: Disonancia, de Manuel González Seoane

Mientras le vendaba los ojos, el verdugo empezó a canturrear una conocida canción tradicional. De inmediato se le unió el reo, llevando la segunda voz.  Y ya en mitad del estribillo llegaron los acordes de armónica, a cargo de un testigo. Por su parte, la abogada atacó con la percusión desde la segunda estrofa a base de un zapateado muy sutil.  Una lástima que no pudiera lucirse el alcaide, que lamentó para sus adentros haber olvidado en casa estuche y violín. Quizá fuera ese el motivo por el que decidió, en mitad de la pieza, tomar la iniciativa y pulsar él mismo el interruptor.

Inicio: 11/12/2023 19:00
Fin: 14/12/2023 12:00

Fallo: 18/12/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Tan solo obtuvo silencio y malas caras

Ganador: Amor de madre, de Rosalía Guerrero Jordán

Tan solo obtuvo silencio y malas caras, después de todo lo que había hecho por ellos. Años de dedicación exclusiva, de hacerles la comida y lavar su ropa; de pasar noches en vela cuidándoles; de sufrir como solo puede sufrir una madre.

Hoy había pensado hacerles el regalo de llevarlos a ver el mar, pero después de ver sus miradas de odio decidió que todavía iban a continuar unos años más encadenados en el sótano. Hasta que la quisieran como se quiere a una madre.

Finalista: Plan B, de Norberto Gabriel Urciuoli Barber

Tan solo obtuvo silencio y malas caras. Desde detrás de la enorme mesa de caoba los altos ejecutivos lo miraron con altanería y desprecio. Uno de ellos dijo, no nos interesa, y todos a la vez apartaron la mirada. Lo ignoraron.

Recogió parsimoniosamente el material que había desplegado para hacer la presentación bajo la atenta vigilancia de un lacayo que, como él presupuso, aparte de mirarlo con más desprecio aún que sus amos, no le quitó ojo de encima, ni se percató del maletín que, antes de comenzar la presentación, había dejado disimuladamente en un rincón. Se marchó acariciando el mando a distancia en su bolsillo.

Finalista: El libro de Damián, de Vicente Bernabeu Gallach

Tan solo obtuvo silencio y malas caras, no creían lo que estaba contando. Había descubierto en la biblioteca un libro que llevaba su nombre. Lo comenzó a leer con curiosidad, con cierto morbo. Se sorprendió desde el principio. Su vida de niño y adolescente se reflejaba en él. Los estudios cursados, las oposiciones al ayuntamiento, el trabajo en el departamento de contabilidad. La manera en la que conoció a Sonia, la posterior boda, los hijos y hasta los dos nietos. Damián no podría haberlo descrito con tanta fidelidad. Y allí estaba, delante de todos, con el libro entre las manos, dispuesto a leerles el final.

Inicio: 04/12/2023 19:00
Fin: 07/12/2023 12:00

Fallo: 11/12/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Pulsar él mismo el interruptor

Ganador: Entonces qué es un héroe, de Francisco Javier Ramos Fernández

Pulsar él mismo el interruptor de la ayuda a domicilio y que llegaran los de la ambulancia fue un visto y no visto. Se sentía muy orgulloso de haberlo hecho para salvar a la abuelita, que boqueaba como un pez fuera del agua, mientras todos los demás en la mesa la miraban sin hacer nada. Y eso que en esta ocasión estaba toda la familia reunida. Por eso no entendió cuando, en lugar de una buena recompensa en forma de aguinaldo, tan solo obtuvo silencio y malas caras.

Finalista: Contrato en prácticas, de Antonio Julián López Fernández

Pulsar él mismo el interruptor y después girar las dos llaves: esas eran las instrucciones. Las ejecutó con cuidado y la luz del maletín dejó de parpadear. A continuación, levantó el teléfono rojo y pronunció en su ruso de principiante: «Respuesta nuclear abortada».

Ya más tranquilo, dejó el arma en la mesa y se dirigió al comedor del búnker pasando por encima de los cadáveres del presidente y sus asesores. Le quedaban muchos meses para poder salir al exterior. Mientras comía, esbozó una sonrisa al recordar lo que le decían sus instructores en Moscú: «En la Casa Blanca nunca eligen bien a sus becarios».

