Javier Montero es dramaturgo, director de artes escénicas, artista visual y escritor.
Su nueva obra escénica War in IKEA en la que trabaja con los actores/performers Belén Tulla y Roberto Bezos está en fase de ensayos y se estrenará en los próximos meses. Al tiempo que ha comenzado a trabajar con la actriz María Figueroa en el proyecto Las maquinaciones de las voces interiores, del que es autor y director.
Ha presentado la pieza escénica sobre magia cotidiana y performance Espíritus al Habla… en el Festival ZIP del Teatro Español (mayo y junio de 2019), trabajo de creación realizado junto a la coreógrafa Marisa Lull con un grupo de 8 actrices y actores afrodescendientes.
Es creador y ha estrenado numerosas obras y proyectos escénicos como La colonia de vacaciones, La secta de las vampiras, El Teatro de acción violenta presenta El Ruido y La Furia, The paranormal anticapitalist society, La muerte del Pop o La oveja negra. Al tiempo que es autor y director de numerosos proyectos de creación escénica colectiva entre los que se podrían destacar Aventuras Teatrales (junto a Marisa Lull), La máquina del tiempo, La gaseosa de ácido eléctrico o La caja mágica.
Imparte habitualmente talleres, cursos y laboratorios en espacios artísticos, universidades y teatros como el Museo Reina Sofía, Instituto Empresa, Teatro del Barrio o CA2M (Centro de Arte 2 de Mayo).
Y entre otras actividades reseñables ha publicado la novela Guerra Ambiental, ha creado y comisario el festival Antiliteratura, ha dirigido el programa de radio-art y literatura sónica La Oveja Negra y como artista visual ha realizado numerosas de exposiciones.
Más información en su blog.
Glosario Imposible
Ensayo
CAPP – Collaborative Arts Partnership Programme / Hablar en Arte
2018
Entrevista al profesor
En mi opinión hay, al menos, una parte esencial que se aprende y se perfecciona a través de la práctica y la investigación. La escritura tiene mucho que ver con la vida, con la experiencia, con los aprendizajes.
Comencé a impartir clases como extensión natural de mi trabajo para compartir y enriquecer mis propios procesos de aprendizaje. Para mi es parte fundamental del diálogo que supone la escritura, ya sea dramática, narrativa o ensayística.
Trato de combinar la teoría y la práctica de una manera que sea fluida y apasionante. Me gusta crear genealogías particulares que alimenten cada proceso creativo y nos den una visión estimulante y crítica de la historia. Intento que mis exposiciones sean detallados y pertinentes para que nos den claves de comprensión y herramientas creativas.
Por otra parte utilizo mi experiencia en los diferentes campos, desde la escritura y el pensamiento crítico a las artes escénicas y las visuales. Intento ser muy flexible y que las sesiones sean dinámicas.
Hago un seguimiento personalizado dirigido tanto al desarrollo individual como a la creación de un ambiente enriquecedor en el grupo.
Cuando comenzamos a mis alumnos les pido que tengan interés por aprender, experimentar e investigar, que sean abiertos y receptivos, que participen de manera activa en los procesos, que dejen a un lado los prejuicios y los miedos, que se dejen llevar por sus intuiciones y que, por favor, rebajen los niveles de autocrítica.
Cuando terminamos espero que hayan desarrollado dinámicas y herramientas propias, al tiempo que hayan realizado trabajos interesantes, que ellos mismos se sorprendan con el nivel de los resultado que han comenzado a obtener.
Además, me interesa mucho que la escritura pase a formar parte esencial de sus vidas cotidianas.
El clima en el aula me parece un elemento esencial. Me interesa que se produzca un ambiente vivo en el que se desarrolle una capacidad creativa particular que nos permita asumir riesgos, experimentar y abrir debates enriquecedores.
Es muy importante que se cree un espíritu de grupo en el que se desarrolle un rico diálogo transversal, la capacidad crítica, el apoyo mutuo y los alumnos puedan producir trabajos que les sorprendan a ellos mismos y a sus compañeros.
Para mí las clases son espacios abiertos de investigación y aprendizaje. Aprendo mucho, de hecho lo interesante del proceso es que aprendamos todos, que se cree un flujo creativo en todas direcciones.
Tener pasión por la escritura y la literatura y una necesidad profunda de compartirla.
Cultivar la capacidad de comunicación, escénica, discursiva, retórica, etc.
Desarrollar la flexibilidad y la apertura mental para no tratar de imponer ideas preconcebidas, sino, por el contrario, saber leer las necesidades particulares y comunes para poder trabajar con cada grupo y con cada persona de manera específica.
Ponerse en la situación de los alumnos y tratar apoyar sus procesos creativos.
Estar sumergido en un proceso constante de investigación, experimentación y exploración práctica y teórica. Resumiendo, mantener una relación de apasionamiento continuo con la materia que se imparte y con la pedagogía.
Serían como tres líneas de trabajo estrechamente interconectadas:
El diseño de una cartografía propia de referencias, personajes, autores, tramas, teorías e ideas.
La producción de textos originales, para lo que es necesario compartir herramientas, dinámicas y metodologías específicas en cada grupo y dependiendo de cada tema.
La capacidad de que esa escritura tome cuerpo y pueda ser llevada a la escena.
Se trata de una labor complementaria.
Me parece una pregunta difícil. Imagino que será el escritor al que siempre suelo retornar y que me abre la puerta a disfrutar de una manera espacial con otros escritores y textos. En mi caso sería William Shakespeare, a quien he podido estudiar en la North London University desde el pensamiento crítico contemporáneo y se ha ido convirtiendo en una especie de compañero de viaje. También me interesa mucho, en general, la literatura británica del siglo XVIII y la norteamericana y latinoamericana contemporánea.
Leo de manera voraz y muy transversal. Por razones de trabajo, en estos momentos estoy investigando sobre las posibilidades de la inteligencia artificial y el ‘machine learning’. Me está interesando mucho algunos de los textos publicados en la colección de ensayos Digital Barricades: Interventions in Digital Culture and Politics en la que diversos autores han editado trabajos con perspectivas muy abiertas sobre el tema.
Y ahora mismo estoy leyendo El Criticón de Baltasar Gracián, Gargantúa y Pantagruel de Rabelais y mucho teatro contemporáneo.
