La realidad y todas sus derivaciones literarias asentadas en el arte de contar de lado de los hechos – realismo, hiperrealismo- tienen un límite cuando la palabra nos pide ir más allá de nuestra existencia maldecida. Maldecir es decir el mal, es darle al mal el poder la palabra. Y todas las vidas humanas han sido parcialmente marcadas por el mal y parcialmente habladas por el mal.

Contra la desmemoria como estrategia fallida, contra la cobardía a recordar, y contra la escritura concentrada en lo que existe, a veces hay que adentrarnos en nuestro pasado en búsqueda de una verdad no asentada en hechos reales sino justamente en la esperanza de lo que debería haber sido, y que, de conseguir verlo, nos libera.

Adentrarnos en la memoria para hacer el viaje de regreso a las peores historias de nuestra vida exige el desarrollo de la imaginación que llamamos ficción y es a través de ella que podemos transformar el mal decir en un bien decir. ¿Por qué escribir lo que no existe? Para que exista. Articular el pasado real con el pasado que llamamos ojalá que no hubiera sucedido consigue la magia desalentar la herida porque el mal no puede estar en lo inexistente. Es en esas coordenadas del espacio utópico donde reside lo que llamamos bien.

Este curso se imparte en la sede de Madrid de Escuela de Escritores (Covarrubias 1). Las estaciones de metro más cercanas son Alonso Martínez (líneas 4, 5 y 10) y Bilbao (líneas 1 y 4). Disponemos de aulas amplias y luminosas, equipadas con proyector y acceso libre a internet. El alumnado tienen a su disposición confortables zonas comunes, una completa biblioteca, zona de descanso y mesas de trabajo.