Finalista: Recursos humanos, de Norberto Gabriel Urciuoli Barber

Pulsar él mismo el interruptor que acabaría con su propia vida era la última prueba que le quedaba por pasar. Pero sabía que no se trataba de pulsar o no pulsar para superarla: todos los aspirantes pulsaban. Se trataba de dudar o no dudar a la hora de hacerlo: solo pasaban los que no dudaban, los que realmente estaban dispuestos a sacrificarse. Esta información le había llegado a través de un conocido que tenía un hermano trabajando dentro de la Agencia. Así que no dudó, pulsó, y murió achicharrado. No querían un idiota que hiciera caso de cualquier habladuría.

Inicio: 20/11/2023 19:00
Fin: 30/11/2023 12:00

Fallo: 04/12/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Mientras le vendaba los ojos, el verdugo

Ganador: Disonancia, de Manuel González Seoane

Mientras le vendaba los ojos, el verdugo empezó a canturrear una conocida canción tradicional. De inmediato se le unió el reo, llevando la segunda voz.  Y ya en mitad del estribillo llegaron los acordes de armónica, a cargo de un testigo. Por su parte, la abogada atacó con la percusión desde la segunda estrofa a base de un zapateado muy sutil.  Una lástima que no pudiera lucirse el alcaide, que lamentó para sus adentros haber olvidado en casa estuche y violín. Quizá fuera ese el motivo por el que decidió, en mitad de la pieza, tomar la iniciativa y pulsar él mismo el interruptor.

Finalista: Hambre, de Roberto Porres García

Mientras le vendaba los ojos, el verdugo observó cómo un pequeño ratón se deslizaba entre las piernas de los presentes en la ejecución. Se preguntó qué comerían aquellos roedores, en aquella prisión, donde hasta los presos pasaban hambre.

A las 5 en punto, sonó el teléfono con la confirmación de la sentencia y el alcaide indicó con un gesto que procediera. Con un movimiento firme, subió la palanca que cerraba el circuito.

Por unos segundos las luces parpadearon, el olor inundó la estancia. El verdugo permanecía pegado a la palanca, inerte. A los ratones les gustan los cables.

Finalista: Gajes del oficio, de Marta García Valdés

Mientras le vendaba los ojos, el verdugo trataba de concentrarse al máximo para realizar su trabajo con profesionalidad. Acomodó la cabeza del hombre sobre un mullido cojín y con suave lentitud tomó por el mango de madera el hacha de reluciente filo, hasta alcanzar una posición adecuada para el golpe más certero. Por unos instantes, la imagen poderosa del verdugo se quedó congelada a la vista de todos.

—¡¡Corta!! —Alguien gritó entre la multitud.

Fue todo tan rápido, que ni el director, ni ninguno de los miembros del equipo, ni el elenco de actores tuvieron tiempo de reaccionar.

Inicio: 20/11/2023 19:00
Fin: 27/11/2023 12:00

Fallo: 27/11/2023 19:00

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: Falsas esperanzas, de Asier Susaeta

El temita de las bajantes inutilizadas en la reciente reforma de la mansión preocupa a los padres de Anna. Han descubierto que su hija usa la tubería principal para comunicarse en secreto con Ron, el hijo del ama de llaves. Mientras piensan en una solución definitiva, han decidido cortar el conducto y empalmar dos tramos. Así, uno de ellos llega al despacho del doctor Hughes, que se dedica a aflautar la voz y responder afirmativamente a cada declaración de amor de su hija. El otro extremo muere junto al jardín donde varios gatos, cada noche, se reúnen a escuchar diferentes planes de huida a París.

Inicio: 13/11/2023 19:00
Fin: 16/11/2023 12:00

Fallo: 20/11/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Quizá pudiéramos esperar a mañana

Ganador: Funcionario ejemplar, de David Botija Ibáñez

—Quizá pudiéramos esperar a mañana… —susurró.
—Correcto uso del pretérito imperfecto de subjuntivo; pero no, lo siento, mañana no es laborable —contestó, mientras le vendaba los ojos, el verdugo.

