Jaime Miranda (1972) ejerce desde hace años como Coach Profesional y Psicólogo-Terapeuta, acompañando al desarrollo personal y profesional de sus clientes. Es Máster en Terapia de Conducta, y experto en diversos métodos de introspección emocional. Ha participado en talleres de Coaching para Madrid Emprende, Entérate Madrid y otras entidades.
Durante varios años, desarrolló su carrera profesional en corporaciones dedicadas a las tecnologías de la información. Es MBA por la Escuela Europea de Negocios y BBA por la EEN. Durante varios años, desarrollo su carrera profesional en corporaciones dedicadas a las tecnologías de la información y en la actualidad emplea la experiencia adquirida en el desarrollo de herramientas formativas y terapéuticas.
En el ámbito literario, ha sido accésit, finalista, ganador, e incluso jurado en diversos concursos y ha publicado dos novelas. Su primera novela, No he venido aquí a hacer amigos (Lengua de Trapo, 2005), ganó el primer premio de narrativa de Caja Madrid. Aficionado a los escenarios, no sería raro encontrárselo en locales de aforo reducido dramatizando la vida cotidiana.
Se encarga, junto con Paula Lapido, del servicio de Coaching&Counselling ofrecido en Escuela de Escritores.
El amor y la dedicación que le pone a su trabajo es superlativo.
#DicenDeNosotros: Ignacio Murtagh, desde Buenos Aires (Argentina)
Un taller (Escribir con humor) en el que me he sentido a gusto y del que salgo con las ideas más claras no solo sobre cómo escribir (con) humor sino también sobre las razones por las que quiero seguir escribiendo.
#DicenDeNosotros: Dominique Vernay Juillet , desde Asturias (España)
Entrevista al profesor
¿Qué te sugiere la frase «El escritor nace, no se hace»? ¿Crees que se puede aprender —y enseñar— a escribir?
¡Claro que se puede aprender! ¡Y se puede enseñar a aprender! Como psicólogo y coach creo en el potencial del ser humano para romper barreras, que el cuerpo es el hardware donde instalamos un maravilloso software que vamos actualizando con el paso de los años.
¿Qué significa para ti tu labor como coach? ¿Cómo y por qué comenzaste a hacer Coaching?
Decimos que el Coaching es acompañamiento, es «enseñar a aprender», y la «exploración del potencial para conseguir resultados». Ese acompañamiento que realizo, es vocacional, quizás porque he tenido la suerte de encontrar quien me acompañe o, al contrario, porque he vivido en otras ocasiones lo que es estar solo en un camino lleno de piedras y poco iluminado.
¿Cuál es tu relación con el resto del equipo de la Escuela?
Tengo la suerte de ser amigo personal desde hace mucho tiempo de Paula Lapido, que ha sido alumna y, después, tutora en la Escuela. Los dos nos conocimos trabajando y descubrimos que escribir era algo que teníamos en común, aunque ella es mucho más potente en ese campo. De hecho, espero con ilusión su novela, que está a punto de salir.
En la actualidad nos dedicamos a perseguirnos mutuamente para llevar a término nuestros trabajos, aunque los suyos son los realmente literarios, y los míos están más centrados en el coaching y la psicología, que es profesión y pasión a la vez.
¿Cuáles son las peculiaridades de tu metodología, aparte de la mecánica común a todos los talleres? ¿Te sientes libre a la hora de aplicar tu criterio pedagógico?
Uso una metodología muy basada en experiencias y ejercicios, con algunos impactos para los sentidos y salpicada con sentido del humor. Me gusta compararme con un entrenador, yo te ayudaré con la técnica de la flexión, pero los empujones los darás tú. Sentirme libre en ese sentido es la única manera de hacerlo bien.
¿Qué les pides a tus alumnos cuando comienza el curso? ¿Y cuándo termina? ¿Cuál es tu nivel de exigencia?
Apertura de mente y ganas de explorar el ignoto territorio de uno mismo. El Coaching no evalúa, fomenta la responsabilidad y el compromiso.
¿Qué clima te gusta y procuras que se cree en tus grupos de trabajo?
Me gusta el sentido del humor, la confianza entre los miembros del grupo, que todos comprendan que lo diferente enriquece, que los opuestos se conjugan y que los iguales hacen fuerza en la misma dirección. Sólo el que participa gana y se gana sólo por participar.
¿Consideras la enseñanza como un intercambio? ¿Qué te enseñan tus coachees?
¿Qué no me enseñan? Viéndoles mejoro mi técnica, escuchándoles aprendo sobre ellos y sobre mí mismo, participando experimento algo nuevo cada vez… por no hablar de los conocimientos teóricos, o de las vivencias que intercambiamos.
¿Cuáles son las cualidades necesarias, según tu opinión, para ser un buen coach de escritura?
Escuchar, escuchar y escuchar… eso lo decían mis maestros. Saber y atreverse a preguntar, a retar, confiar en la capacidad del escritor, abrir la mente, no juzgar, estar dispuesto a ejercitar la empatía, a dejar volar, a acompañar y a no dirigir o a prescribir son para mí ingredientes fundamentales de esta receta.