Nosotros sí tenemos lo que quieres, pero corre, que se acaban
—Quería un bombón de nata —le digo al hombre de los helados. —No me quedan —me contesta él. —¡Vaya! Pues tenía yo capricho con la nata, ya ve. En fin. Entonces deme uno de vainilla. De los que llevan almendra. —No hay. —Ya bien… pues un polo de hielo, venga. De estos de aquí: de…