Finalista: Últimas novedades, de Josep María Arnau Bolós

Quizás pudiéramos esperar a mañana para cerrar el ataúd, le dijo a su hija en el velatorio. La adolescente cruzó con su madre una mirada cómplice y asintió. Cuando finalizaba la jornada en el tanatorio, llegó ella. Altiva como siempre, no las miró ni les dirigió la palabra. Ignorando las últimas novedades, se dirigió al ataúd. Las dos mujeres comprobaron cómo observaba horrorizada la mano derecha de Juan luciendo de nuevo el anillo de casado. Lo habían encontrado abandonado en un cajón y pudieron colocárselo de nuevo a pesar de la artrosis. Eso fue después de muerto, antes habían conseguido arreglar el desaguisado del testamento.

Finalista: Prórroga, de Manuel García Sierra

Quizá pudiéramos esperar a mañana, pensé en un instante de cobardía.
Inspiré y me puse una sonrisa antes de abrir la puerta. Ella me esperaba con una pregunta: «¿Qué te dijo?».
—¿Sabías que existe una tribu que no tiene palabras para los números? Acabo de leerlo mientras esperaba. Viven en la espesura amazónica, a orillas del río Envira, sin apenas contacto con otras civilizaciones. Sólo dicen: «algunos peces», «algunos árboles»…
Después de un largo silencio, se atrevió a repetir la pregunta: «¿Qué te dijo la doctora?».
—Dijo que… cuatro meses, tal vez seis.
Acaricié su mejilla húmeda y le propuse: vamos a llamarlo «algunos sábados».

Inicio: 06/11/2023 19:00
Fin: 09/11/2023 12:00

Fallo: 13/11/2023 19:30

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Diferentes planes de huida a París

Ganador: Compañeros de viaje, de Daniel Carballo Pérez

Diferentes planes de huida a París, a Gante, a Cracovia… varios cuadernos descansaban sobre la cajonera, con anotaciones sobre hoteles y estaciones de tren. A su lado, la ropa de verano de mi madre aparecía perfectamente ordenada. «Los dos se han llevado sus pastillas», dijo uno de los enfermeros. No le contesté que mamá había escondido el Tranxilium debajo del colchón. Tampoco le confirmé si iba a poner la denuncia inmediatamente. Entre los dos sumaban ciento sesenta años, pero habían sido capaces de coger un Uber en la misma puerta del geriátrico… Tenía que hablarlo con la otra familia. Quizá pudiéramos esperar a mañana.

Finalista: Soñar despiertos, de José Codina Villalón

Diferentes planes de huida a París se barajan. Durante el día, para evitar suspicacias, nos disimulamos estables. De noche, urdimos nuestro plan en silencio. Sueñan unos con jalear el cancán en el Moulin Rouge, con coronar la Tour Eiffel. Los nostálgicos nos imaginamos contemplando el atardecer desde el Sacre Coeur. La ilusión aumenta. A algunos hasta se nos ha escuchado chapurrear francés entre sueños. Enfermeras y celadores tararean a Jacques Brel no sin cierta extrañeza. Nuestro entusiasmo ha contagiado ya a toda la planta de vegetativos. Esto es imparable. Desde que Gustavo, el de la 212, emprendió el viaje, los monitores no han parado de sonar.

Finalista: Cortar por lo sano, de Ana María Abad García

Diferentes planes de huida a París se desparramaban sobre la mesa, junto al contrato de alquiler de un apartamento a su nombre en la Rue de Rivoli. Las maletas, llenas a rebosar y pulcramente etiquetadas, aguardaban con paciencia en el recibidor. Disimulé mi rechinar de dientes tras una sonrisa que me esforcé por dibujar afable y comprensiva, aunque me quemaba los labios. Él parloteaba, entusiasmado, despidiéndose con el esbozo de un beso lanzado al aire. Cuando salió a la calle y marcó el número de ella en su móvil, me alegró el día su perplejidad al oír el estúpido tonillo surgiendo del maletero de mi coche.

