Plasencia, 1964. Profesor Titular de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid. Imparte clases en el Master de Arte Contemporáneo de la Universidad Autónoma, la Universidad Complutense y el Reina Sofía, el Master de Cultura Contemporánea de la Fundación Ortega y Gasset y el Master de Investigación Artística de la Facultad de Bellas Artes de Granada.
Crítico de arte suplemento “ABC Cultural”. Escribe regularmente en “Descubrir el Arte”, “Revista de Occidente” y “Arte al límite”. Director de la revista “Cuadernos del IVAM” y miembro del consejo de redacción de “Pasajes”.
Ha formado parte del patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y, en la actualidad, es miembro de su Comisión Asesora. Comisario de numerosas exposiciones, entre otras la Trienal de Chile, la Bienal de Curitiba o el Pabellón de Chile en la Bienal de Venecia del 2011. Ha comisariado exposiciones de artistas como Anselm Kiefer, Tony Cragg, David Nash, Nacho Criado, Fernando Sinaga o Antón Lamazares.
Entre sus libros destacan: “Elogio de la pereza. Notas para una estética del cansancio” (Ed. Julio Ollero, 1992), “Escaramuzas. El arte en el tiempo de la demolición” (Ed. CendeaC, 2003), “Sainetes y otros desafueros del arte contemporáneo” (Ed. CendeaC, 2007), “Una ‘verdad’ pública. Consideraciones sobre el arte contemporáneo” (Ed. Documenta, 2010), “Contra el bienalismo. Crónicas fragmentarias del extraño mapa actual” (Ed. Akal, 2012) o “Mierda y catástrofe. Síndromes culturales del arte contemporáneo” (Ed. Fórcola, 2014). Ha escrito monografías sobre Picasso, Miró o Warhol.
Entrevista al profesor
¿Qué te sugiere la frase «El escritor nace, no se hace»? ¿Crees que se puede aprender —y enseñar— a escribir?
El escritor se hace y especialmente si es alguien que confía en la lectura y disfruta cuando tiene libros entre las manos.
¿Qué significa para ti tu labor como profesor? ¿Cómo y por qué comenzaste a impartir clase?
Es mi profesión principal. Llevo más de 25 años dando clases y es la actividad que más me gusta de cuantas hago.
¿Cuál es tu relación con el resto del equipo de la Escuela?
Conozco a algunos de los profesores y escritores que colaboran en la Escuela y les tengo una gran consideración.
¿Cuáles son las peculiaridades de tu metodología, aparte de la mecánica común a todos los talleres? ¿Te sientes libre a la hora de aplicar tu criterio pedagógico?
Mi metodología tiene la peculiaridad de no ser nada metodológica. Pienso en aproximaciones panorámicas, me interesa ofrecer diversidad de perspectivas y, sobre todo, incitar a mantener activa la principal brújula para escribir que es, si no me equivoco, la curiosidad. Me siento totalmente libre de hablar de lo que me gusta y apasiona.
¿Qué les pides a tus alumnos cuando comienza el curso? ¿Y cuando termina? ¿Cuál es tu nivel de exigencia?
Les pido, cariñosamente, que tengan la amabilidad de estar atentos y, sobre todo, que traten de aparcar cuantos prejuicios puedan. Mi nivel de exigencia es exactamente el que ellos quieran tener.
¿Qué clima te gusta y procuras que se cree en tus grupos de trabajo?
Me gusta favorecer un clima distendido o, por decirlo a la manera clásica, creo que el mejor modo de enseñar es aquel que se hace deleitando.
¿Consideras la enseñanza como un intercambio? ¿Qué te enseñan tus alumnos?
Dar clases es tener abierto un laboratorio en el que el sujeto que más aprende es el que, en apariencia, enseña.
¿Cuáles son las cualidades necesarias, según tu opinión, para ser un buen profesor de escritura?
Creo que, para cualquier tipo de enseñanza, lo principal es estar documentado, tener rapidez mental, saber conectar campos del conocimiento y estar dispuestos a desplegar una divulgación de nivel.
Dentro de tu campo didáctico, ¿en qué partes te gusta profundizar?
En todas las que puedo, incluso me gusta regodearme en las anécdotas que a veces son más suculentas que las categorías.
¿Cómo compaginas la labor como profesor con tus propias creaciones?
Para mí es lo mismo escribir que leer y dar clase que proyectar un libro. Decía Beuys que la mejor obra de arte es una buena conversación. Puede que una buena clase sea el mejor performance que imagine.
¿Cuál es tu escritor favorito? ¿Por qué? ¿Qué libro estás leyendo en la actualidad?
Uno de mis escritores favoritos es Walter Benjamin y considero que, en plano de la teoría, es difícil llegar al tono de Adorno o a la brillantes de Foucault. Uno de mis escritores de cabecera es y será Kafka. Estoy empantanado, con placer, en la mente infinita de David Foster Wallace. Leo sin parar y me resulta difícil apuntar qué estoy leyendo en la actualidad porque esa dimensión del tiempo va tan rápido que todo lo que diga ya estará colocado en el ámbito del pasado.
Marzo, 2014