Inicio: 23/10/2023 19:00
Fin: 02/11/2023 12:00

Fallo: 06/11/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: El temita de las bajantes

Ganador: Falsas esperanzas, de Asier Susaeta

El temita de las bajantes inutilizadas en la reciente reforma de la mansión preocupa a los padres de Anna. Han descubierto que su hija usa la tubería principal para comunicarse en secreto con Ron, el hijo del ama de llaves. Mientras piensan en una solución definitiva, han decidido cortar el conducto y empalmar dos tramos. Así, uno de ellos llega al despacho del doctor Hughes, que se dedica a aflautar la voz y responder afirmativamente a cada declaración de amor de su hija. El otro extremo muere junto al jardín donde varios gatos, cada noche, se reúnen a escuchar diferentes planes de huida a París.

Finalista: Adaptación al medio, de Francisco Javier Cano

El temita de las bajantes ha sido el responsable. Hace un mes que mi primo me aseguró que vendría a repararlas. Hartos de esperar, hemos aprendido a vivir usando paraguas y chubasquero dentro de casa, nada a lo que uno no pueda acostumbrarse, e incluso a dormir con traje de neopreno.
Pero también le hemos sacamos partido: la semana que viene organizamos en el salón el primer campeonato de waterpolo del barrio, y calculamos que, para verano, podremos abrir al vecindario un acuario en la salita de estar.
Tengo que avisarle de que ya no venga. Era cuestión de tiempo que las branquias aparecieran.

Finalista: La despensa de la vecina, de Teresa de la Puente

El temita de las bajantes fue lo que me llevó a conocerla. Un día tras otro, mi casa atronaba como arrollada por un rio salvaje. Decidí abordarla para pedirle que buscara una solución al estruendo que procedía de su casa. Me sorprendió la amabilidad con la que me escuchó, consternada por los perjuicios que me estaba ocasionando. Me pidió que la acompañase a su apartamento para buscar juntos la causa.  Asomado al desagüe del baño me estremecieron lamentos y gemidos casi humanos justo antes de ser absorbido para encontrarme aquí con estos hombres que, antes que yo, se habían dirigido a ella para pedir explicaciones.

Inicio: 23/10/2023 19:00
Fin: 26/10/2023 12:00

Fallo: 30/10/2023 19:00

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganador: A veces funciona, de Ester Pujalte

Nada más cerrar el libro, escuchó el ruido de la llave abriendo la cerradura. Apagó rápidamente la luz de su mesilla, se tapó con el edredón y entornó los ojos. Con la respiración agitada, tratando de no hacer ruido, vio la luz del pasillo colándose por la rendija de su puerta. Repitió en su cabeza la frase mágica, la que ahuyenta monstruos. Si la repito tres veces la luz se apagará. Si la repito tres veces la luz se apagará. Si la repito tres veces la luz se apagará. Esa noche, no como otras, tuvo suerte. El conjuro funcionó. Y la luz se apagó.

Inicio: 16/10/2023 19:00
Fin: 19/10/2023 12:00

Fallo: 23/10/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Hemos vivido en este edificio por miles de años

Ganador: Justicia poética, de Carmen Escalona

“Hemos vivido en este edificio por miles de años» sentenció el presidente desesperado. ¿Era cierto? Eché cuentas. Tres mil años y cuatro meses desde aquel diez de mayo en que dimos con la clave de la inmortalidad celular en los laboratorios del sótano. Seis meses menos desde que acordamos no compartir nuestro descubrimiento. Creímos haber sopesado bien los inconvenientes. Quién hubiera pensado que las mentes más brillantes de nuestro tiempo -¡de todos los tiempos!- acabaríamos condenadas a vivir la misma reunión de vecinos una y otra vez sin lograr ponernos de acuerdo en el temita de las bajantes.

Finalista: Estrategia a largo plazo, de Ana María Abad

Hemos vivido en este edificio por miles de años: conocemos cada ladrillo, cada teja, cada fisura en la piedra del suelo. Hemos llorado con él cuando la lluvia gotea desde sus canalones, hemos suspirado con él cuando el viento susurra entre la hiedra que cubre su fachada, hemos respirado con él cuando el humo de sus chimeneas amenaza con asfixiarnos a todos. Y ahora, unos recién llegados pretenden arrebatarnos nuestro hogar ancestral con el pretexto de que los duendes no existen. De momento, nos hemos diseminado por los jardines fingiendo ser meras estatuas de escayola pintada, mientras planeamos la manera de echar de aquí a estos malditos humanos.

Finalista: Instantes, de Manuel Amorós

Hemos vivido en este edificio por miles de años, desde que se instauró la vida interminable. Pero todas las cosas -también estos muros de acero- tienen un final. Echaré de menos estas paredes que albergaron los cien años de infancia de mi primera hija. En esta habitación escruté en vano, a lo largo de casi dos siglos, la hipótesis de Hilbert. En esa cama saboreé un beso fugaz que duró lo que dura el crudo invierno. Todo esto es historia, pues la historia corresponde a lo efímero. Ahora toca apartar los escombros para comenzar de nuevo. Como siempre. Sin prisas.

Inicio: 09/10/2023 19:00
Fin: 12/10/2023 12:00

Fallo: 16/10/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Y la luz se apagó

Ganadora: Amenaza de invasión, de Carmen Griselda Sierra

Y la luz se apagó, y enseguida escuchamos una explosión. Los vecinos corrimos a la salida del edificio, pensábamos que algo andaba mal con las tuberías del gas o del agua; en eso nos encontramos a Martín, el conserje. Nos dijo que el estallido había sido en el cementerio cercano, que nadie sabía con certeza lo que estaba pasando, pero que al parecer los muertos estaban escapando de las tumbas. Comenzamos a temblar y a revolvernos con inquietud. Venían a invadirnos y era necesario organizarnos para impedirles la entrada; después de todo nosotros hemos vivido en este edificio por miles de años.

Finalista: Sordos, ciegos y mudos, de Nicolás Jarque

Y la luz se apagó. Cuatro, cinco segundos. No más. Mientras mi corazón latía a mil por hora. Cuando regresó la claridad al comedor, miré expectante a Don Facundo, a su esposa, a Mariela. Ellos volvieron a la sopa y a hablar del otoño como si nada. Quise repetir la pregunta en una, en dos ocasiones, pero la voz de don Facundo una vez y otra de Mariela se impusieron a la mía. Terminada la cena, cabizbajo, me puse el gabán desgastado de mi padre y no los volví a ver más hasta la semana pasada en el cuartel. Ante sus súplicas, simulé no conocerlos.

Finalista: Onda expansiva, de Sergio Cabeza

Y la luz se apagó con un chasquido. El operario en un reflejo miró la bombilla de emergencia, pero no llegó a ver si se encendía. Se desplomó sobre su panel de mandos, y enseguida también se desvanecieron, exánimes, los guardias que custodiaban la puerta del cubículo, el sacerdote y los testigos al otro lado del cristal. La onda expansiva de oscuridad y muerte recorrió entonces pasillos y oficinas, y por fin llegó a la calle, donde continuó la ejecución mecánica, indolente, programada, que se había iniciado en la silla del ajusticiado.

Inicio: 25/09/2023 19:00
Fin: 05/10/2023 12:00

Fallo: 09/10/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Nada más cerrar el libro

Ganadora: A veces funciona, de Ester Pujalte

Nada más cerrar el libro, escuchó el ruido de la llave abriendo la cerradura. Apagó rápidamente la luz de su mesilla, se tapó con el edredón y entornó los ojos. Con la respiración agitada, tratando de no hacer ruido, vio la luz del pasillo colándose por la rendija de su puerta. Repitió en su cabeza la frase mágica, la que ahuyenta monstruos. Si la repito tres veces la luz se apagará. Si la repito tres veces la luz se apagará. Si la repito tres veces la luz se apagará. Esa noche, no como otras, tuvo suerte. El conjuro funcionó. Y la luz se apagó.

Finalista: Inspiración nocturna, de Sara Sánchez

Nada más cerrar el libro miró por la ventana. Ya estaba amaneciendo. Había estado inmersa en aquella novela toda la noche. No era la primera vez: siempre que algún problema grave le quitaba el sueño, pasaba la noche leyendo y mágicamente el alba le traía la solución. Centrarse en otra cosa la inspiraba. Aquella vez no fue diferente. Fue a la cocina y se preparó el desayuno mientras ultimaba cuidadosamente los detalles de su recién nacido plan. Lo primero era limpiar toda la casa. Al pasar por el pasillo tuvo cuidado para no tropezar con el cadáver.

Finalista: Lectura, de Berta Blasco

Nada más cerrar el libro alzó la vista y miró a su alrededor sonriente. Le encantaban las novelas de intriga y esta en concreto era estupenda. Una buena trama, una tumbona cómoda frente al mar, la agradable brisa bajo la sombrilla, todo perfecto tras una semana tremendamente ajetreada. Giró la cabeza a un lado y otro, se incorporó, su mochila había desaparecido, también las chanclas. Descalzo anduvo sobre la arena. Al llegar a la acera su moto tampoco estaba. La policía municipal lo acompañó hasta su apartamento, esperó en la puerta durante horas, pero ella no apareció.

Inicio: 25/09/2023 19:00
Fin: 28/09/2023 12:00

Fallo: 02/10/2023 19:00

Participa en la votación popular para elegir el mejor relato de la final mensual, el microrrelato con más votos contará con un punto extra en la votación final que realizará el jurado durante la emisión del programa.

Ganadora: La librería Bok, de Marta Mayol Font

Se apresuraron con el martillo y los clavos, ansiaban terminar de montar la cama para estrenarla. Se besaban, se pillaban los dedos, se lamían, se reían, colocaban los estantes… ¿Estantes? Revisaron la caja: les habían entregado una librería Bok en lugar de la cama Kärlek. Él quiso devolverla, ella se negó. Como recién liberada de un hechizo, corrió a buscar sus libros, abandonados desde que empezaron su relación. Los colocó cuidadosamente en la librería, aquel olor reactivando su pasión lectora. Ya nunca los dejó. De vez en cuando él aparecía en un capítulo, uno de esos desvaídos personajes secundarios que se olvidan nada más cerrar el libro.

Inicio: 18/09/2023 19:00
Fin: 21/09/2023 12:00

Fallo: 25/09/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Se apresuraron con el martillo y los clavos

Ganadora: La librería Bok, de Marta Mayol Font

Se apresuraron con el martillo y los clavos, ansiaban terminar de montar la cama para estrenarla. Se besaban, se pillaban los dedos, se lamían, se reían, colocaban los estantes… ¿Estantes? Revisaron la caja: les habían entregado una librería Bok en lugar de la cama Kärlek. Él quiso devolverla, ella se negó. Como recién liberada de un hechizo, corrió a buscar sus libros, abandonados desde que empezaron su relación. Los colocó cuidadosamente en la librería, aquel olor reactivando su pasión lectora. Ya nunca los dejó. De vez en cuando él aparecía en un capítulo, uno de esos desvaídos personajes secundarios que se olvidan nada más cerrar el libro.

Finalista: Nada es para siempre, de Jesús Molina Ruano

Se apresuraron con el martillo y los clavos. Sus manos arrugadas, aunque aún fuertes, trabajaron a máxima intensidad. Después de todo, en esa casa, habían construido su vida, era su refugio y su mundo, tenían mucho que proteger. Cada golpe de martillo les evocaba un bonito recuerdo, cada clavo introducido una caricia, un beso, una canción. Allí dio los primeros pasos su hija y allí vieron gatear a su nieto… Tantísimas cosas allí.
Al acabar de fijar los tablones se sentaron, en el porche, a esperar.
Las sirenas sonaron al rato, cuando desde el horizonte creció el fulgor.
—Hasta pronto, mi vida —dijo.
—Hasta siempre, mi amor —contestó.

Finalista: Ajuste temporal necesario, de Alfonso Carabias Antúnez

Se apresuraron con el martillo y los clavos, asegurando la estanqueidad del casco ante lo que estaba por llegar. Después verificaron la estabilidad del timón y comprobaron que hubiera comida suficiente para todos los animales.

La lluvia caía con fuerza, y el tiempo apremiaba, pero antes de irse mantuvieron una acalorada discusión sobre la inutilidad de los principios morales en según qué caso, que acabó con el lanzamiento de una moneda al aire. Una vez consultado el resultado, y después de una nueva discusión, eliminaron a las cucarachas del listado de seres vivos a salvar por parte de Noé, y regresaron al futuro en la máquina del tiempo.

Inicio: 11/09/2023 19:00
Fin: 14/09/2023 12:00

Fallo: 18/09/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda es: Para volver a meterse en el ataúd

Ganadora: El sorteo, de Paz Alvar Artamendi

Para volver a meterse en el ataúd, Cristino Altares pedía silencio. Ángeles, vírgenes, banquetes celestiales.  El día de su onomástica era desenterrado en presencia de los vecinos.  Y allí, delante de su sepultura, nos hablaba de la vida eterna. Venid conmigo y conoceréis la gloria. Y todos aplaudían y se agolpaban para escribir su nombre en un papel. Este año fue mamá la encargada de anunciar el resultado.  Le tocó a mi padre, menuda suerte.  Se acomodó junto a Cristino dentro de la caja. Antes de cerrarla, papá quiso comprobar las papeletas.  Pero mi madre y su mano inocente se apresuraron con el martillo y los clavos.

Finalista: Un sinvivir, de Jesús Molina Ruano

Para volver a meterse en el ataúd, chaval, lo digo en serio. Toda la vida trabajando y a punto de jubilarme me dio un vahído en la calle y al cementerio directo que fui. Y cuando me había acostumbrado a estar muerto, un tipo que se aburría en Siberia se pone a toquetear el permafrost y, hala, libera un nematodo zombi. Y desde entonces que andamos a la greña. Los nuestros persiguiendo a los vuestros y los vuestros queriéndonos rematar, lo que es lógico porque ansiamos devoraros los cerebros… Yo le veo mala solución. Una preguntita, majo: ¿no serás, por un casual, terraplanista? Me apetece algo frugal.

Finalista: Enterrar los problemas, de David Barbas García

Para volver a meterse en el ataúd quedaban sólo unos segundos. Saludó graciosamente al público y besó a su ayudante mientras les tendía los clavos a los forzudos encargados de sepultarle. Cuando el rumor de la tierra sobre el féretro cesó, puso en marcha su cronómetro con linterna y accedió al doble fondo para recoger el equipo de respiración que le mantendría con vida. Palpó, pero no dio con la mascarilla. Presa del pánico, se estiró cuanto pudo. Muy al fondo, alcanzó un trozo de papel que acercó a la linterna. Sus lágrimas deformaban las letras. «Sé lo tuyo con mi mujer».

Inicio: 04/09/2023 19:00
Fin: 07/09/2023 12:00

Fallo: 11/09/2023 19:00

La frase de inicio para los microrrelatos de esta ronda: Se santiguó tres veces

Ganador: Un último paseo, de Gabriel Abril Rodríguez

Se santiguó tres veces antes de sentarse en primera fila. Tuvo suerte encontrando sitio, después del revuelo que se montó en el pueblo con su desaparición, la gente acudió en masa a ver si era cierto. «Si supieran, entenderían que eso le puede pasar a cualquiera», pensó. Con la edad uno se va olvidando de las cosas, hasta de cuál es su sitio. De lo que nunca se olvidó fue de su fe, ni de las buenas formas. Así que educadamente esperó a que el cura, ahora atónito, acabase de tartamudear las últimas palabras de la misa para volver a meterse en el ataúd.

Finalista: Mater misericordiae, de Ángel José Pérez Izquierdo

Se santiguó tres veces. El pelotón de fusilamiento disparó, pero nadie hizo blanco. El oficial desenfundó la pistola, se acercó al prisionero y apretó el gatillo, pero el arma se encasquilló. En ese momento empezaron a caer bombas y el condenado aprovechó la confusión para huir. Su madre, en la iglesia del pueblo, volvió a santiguarse tres veces y siguió rogando por su hijo.

Finalista: Cenizo, de Enrique Mochón Romera

Se santiguó tres veces antes de tensar el arco, pero tampoco ahora acertó a la presa. Estar solo en la isla le había hecho recurrir a cualquier ayuda posible, y ni así lograba salir adelante. Cruzaba los dedos al lanzar el arpón, echaba primero el pie derecho al trepar a los árboles, sin que ello le permitiera ensartar un solo pez ni hallar huevos en los nidos. Llevaba además consigo gran parte de sus amuletos: un Ojo de Horus, una herradura, una Mano de Fátima, un diente de leche…; todos, en realidad, salvo aquella pata de conejo que regaló al capitán nada más embarcar.

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